Capsulas de Carreño

Microciclos: amanecerá y veremos

Luis David ObandoPor Luis David Obando

* Al paso que vamos, alguno de los microciclos tendrá que cumplirse en tierras chinas.

 

Para pensar: los 18 convocados por José Pékerman a los microciclos preparatorios del combinado nacional pertenecen a la nómina de apenas cinco equipos de nuestro flamante rentado, y eso que el 66% se reparten entre Nacional y Junior. Cali, Medellín y Millos, con la unidad de la honrilla, envían el resto. Aunque sea una pregunta retórica: ¿Alguien explica que ninguno del 75% restante de los equipos profesionales tenga al menos un jugador para mostrar en la Selección?

La culpa no es de Pékerman, sin duda. Como tampoco lo es que Atlético Nacional acapare con sus figuras el 44% de los cupos. Es lo que da la tierrita, y así jugamos acá. O mejor dicho, los que quedan acá, porque allende las fronteras hay cantidades de estrellas pero están en puntos bajos de su fulgor. Buena la tiene el buen don José con el dilema de a quiénes llamar: los de Europa que ahora apenas sirven de sparrings a las verdaderas figuras de allá, o los activos cada fecha de un torneo doméstico cuyo punto de exigencia es de mediano para abajito.

En todo caso, ese es apenas uno de los acertijos a resolver por el cuerpo técnico argentino. Otro es el de su modus operandi de seguimiento a los jugadores de Selección, pues el de videos ya se va agotando porque la globalización del fútbol lo va tornando desueto. Lo de los microciclos al menos sirve para calmar la jauría que muy en alto se pregunta en dónde están Pékerman y los suyos la mayor parte del tiempo, pero allí no está del todo la respuesta.

Tampoco está en Inglaterra ni en Italia (salvo la excepción de Bacca) ni en España (salvemos aquí a James). El problema, la gran cuestión, es que los mejores (o al menos los fijos de las convocatorias) se están yendo para China, y para allá no suelen comprarse tiquetes de avión ni, mucho menos, boletas de estadios. Mientras tanto, aquí miramos el fútbol chino por debajo del hombro, un prejuicio que puede llevarnos a sufrir mayores dolores de los que deberíamos.

Aunque fuera por pasear, por físico turismo, no estaría de más una gira por el Lejano Oriente. De pronto hasta sorpresas nos encontremos, y cualquier cosa es ganancia si lo que esperamos de antemano son partidos de troncos cuyo único verdor es el reflejo de los billetes en abundancia. Y quién quita, hasta en el mejor de los casos algún microciclo habría que convocar allí, para ajustar de a poquitos un equipo de postín que nos salve la papeleta frente a Bolivia y Ecuador.

Queda un mes para armar el rompecabezas. Deseémosle suerte a don José y, para ayudar, crucemos los dedos…

Compartir:

2 comentarios

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *