Capsulas de Carreño

Mal el fútbol del DIM,  pésimo el arbitraje.

BOGOTÁ. Brayner de Alba, de gran técnica, enfrenta al ecuatoriano Luis Luna quien no aporta lo esperado al servicio del DIM. Para los «aseguradores», agridulce empate. Foto @Equidadfutbol.

Por María Victoria Zapata B.

Un empate  que pudo haber significado tanto, teniendo en cuenta la excelente campaña de Equidad en el actual campeonato, se convirtió en un motivo más de preocupación por todas las carencias del Deportivo Independiente Medellín y por  un arbitraje que  definió de un todo y por todo el resultado del  partido.

Ya con la certidumbre  de que el fútbol  rojo exhibido en sus  compromisos  ante Millonarios, Cali y Junior fue tan solo una ilusión,  cada presentación del  DIM   es deplorable y tortuosa y es,  lo expresé en anteriores columnas,  el reflejo de una administración  caótica y sin norte alguno.

Anoche, ante Equidad, quedó demostrado por enésima vez  que el técnico Octavio Zambrano carece de  la más elemental de las nóminas,   que los  desesperados experimentos del técnico están acabando con el nivel de Ricaurte y Castro, que los futbolistas  vinculados para la actual temporada no marcan diferencia,  que la lucha de  Germán Cano es en solitario y que, definitivamente, no disponemos de jugadores de recambio.

Es importante  el punto obtenido en el estadio de Techo  puesto que  suma. Sin embargo gran parte de  los 90 minutos  ante Equidad fueron deplorables. Así  Juan Fernando Caicedo haya  acabado al minuto 11  con el invicto del cancerbero Diego Novoa y se haya notado una ligera mejoría en la zaga,  táctica y estratégicamente el fútbol del DIM es paupérrimo, como lamentable es el comportamiento de la defensa y  medio  campo rojos.

Por ello,  ocho fechas después del inicio del torneo,  muchos hinchas nos seguimos  preguntando  cual es el aporte  de la centrales y laterales,  del por que de la contratación del ecuatoriano  Luis Luna y del uruguayo Jonahatan Barboza, o  el por que  del retorno de Javier Calle, Ever Valencia y Yorleys Mena.

Pero es más deprimente  preguntarse  por que se desdibuja cada vez más  la vocación ofensiva  mostrada por el DIM en las primeras fechas del campeonato. Ver como después de una anotación a favor,  el equipo “corre” a refugiarse en  zona propia  a sabiendas de sus múltiples limitaciones defensivas. Y también duele ver a Andrés Ricaurte  despojado de su verdadera  posición  y deambulando inútilmente  en mitad de campo, al Chacho Castro “erigido” como volante externo y privado de su rol de delantero con gol y al gladiador Cano en una lucha tenaz y desigual, que le obliga a bajar, inclusive,  hasta  la zona posterior del DIM en busca del balón.

Y lo peor de todo, fue ver un DIM  replegado desde el minuto 11. ¡ Inadmisible…!!!

A pesar de que intentó con el contragolpe y  “aguantó” hasta el final por la conservación del empate, lo  que vimos anoche ante Equidad, es el mismo  DIM actual: Una escuadra sin  los futbolistas que precisa para hacer una campaña medianamente aceptable, perdido en la jungla de su  incapacidad  defensiva, la improductividad  de su medio campo(en ambas líneas de volantes)  y el sacrificio impuesto  a sus atacantes, dominado por el miedo escénico  del que se contagió  desde fechas atrás  el técnico Octavio Zambrano  al punto de dejar de lado la vocación ofensiva,  y que, además,  no dispone de nómina titular  ni  suplente para cubrir los enormes vacíos del equipo.

Es la radiografía de un DIM que  NO tiene nómina…!!!

¿Y el arbitraje? Una vergüenza.

Pero al margen de  las deficiencias del Deportivo Independiente Medellín, nada justifica  el arbitraje de  Mario Herrera, determinador del  resultado del encuentro.

Un penal inexistente   pitado a favor del onceno asegurador, que  cobró el delantero Carlos Peralta  para la igualdad al minuto 48 y  una pena máxima  no sancionada  al DIM, por falta a Leonardo  Castro, al minuto 57,  le otorgaron  el máximo protagonismo al colegiado llanero.

Nos encontramos, infortunadamente, con un problema recurrente  en esta Liga Águila II y también en Copa Águila. Basta recordar los tres juegos anteriores, por ambos campeonatos, ante el Once Caldas: la anulación  de un gol lícito a Germán Cano, la no sanción de una pena máxima clarísima a favor del DIM  y la validación de una anotación  en fuera de lugar, entre otros, obligan a la mención de unos arbitrajes  con incidencia directa en los resultados.

Lastimosamente el DIM no tiene más dolientes que sus hinchas, por lo que no espero pronunciamiento alguno de la dirigencia roja.

¿Y es que acaso tenemos dirigentes???

La respuesta es la misma que para el equipo.  NO…!!!
María Victoria Zapata B.

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