EN EL LIBRO DEL FÚTBOL, “CAIMÁN” VA EN LETRAS DE MOLDE
Por Álvaro Galeano [[email protected]]
Si de algo debemos sentirnos orgullosos, es del recorrido de este fenómeno del fútbol colombiano, Efraín Sánchez, a quien los paisas tenemos en lugar preferencial en nuestra lista de ídolos. Con una vigencia como jugador de más de veinte años y arquero de los seleccionados nacionales por mas de 15. Trataremos de recordar desde que lo conocimos y con su recuerdo, el recuerdo de los compañeros en esta historia de un arquero sin par.
Efraín Sánchez nació en Barranquilla a comienzos de 1926; de niño tuvo la influencia del juego de pelota como llaman al béisbol, su hermano “El Patón” Sánchez llegó a ser figura de este deporte y llegó al campo profesional, pero como buen costeño, prefirió el regreso a su tierra, como lo hicieron en su momento “Petaca” Rodríguez, “Policía” Peñaranda y otros tantos buenos jugadores de la pelota caliente.
A Efraín, sin embargo, lo apasionó el fútbol y se inició en un equipo que se llamó Caldas, de su ciudad, avanzó rápidamente por distintas categorías y un técnico italiano, Lino Taiolli lo llamó a la Selección Colombia que iría al Suramericano de Guayaquil de 1947, lo que hoy llaman Copa América. En ese torneo, a pesar del alto número de goles, fue considerado el mejor arquero del evento, a pesar de que allí también estaba el gran Livingston de Chile, Julio Cozzi de Argentina y Tulic de Uruguay.
En esa Selección Colombia, primaba el jugador costeño, “Memuerde” García,Carlos Arango, “Vigorón” Mejía, Andrés “El Bolón” Acosta, Gabino Granados,”El Flaco” Meléndez, algún valluno, caso Edgar Mallarino y un grupo de paisas, recordemos a Salvador Londoño, Jaime “El Chivo” Gamboa, Roberto Soto de quien dicen que fue el mejor cobrador de penales en Antioquia, Rafael Serna, Efraín Vásquez.
La actuación de Sánchez en ese Suramericano le valió el contrato para jugar en San Lorenzo de Almagro; en este barrio nació Mario Bustos, extraordinario cantor, principalmente con Juan D’arienzo;, en pocas semanas, El Caimán de Boedo sacó de su puesto al ídolo de la ciudad, Mierko Blazina. Se convirtió así en ser el primer jugador colombiano en salir al fútbol internacional y a un pais tan importante en el concierto mundial; pero cuando mejor andaba, su esposa se enferma y lo obliga a regresar. Era la ápoca de los inicios del fútbol profesional y del desorden que siempre nos ha cobijado; así Efraín Sánchez pudo tapar para el América de Cali, para el Santa Fe de Bogotá y tener un paso fugaz por el Deportivo Cali.
Era 1949 y se llegó el Suramericano de Río de Janeiro al cual asistió Colombia representado por el Junior y algunos refuerzos; el Caimán Sánchez inició el torneo y al cuarto partido fue reemplazado por Dagoberto Ojeda, que pocos o casi nadie recuerda.
En 1954 Efraín Sánchez llega al que sería su amor el Deportivo Independiente Medellin y a una ciudad que sería recíproca en cariño. Con su buzo azul y una raya horizontal, sus rodilleras y un manejo perfecto de la pelota que venía de centro, además de un poderoso imán en sus manos, ya ahí podiamos saber en carne propia lo que es un ídolo, lo que da como profesional y el sentido de pertenencia que siente un público con su máximo emblema. Antes de su debut, que fue precisamente contra Nacional, El Caimán habia estado en una gira con los rojos por el Perú; para el autoestima de los verdes les digo que en su debut, Nacional los derrotó 1-0.
Ya llegaba el año 1955 y una verdadera máquina de hacer fútbol, el DIM, se campeaba triunfal por todos los estadios del país. En su primer título El Caimán comparte nómina con el técnico y jugador José Manuel Moreno, Lauro Rodríguez uruguayo, Lidoro Soria argentino, Pedro Roque Retamozo, argentino, Lorenzo Calonga paraguayo, Pachequito, caleño el, Canino Caicedo, Chema Méndez, Carlos Arango, Valerio Delatour, Luis Alfonso Villegas, Alfonso Niño, Carlos Arango, los también gauchos Felipe Marino, Orlando Larraz, René Seguini, el uruguayo Antonio Sacco, en fin, que nómina! Recuerdo que en muchos preliminares jugaba la juvenil que tenía un verdadero semillero, Mario Agudelo, Cunda Valencia, Mario Maya, Canocho Echeverri, Uriel Cadavid, Guillermo Monsalve, David Mesa, si, ese cucho de la carreta de Dario Muñoz, era arquero.
