Capsulas de Carreño

Liverpool en Cápsulas (III).

 

*Un escudo lleno de simbolismos desde 1992. Dos grandes tragedias en la historia del Liverpool.

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Por Tobías Carvajal Crespo.
Columnista Cápsulas – Cali.

 

Continuando con las remembranzas del poderoso Liverpool, es preciso detenerse en un aspecto muy importante de su historial: el escudo. Está pletórico de imágenes simbólicas, efectivamente inherente al conjunto, pero de diverso origen.

Repasado de arriba abajo, la parte superior de tal escudo en una réplica exacta de la puerta de entrada principal al estadio de Anfield, construido en 1884 y sede, inicialmente del Everton hasta 1892.

Apoyado sobre dos grandes columnas en lo que denominamos ladrillo limpio, un dintel forjado en hierro mantiene vigente la célebre frase de su mítico director técnico William ‘Bill’ Shankly que a la letra dice: “You’ll Never Walk Alone” (Ustedes nunca caminarán solos).

La parte central del escudo, una de las tantas formas que tiene la heráldica en los escudos, es en fondo blanco que permite apreciar de perfil la imagen, en rojo, del Liver Bird, ave mitológica identificativa de la ciudad de Liverpool desde 1350.

Esta silueta se asemeja al Cormorán, ave palmípeda de 1.20 cms. de alto y 1.40 de envergadura, originaria del norte de África y la región española de Galicia. Una de sus principales ‘funciones’, consiste en alertar a los marinos sobre la proximidad del puerto de destino. Se alimenta de peces que captura al zambullirse bajo el agua. En el pico lleva una rama de alga marina.

A los costados de la parte central de escudo, a manera de centinelas, dos llamas que flamean como homenaje a las víctimas de dos enormes tragedias en las cuales el Liverpooll se vio involucrado.

La primera de ellas el 29 de mayo de 1985 en Bruselas, con motivo del partido final de la Copa Europea de Clubes frente a Juventus de Italia, conocida como la tragedia de Heysel, en razón del nombre del estadio. Cobró la vida de 78 aficionados. Con los muertos aún tirados en las tribunas, se jugó el partido, ante un estadio colmado por 70.000 personas.

Por miedo a la reacción del resto del público, el alcalde de Bruselas, Hervé Brouthon, autorizó celebrar el juego, para “evitar una guerra civil” según sus propias palabras. En todas partes hay pusilánimes…!

La segunda escasos cuatro años más tarde, el 15 de abril de 1989 en Shaffield -Inglaterra- con ocasión del partido semi-final de la Copa inglesa, entre Liverpool y el Nottingham Forest. Registró la triste muerte de 94 aficionados, 34 de ellas menores de edad. La primera llama se colocó luego de la tragedia de 1985 y la segunda a partir de 1989.

Esta última generó una enérgica reacción de la Primera Ministra inglesa, la señora Margaret Thatcher. En uno de los casos judiciales más demorados del Imperio Británico, todavía en 2022 se buscan a los reales culpables de tal tragedia. El principal acusado, el administrador del estadio, por así identificarlo, David Duckenfield -hoy con 77 años- sufre todavía de estrés postraumático. Siempre argumentó que fueron “hechos azarosos”.


Como epílogo de aquel segundo drama humano, vale la pena rescatar el gesto de las dos hinchadas vecinas, que enemistas deportivamente de tiempo atrás, decidieron unir sus echarpes -prenda de vestir femenina sobre los hombros y los brazos- (rojas del Liverpool y azules del Everton) a manera de solidaridad, a lo largo de los 1,5 kilómetros que median entre sus respectivos estadios.

En la parte inferior del escudo la fecha de fundación del equipo, 1892. A propósito de tal centenario, el Liverpool mutó al escudo que venimos de describir.
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P/DPróxima nota: Liverpool (IV).

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