Capsulas de Carreño

Las dos almas de Arturo. Por Leonardo Véliz..


Por Leonardo Véliz, La Tercera

*Conociendo a Arturo, dos almas habitan en su pecho.
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“Hablamos de entrenador a entrenador”. Palabras de Arturo Salah al referirse a la reunión que tuvo con Reinaldo Rueda, el futuro coach de la selección de Chile. “El balance del 2017 fue positivo, a pesar del fracaso de no ir al mundial” Palabras del Presidente de la ANFP ante los medios de comunicación.

Si hablara lo que le dicta su corazón de entrenador, el 2017 fue un rotundo fracaso de la selección adulta, sumando las selecciones sub 17 y sub 20 y otras menudencias.

Si se anima a hablar ese dirigente que asumió picaneado por el entorno, los números indiscutiblemente que son azules. Con la venta jugosa del CDF cualquiera sonríe.

Este año ha sido nefasto dentro de la cancha. Basta de sutilezas con las consabidas frases de buena crianza que eclipsan el real sentir de los sostenedores del sistema, los hinchas de la pasión.

La ausencia para el Mundial de Rusia es dolorosa y lacerante. Seremos meros espectadores con parrillada de verduras exentas del humo que nos quisieron vender. En un país de alcohólicos como Chile, según los estudios sociológicos, se pegaron la tremenda farra y todos saben cuándo y cómo sucedió.

En campeonatos cortos, la emoción apareció como un suspiro en los estertores del año. La desnivelación de los grandes que amenazaba hacerse presente, no fue tal. Los de billetera gorda sufrieron lo inconfesable. La glorificación del gol apareció a través de los penales. Nombres ilustres fracasaron estrepitosamente. Se intentó meter en un camarín a una mujer como entrenadora. La guinda de la torta es el cruel suceso con Vallenar y Melipilla, una pantomima más de nuestro desprestigiado fútbol. La rabia se concentra nuevamente en el norte como en los tiempos del salitre.

Con fuegos artificiales sobre mi cabeza, no escucharé a la Sonora Palacios y su clásica cumbia Un año más, desempolvaré mi vinilo Cambalache en la voz de Julio Sosa, que me hará reflexionar que aunque pasen los años, el mundo no cambia un ápice.

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