Para el año 1956 se dan ciertos cambios, el Medellín baja en resultados pero Sánchez, no deja de ser el mejor; agreguemosle a eso su calidad humana, vive en el Barrio San Javier, en las casa que llamábamos del Departamento, al lado de lo que es hoy la estación San Javier; Efraín es amable con los mayores, cariñoso con los niños que lo quieren emular, sus hijas cuyo nombre no recuerdo son el reflejo fiel de una linda familia.
Para el año 1957 se viene el Suramericano de Lima. (que lindo suena Suramericano, mejor que Copa América, con mejicanos, americanos y hasta japoneses le metieron un día a eso). A Lima van dos seleccionados, el de mayores y la seleccion Valle campeona nacional que recibió como premio esta convocatoria; en realidad no todos los muchachos la merecían, pero si algunos con muchos méritos como Delio Gamboa, “Cóndor” Valencia, Faustino Abadia, Daguia Sinisterra, “Tabaco” Escobar.
Ese torneo sirvió para ganarle a Uruguay por primera vez y para que Efraín Sánchez demostrara que para un arquero, el resultado no incide en su calificación, si a pesar de ello, demuestra sus condiciones personales, es el caso que se da cuando Colombia sale goleado por Brasil 9-0 e igual El Caimán es considerado como el hombre de la cancha; era el Brasil que se alistaba para ganar su primer mundial, mas algunos jugadores de leyenda como Joel y Zizinho.

Efraín «Caiman» Sánchez con el DIm 1955. Foto archivo @DIM_oficial.
Ese mismo año son las primeras eliminatorias nuestras para el Mundial de Suecia y Sánchez sigue siendo la figura de nuestra selección, se repite el reconocimiento internacional el día de la derrota en el último minuto de tiro penal que convirtió uno de los héroes del Maracaná, Miguez. Mientras tanto, en el campeonato del fútbol rentado, Medellín tienen que ganarlo dos veces, debido a la desorganización de nuestros dirigentes, el torneo termina en 1958, agragándole a la nómina del 55 algunos grandes nombres como Jaime “Manco” Gutiérrez, José Vicente Grecco, Omar Ives Ayala, Conrado “Pimpora Arboleda, Leonel Montoya, Pibe Ortega, Guillermo Arredondo, Hugo Contreras que había llegado primero al Nacional y luego seria figura de Millonarios. El Caimán, como siempre, tranquilo en su titularidad, salen muchos arqueros, aparece Ernesto Lopera, Fernando Fernández, Carlos Montaño, Justo Montaña, Fernando Sierra, Fredy Escobar, pero El Caimán, con un “egoismo”, así entre comillas por causa de su calidad, no cede el arco.
Llega el año 1958, fatídico para el fútbol paisa, los equipos no pueden con su economía y desaparecen, conformámdose entonces el Independiente Nacional, con jugadores criollos de los dos equipos, con la suerte para Delio Gamboa y Efraín Sánchez de ser llamados para el fútbol mejicano, configurando así su segunda salida para el fútbol internacional; juega para el Atlas de Guadalajara.
En 1960 retorna para integrar el equipo de sus amores que estaba dirigido por Fernando Paternóster y ante el retiro de éste, Efraín Sánchez dirige a los rojos por primera ocasión, luego lo haría por un año desde agosto de 1962 al 63 y desde agosto 77 a abril el 78.. En 1960 le recibe el Charro Moreno y el mismo Charro le entrega el equipo en 1962, después de llegar del Mundial de Chile, porque nos faltaba referenciar que el Caimán Sánchez fue el arquero titular de las eliminatorias al mundial de Chile; incluso en Lima sufrió violenta agresión de un sujeto apodado “Bomba”, casi que el precursor de la delincuencia de tribuna o barras bravas que llaman y que luego en 1964 sería el causante de la tristemente famosa tragedia de Lima, cuando el torneo Juventud de América clasificatorio a los Juegos Olimpicos.

Selección Colombia, Mundial de Chile 61. De pie: Rolando Serrano, Óscar López, Efraín Caimán Sánchez, Charol González, Anibal «Mocho» Alzate, Canocho Echeverri. Agachados: Hermán «Cuca» Aceros, Marcos Coll, Antonio Rada, Marino Klinger. Foto golcaracol.com
Al clasificar al mundial, Efraín Sánchez redondea su faena como arquero de Colombia, con la titularidad en el mundial de Chile y ser parte importante en el empate con Rusia que ya todos conocemos; ahi terminaría su ciclo en la valla nacional, pero le quedaba por jugar varios equipos, entre ellos Junior y Millonarios.
No tengo preciso el día del retiro de Sánchez del fútbol activo, pero si recuerdo bien su consagración como técnico con la Selección Colombia del torneo Juventudes de América realizado en Bogotá en 1964, que pudo ser campeona, pero una decisión arbitral la relegó al tercer lugar, despues de Uruguay y de Paraguay. Esa selección fue la base de un verdadero proceso natural, no producto de la organización, pues las selecciones terminaban los torneos y adiás; en esta del Caimán Sánchez, se darían chotos los buenos futbolistas: Alfonso Cañón, Hernando Piñeros, Miguel Escobar, Julio Edgar “Chonto” Gaviria, Jorge “Tato” González, León Reyes, Henry Toscano, Jorge Uribe entre otros y se habían quedado afuera Javier Mesa, Delan Galeano.
