Capsulas de Carreño

Leyendo el juego del fútbol.. Por Juan Felipe Betancur Ramírez

Por Juan Felipe Betancur Ramírez

*Es hora de aprender a leer el fútbol, de hombros hacia arriba, sabemos hacerlo todo de hombros hacia abajo.

El fútbol un juego, un deporte, un pasatiempo; una entretención o distracción. Muchos hemos vivido en torno al fútbol, llamándolo una profesión, una pasión, masiva por demás. En Colombia se paga por vivir del juego del fútbol, iniciando desde la casa, la calle, el barrio, el club aficionado liga local, selección departamental, selección nacional, fútbol profesional e internacional.

Debe haber un proceso formativo para llegar a ser jugador profesional y en nuestro medio es otra cosa. Es otro mundo y son muchos los hechos protagónicos que deben suceder para cumplir el sueño de muchos chicos y chicas hoy en Colombia. Principalmente jóvenes de bajos recursos que van a las capitales principalmente y desde edades tempranas en busca de sacar a sus familias según ellos, adelante.

Escuchando a quienes el fútbol poco les interesa, los comprendo. Escuchando a quien en su vida ha sido el fútbol un estilo, un medio de ganarnos la vida, una profesión, me sorprende. Son muchos los vacíos que encontramos de base que repercuten en cada etapa, en cada ciclo del proceso en el historial del deportista, jugador, aspirante que desea llegar con sus aptitudes y actitudes a los medios competitivos.

Uno de los principales, sino el más importante de todos o el primero es saber LEER EL JUEGO DEL FÚTBOL. Es de entender que el juego tiene tantas premisas como circunstancias. Situaciones que se deben resolver en segundos o milésimas de segundos, teniendo que estar preparado desde el análisis lógico, racional para la toma de decisiones cuando está con balón y sin él.

Una premisa importante, EL TIEMPO. En el fútbol y desde el juego, llegando a lo competitivo como deporte avanzado y cuyo objetivo es sorprender al final en cada acción, bien sea ofensiva o defensiva se debe entrenar, preparar o dialogar. Quien ataca tiene que saber manejar tiempos (es claro, a su vez otras premisas al tiempo) y quien defiende igual.

Los defensores deberán intentar poner en práctica alternativas por encima  de ese ataque, para evitar ser sorprendido. Ahora para atacar, se está en la necesidad de sacar recursos para aprovechar la posesión del balón realizando coordinadamente, racionalmente el uso de su experiencia motora, técnica y su parte cognitiva e inteligencia desde lo individual con fines colectivos teniendo iniciativa, improvisación, creatividad, picardía; malicia desde la virtud y su sello personal.

El balón le concede al poseedor la oportunidad para que le dé un buen uso, tomando dicha INICIATIVA e imprimiendo la potencia o sutilidad necesaria de acuerdo con la acción exigida en el momento del juego, permitiendo darle al balón un uso según la velocidad requerida, la adecuada.

Es necesario entender que el balón movido por un conjunto de jugadores se hace más rápido que por un solo jugador, pudiendo así superar los obstáculos que encuentre en el camino a su destino. Cuando se está atacando entonces, se vuelven aliados de esos jugadores atacantes la velocidad del balón, la iniciativa y la amenaza. Esta última se presenta cuando el defensor duda en el qué hacer, frente a ese ataque. La administración del tiempo radica en la rapidez de la acción.

Quien ataca en el fútbol ganará tiempo si juega a un solo toque. Se ganará tiempo en el fútbol si evita, si aísla de su estilo los duelos, el uno versus uno y si decide qué va hacer antes de recibir el balón. Teniendo un complemento significativo como lo son la visión y el terreno de juego en relación con su utilización. Quien defiende también debe manejar tiempos y si desea ganar tiempos debe ser capaz de prever la acción más definitiva, la desequilibrante del adversario. Además, si consigue cegar al contrario, es decir, disminuirle el terreno, la zona de acción hace que el atacante tenga una visión retrógrada.

El entrenamiento mental, individual y colectivo se debe implementar cada día en la planeación de la sesión y sus rutinas, el microciclo, el mesociclo y el macrociclo o temporada; principalmente enfatizar en edades tempranas en procesos formativos. Es hora de aprender a leer el fútbol, de hombros hacia arriba, preparamos y sabemos hacerlo todo de hombros hacia abajo.
(JUAN FELIPE BETANCUR RAMÍREZ,
Formador de Formadores. Licencias A y C   FCF
Entrenador)

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