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Los “ex” están acabando con la seriedad de la opinión futbolística (Carlos Antonio Vélez)
- Actualizado: 24 julio, 2015
Por Carlos Antonio Vélez,
Planeta Fútbol
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*Este no es un tema agradable. No es ni mucho menos la razón de mi trabajo pero la verdad no debo escurrirle el bulto.
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El pasado fin de semana Jorge Barraza se atrevió a escribir lo que la gran mayoría de periodistas deportivos pensamos pero no decimos, aunque vale la pena advertir que no hace mucho tiempo hice una tangencial referencia al tema pero no lo suficientemente profunda como la hecha por Jorge en su escrito de El Tiempo.
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El asunto tiene que ver con los ex jugadores comentando en los medios. Entre otras muchas cosas Jorge escribió….
“Algunos lo hacen bien otros no tanto pero en general no definen, tienen una opinión blanda por aquello del espíritu del cuerpo, mantienen los códigos del vestuario que no es respeto, es otra cosa, atadura, compromiso. Opinar es justamente comprometerse” acota más adelante Jorge Barraza.
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Y eso es precisamente lo que no hacen. Comprometerse. No voy a discutir si hablan bien o no de hecho yo no soy la mejor referencia pero opino y me comprometo y en mi caso particular estudio el juego para desarrollar muy bien mi trabajo porque entiendo que la credibilidad es el producto del acierto en el análisis y que la credibilidad es nuestro único patrimonio.
El asunto es otro. Los medios están graduando, sobre todo los televisivos, de periodistas a quienes no lo son y lo que es más grave le están patrocinando la tibieza, la lisonjería, el amiguismo promovidos por quienes por ser ex se sienten aún de la familia que venden, promocionan y difunden.
El hecho de ser ex jugador no quiere decir que entiendan el juego o que lo expresen bien y Maradona es el ejemplo puntual. El hecho de ser el mejor del mundo jugando nunca garantizó su conocimiento y lo demostró como técnico y menos su pedagogía. Una cosa es jugarlo y otro venderlo, analizarlo, contarlo y opinar.
El mundo de la comunicación de hoy obliga al análisis y a la opinión. La vieja guardia a la que orgullosamente algunos de nosotros pertenecemos, se defendió durante mucho tiempo con la noticia, la primicia, la inmediatez. Hoy eso ya no existe. Eso de que lo dije primero y que la primicia, hoy eso no va.
Hoy con la inmediatez de los medios tradicionales y digitales, la noticia la dan todos y al instante uno la recibe en el teléfono, en cualquier lugar. La diferencia ahora la marca la opinión, la argumentación, la toma de posturas, los porqués, los cinco cuestionamientos tradicionales del conocimiento qué, quién, cuándo, dónde y cómo. La noticia ya no es tan importante decirla como sí las aristas que está produce.
Lo particular de esta moda es que muchos de los que están llegando a los medios los odiaban, los ex odiaban a los periodistas, los vetaban por su constante acoso y por las opiniones que sobre ellos se vertían. Y en otros casos aún más puntuales les hicieron el asco a los periodistas con el cual se sientan hoy. Solo aparecían cuando no jugaban, o no cobraban, o buscaban lio para sacar ventaja, el aprovechamiento de la situación que llaman.
Entiendo que todo mundo tiene el derecho a trabajar y ganarse honradamente su plato de comida pero varios de estos “ex” están acabando con la independencia y la seriedad de la opinión futbolística. La presencia de estos “ex” acerca el humo, la sobrevalorización, la posición blanda, el chisme, la idolatría desmedida y la venta de imagen distorsionadas muy lejanas a la verdad.
Yo sé que la verdad si es contraria a lo que gente cree que está pasando no vende, no es rentable, muchos se preocupan más por vender su imagen y simpatía que por decir lo que verdaderamente pasa y que ha hecho carrera que la buena venta empieza por darle a la gente lo que quiere ver y oír así no sea la realidad.
Pero si bien sucede -no quiere decir esto tengo que aceptarlo y muchos de nosotros no lo aceptamos- que si llegan con la con la idea de opinar lejos de su vivencias y lejos del vestuario y sus códigos, serán bienvenidos pero creo que debe existir un cedazo para que antes de empezar a usar los medios exista el compromiso con una nueva profesión que quieren abrazar con todo lo que ello implica.
No queremos más “ex” que usen los medios para quedar bien con sus ex compañeros y técnicos o que busquen esta vía como un trampolín para que mañana lleguen a un cuerpo técnico o a la directiva de un club desde la complicidad con la ausencia de autocrítica.
A mí me ha tocado compartir con algunos de ellos y los respeto pero saben bien que en el tema opiniones tocaremos siempre y cuando de por medio exista un interés distinto a decir lo que realmente pasa.
Ahora debo hacer una confesión. Pienso que eso está sucediendo porque los mismos periodistas deportivos lo han permitido. Hoy son más lo que están pendientes de lo que dicen en las redes sociales y en el twitter porque viven de eso y eso está muy por encima de lo que ellos piensan sientan u opinen. Las tendencias son las que marcan su criterio. Temen ir en contravía de la corriente masiva, le tienen terror a que los cuestionen, de que los insulten.
“Para dónde va Vicente, para dónde va la gente”, decía el librito popular. Y eso es lo que están haciendo, construir la opinión sobre lo que piensa la mayoría es renunciar a la independencia de criterio y quien lo hace es un esclavo de los demás.
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