Capsulas de Carreño

Luis Amaranto Perea antes del derby madrileño (El País, España)

Amaranto Perea en la entrevista. Foto Luis Barbosa /El País, España.

Amaranto Perea en la entrevista. Foto Luis Barbosa /El País, España.

Nota de la Redacción. Nos comparte un integrante de esta comunidad Cápsulas  la entrevista que publicó ayer El País, de España, con Amaranto Perea. Es tan interesante y como está encima el encuentro Real-Atlético y sin haber recibido a esta hora la autorización del diario para su reproducción total con el debido crédito para el periodista Juan I. Irigoyen que nos atrevimos a montar la nota a la espera de la señal de éllos. Es tan interesante que aquí vamos con dicha entrevista. Que nos perdone El País, sección deportes, el periodista Juan I. Irigoyen y el reportero gráfico Juan Barbosa. Los buenos temas periodísticos no dan espera, es preciso publicarlos en su momento justo.

 

Luis Amaranto Perea (Turbo, Colombia; 37 años) es el jugador extranjero con más partidos en la historia del Atlético de Madrid (314). Dejó el fútbol profesional en diciembre y ahora se prepara para los banquillos en la academia MBP School of Coaches. En Barcelona, mientras esperaba a EL PAÍS, dibujaba en su ordenador esquemas tácticos para su escuela de fútbol en Colombia.

 

Pregunta. ¿Qué es un garitero?
Respuesta. En mi región la mayor fuente de empleo es el cultivo del banano. Hay gente que recoge los almuerzos de las casas de los trabajadores y se los llevan hasta las fincas donde se planta el banano. Ese es el trabajo de un garitero. Y yo fui eso hasta que probé suerte como futbolista en Medellín, con 15 años. Pero, al final se me complicó un poco todo y tuve que combinar trabajo y fútbol.

P. ¿De qué trabajó?
R. Un poco de todo. Desde limpiar en una empresa de zapatos hasta vender helados. Ahí el desgaste físico fue muy fuerte porque había que caminar mucho y no llegaba descansado a entrenar. Pero eso me permitió sobrevivir.

P. ¿A qué edad debutó en Primera?
R. A los 18 años llegué a Independiente de Medellín. Y ellos son los que me dicen: “O trabajas o juegas, las dos cosas no”. Pero yo era inquieto y seguía vendiendo cosas. Estuve un par de años en las divisiones inferiores, y debuté con 21 años. El día que jugué mi primer partido me abrieron la cabeza y era tanta la emoción que tenía que no sentía dolor. Le dije al doctor: “De aquí me saca muerto”. Y, partir de ahí, se me hizo todo muy rápido, con muy pocos partidos en Primera me surgió la oportunidad de ir a Boca, con Bianchi de entrenador. Después de cerca 10 meses allí, me fichó el Atlético. Apenas me estaba levantando de ese sueño y me embarqué en otro mucho más grande.


P. ¿Coincidió con Simeone?

R. El Cholo era un referente en Sudamérica y tuve la mala suerte, entre comillas, de que me tocó compartir habitación con él. En la primera concentración, yo estaba con el jet lag y el Cholo se levantó a los ocho de la mañana, abrió la ventana y me dijo: “No es normal dormir tanto”. Yo callado, por supuesto. Ya se le veía mucha pasión. Es un ganador.


P. ¿Después lo tuvo como entrenador?
R. Llegó y nos saludó muy bien a todos, pero cuando empezó el entrenamiento no había risas ni nada. Sólo había trabajo. Entendimos rápido que la relación de amistad fuera del entrenamiento seguía siendo la misma, pero cuando empezaba el entrenamiento ya todo cambiaba. Eso es uno de sus mayores logros: el jugador entiende que el trabajo es el trabajo y no se puede estar distraído. Al Cholo le da igual como se llama el jugador, no puedes no escuchar cuando habla.

P. ¿Simeone es el responsable de que el Atlético trate de tú a tú al Madrid y al Barça?
R. Sí. El Cholo tiene el carácter y el perfil de entrenador que el Atlético necesita. Tiene muy claro lo que tiene que hacer y no se deja influenciar por nada. Hoy es uno de los equipos más competitivos de Europa. Primero defiende y después ataca, y no se sale de ahí. En mi época confundíamos la historia del Atlético con la realidad, que era muy distinta. El Atlético de Simeone juega a lo que se tenía que jugar en mi época. El Cholo siempre lo tuvo claro. Ahora al Madrid no le gusta para nada enfrentarse al Atlético.

P. ¿Antes sí?
R. Antes le encantaba porque sabía que iba a ganar fácil. Ahora el Atlético es un equipo molesto para el Madrid. No le deja jugar, no les deja hacer dos o tres pases seguidos. Y además, el Atlético tiene muy buen contraataque y trabaja muy bien la pelota parada.

P. ¿Es más fácil marcar a un jugador del Madrid que a uno del Barça?
R. A mí me costaba mucho marcar a un delantero que no se dejara anticipar. Con Negredo, por ejemplo, sufrí mucho. Yo vivía del anticipo y de recuperar pelotas gracias mi velocidad. Y con Cristiano o Benzema era competir dentro de un aspecto en el que no me sentía tan incómodo. Messi es muy difícil porque lleva el balón muy pegado al pie y tienes que ser muy preciso.

P. ¿Qué entrenador le gusta?
R. El Cholo, aunque también me gustaría que el Atlético tenga más recursos a la hora de atacar. No es una crítica, porque a nivel táctico todos los jugadores tienen clarísimo lo que tienen que hacer. Y ahora, quizás, no están haciendo tantos goles a balón parado. Hoy tienen ese problema de que no encuentran el gol, pero tienen una cosa muy importante: no encajan. A partir de ahí, en cualquier jugada sus delanteros pueden definir el partido.

P. ¿Qué le pasa a James?
R. Tuvo la suerte de que en un año su vida ha girado de una manera increíble. Son muy pocos jugadores que pueden hacer lo que él hizo en el Mundial. Yo a James no lo tenía como goleador, creo que empieza a hacer muchos más goles después de Brasil. Con Ancelotti fue su mejor momento, marcaba goles y quizás ahora no tiene tanta continuidad. Pero es un buen jugador y los buenos siempre terminan marcando las diferencias.

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