Hablar de la selección subcampeona de América 1975 es hacerse muy repetitivo, pero fue lo mejor que manejó Sánchez en cuanto a profesionales se refiere. Era un alivio en medio de una ausencia de resultados, solo podiamos mirar con nostalgia a ese 4-4 con Rusia. Antes, Sánchez dirigió una nueva selección juvenil para el torneo Suramericano Juvenil de Chile en 1974; era una buena nómina con regulares resultados: James Mina Camacho, Alonso López, Carlos Penagos, Bernardo Iván Aristizábal, Rafael Otero, Gabriel Chaparro.
En 1983 Efraín Sánchez tuvo bajo su dominio a la Selección Colombia en la eliminatoria para la Copa América; enfrentaron a Perú Y Bolivia y no se clasificó con una gran nómina, Molina, Luna, Zape, Hernán Darío Herrera, Peluffo, Iguarán, Didí Valderrama; Willington Ortiz salió de la selección por supuesta indisciplina.
En el fútbol internacional, en 1976 dirige a Estudiantes e Mérida, lleva a Victor Campaz, salen segundos en un torneo incipiente, mediocre, por lo mismo muy dificil por lo impredecible, pero se regresa, la nostalgia de Colombia, sus casinos, el hipódromo, El Caimán es muy amante al juego y esto le da algunos malos ratos en su vida; afortunadamente tiene espíritu de pedágogo y Coldeportes Nacional sabe ubicarlo en la parte de la educación en el deporte, escribe libros, dicta conferencias, monta seminarios, goza de credibilidad.
El fútbol aficionado antioqueño no lo olvida; bajo su mando, Antioquia en 1962 salió campeona nacional, supo el Caimán mezclar la experiencia de algunos veteranos como Lincoln Hernández, Humberto Tucho Ortiz, Carlos García, Fabio Rave, Alfonso Chaverra con talentos jóvenes como Gustavo Cifuentes, Diego Restrepo, Álvaro Molina, Oscar Pacho García, Emiliano Gómez.
No puedo terminar sin dejar de recordar el famoso Caimán Bar allá en Medellín, en Palacé diagonal al Hotel Nutibara, vecino de nuestro gran fotógrafo Obando; un bar de lindas mujeres, linda música, no era un lupanar, era de damas con dignidad y caballeros con la costumbre del respeto; lo administraba el Patón Sánchez; era época de lindos sitios como “El Potro” de Alberto Podestá, nacían Los Raudales en distintos sitios de la ciudad, Las Tortugas, La Hostería, La Cabaña de Joaco y me tiembla el lápiz por esas ganas de hablar de Lovaina, El Fundungo, Las Camelias, La Calesita Y la Bayadera; si el Caimán me lee, sabe de que estamos hablando, él pasaba en bus.
Efrain Elías Sánchez Casimiro, emblema del fútbol nacional, brilló en el fútbol internacional, supo transmitir lo que el fútbol le enseñó. Con la misma sencillez con la que llegó al curubito, asi vive hoy sus años de la tercera edad, son mas de ochenta con una memoria prodigiosa para recordar, con una lágrima próxima a rodar cuando escucha que Colombia y su gente no olvidarán jamas la bondad que tuvo al brindarnos en cada atajada, en cada cierre de sus tenazas, en cada “voladora”, en cada título, una inmensa alegría.
En el libro del fútbol, Caimán Sánchez se escribe con letras de molde. Fue el mejor, sigue siéndolo! Q.E.P.D.
{Álvaro “Polaco” Galeano]
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PRONUNCIAMIENTO DEL DIM
Hasta siempre, Caimán

La Familia Roja está de luto, se ha ido uno de los más grandes guardametas de nuestro continente, un referente del arco y un prócer de esta historia de 106 años. Lamentamos profundamente el fallecimiento de Efraín Sánchez, el Caimán más gigante de todos. Un ejemplo, una persona excepcional.
Fue el cancerbero de las primeras dos estrellas del Decano en el profesionalismo, defendió estos colores entre 1955 y 1957 y luego de 1960 a 1963. Nos puso en los ojos del mundo. Además, es leyenda de la Selección Colombia, como hito más importante estuvo en la Copa del Mundo de Chile en 1962. Dirigió además al DIM en dos ocasiones. Es sin dudas uno de los jugadores y personajes más importantes del balompié criollo en toda su historia.
En homenaje a tan magno ser humano, a partir de la fecha, los arcos de la Sede Deportiva del club pasarán a llamarse Efraín “Caimán” Sánchez.
Paz en su tumba, enviamos un abrazo a sus familiares a quienes acompañamos en su profundo dolor.
(Fuente: Comunicaciones DIM)
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