Capsulas de Carreño

Leonel y sus cambios tardíos

Ruben Dario BarrientosPor Rubén Darío Barrientos

*Alguien le tiene que hablar con la verdad al entrenador.

Definitivamente, Leonel Álvarez es un técnico con el lastre de hacer los cambios de manera tardía. Primer partido del torneo, ante Bucaramanga en condición de visitante: ingresan Leonardo Castro en el minuto 78 y Fáider Burbano en el minuto 84. Último encuentro jugado, ante Equidad en Techo: ingresan Leonardo Castro en el minuto 80 y Fáider Burbano en el minuto 84. ¿Qué puede hacer Leonardo Castro, a 12 minutos del final ante Bucaramanga y a 10 minutos del final ante Equidad? ¿Y qué puede hacer Fáider Burbano, a 6 minutos del final ante Bucaramanga e igual tiempo ante Equidad? Y conste que sólo he tomados estas dos muestras de jugadores, pudiendo incluir otras, verbigracia el caso de Luis Carlos Arias.

Castro y Burbano son delanteros, razón por la cual Leonel Álvarez busca con ellos rasgar la zaga contraria y anotar sobre su arco. Pero es muy cabeciduro el técnico, que lanza a la guerra a estos jugadores, que tienen condiciones pero que ven malograda su eficacia por el espacio reducido en minutos. Leonardo Castro, es un atacante que viene de inflar redes contrarias con el Pereira. La diferencia es que allí actuaba siempre y tenía ritmo de competencia. Pero así lo va a quemar Leonel y el jugador se va a ir aburriendo de la falta de oportunidad de minutos. Burbano, es un muchacho con juego alegre y encarador, pero que necesita buenos minutos en el campo para consolidar su presencia aportante. De resto, pasa inadvertido.

Una vez leí que los cambios en el fútbol se hacen sobre el minuto 60, es decir, faltando 30 minutos para terminar el encuentro. Es evidente que con un tramo de partido por delante, el jugador alcanza a acomodarse en la cancha. Me pasa por la mente, la cantidad de veces que Leonel Álvarez ingresó a Brayan Angulo, faltando 6, 8 ó 10 minutos para finalizar los encuentros. Cuando era seleccionador, a Álvarez le zahirieron los cambios tan demorados. Quiere decir que es una manifestación negativa del técnico antioqueño, reiterada y no corregida.

Una cosa es una sustitución de un jugador por cansancio o lesión, que debe darse cuando se suscite, independientemente del tiempo en que se deba llevar a cabo. Pero yo estoy hablando es de los cambios como revulsivo, para buscar voltear un resultado o apretar al rival. Leonel, pues, ha demostrado que no hace una buena lectura del partido para darle vuelco al equipo, porque los cambios tardíos se traducen en señal doble tanto de error técnico como de desestímulo para el jugador. Solo la genialidad de un crack, un chispazo o un yerro de un jugador del equipo al que se enfrenta, le echan tierrita a un cambio demorado y salvan la papeleta.

Sería muy bueno que Leonel Álvarez revisara este comportamiento errático, que tiene aburridos a los hinchas que ya han detectado que el técnico tiene una nota desafinada en su pentagrama futbolístico. Todavía está a tiempo de recomponer el entrenador rojo, en este aspecto. Pero si él no advierte su error, al menos el Chontico Herrera debiera hacerle caer en cuenta de que ello es contraproducente. Y si tampoco éste ha caído en cuenta que debe alertarlo sobre este tópico, pues que le hablen al oído el Tucho Ortiz o Congote. O Silva Meluk o el señor Giraldo. Pero alguien le tiene que hablar con la verdad al entrenador, para ver si aprende que los jugadores necesitan tiempo en el gramado para justificar el objetivo de su ingreso.

Compartir:

One Comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *