Capsulas de Carreño

Millonarios antes, durante y después

Jose Jaime PerezPor José Jaime Pérez Pineda

*Perdió invicto de seis juegos.

Tuve la oportunidad de ver a Millos nuevamente en tierras antioqueñas, esta vez, en su primer partido oficial en Rionegro. Esto fue lo que observé y viví, antes, durante y después del partido que ganaron los paisas 2 – 1.

Antes. Como ha sido una costumbre cuando Millos juega en tierras antioqueñas, otra vez las medidas injustas y represivas con la hinchada azul. Nada de parafernalia ni camisetas alusivas al equipo y lo que nunca había visto. Si bien es entendible que no se permita el ingreso de correas y paraguas por ejemplo, prohibir la entrada de bolsos, ya raya con el límite de lo ilógico. Entonces, para qué está la fuerza policial? No es su deber requisar en los anillos de seguridad y en la entrada a un estadio, las pertenencias de los hinchas? Pero bueno, estas “medidas” ya se están convirtiendo en algo común. Plazas como el Atanasio Girardot, el estadio de Ditaires (Itagüí) y el Alberto Grisales (escenario del partido de hoy), deberían aprenderle a la plaza del Polideportivo Sur de Envigado y a las directivas de este club, donde sí se permite que el hincha foráneo ingrese distintivos de su divisa.

Antes. Llegaron al estadio unas 4000 personas, muchas de estas, seguidores azules, demostrando que pese a tantas restricciones, son fieles y nobles a su equipo. Lo curioso, mucha gente viendo el partido desde afuera, ubicándose en un punto que permite ver el desarrollo de las acciones.

Durante. Se pudo ver en el primer tiempo a un equipo local con mayor propuesta de juego, generando dos opciones claras de gol, a los minutos 10 y 40. En cambio, un Millos enredado e incluso dilapidando un penal cuando iban 15 minutos, después de un cobro muy anunciado por parte del paraguayo Cristián Ovelar (de flojo rendimiento). La primera mitad terminó con ventaja por la mínima diferencia por parte de Rionegro, tras concretar un cabezazo a los 25 minutos.

Durante. Para los cuarenta y cinco minutos finales, el técnico Rubén Israel, manda a la cancha a Rafael Carrascal por Elkin Blanco y a Andrés “Manga” Escobar (de buen rendimiento) por Héctor Quiñones (a falta que hace Deiver Machado como lateral izquierdo!) y el equipo fue más incisivo y salió decidido por el empate. Después otro cambio (Jonathan Agudelo por Ovelar). Producto de todo esto, se presentaron varias opciones de gol, a los 8, 10, 15, 20, 22 y 24 minutos (donde David Silva, otra de las figuras del visitante, fue protagonista en varias de éstas), pero la mala puntería o las manos del arquero local, impidieron la paridad. Ante la falta de contundencia y viendo el derroche embajador, el local sí supo aprovechar el partido y en un contragolpe a los 31 de la complementaria, sentenció prácticamente el triunfo. Ante esto, los hinchas locales comenzaron a corear el “olé, olé, olé” y pese al descuento de Jonathan Estrada faltando cinco minutos para el cierre y al empuje del visitante, esto no fue suficiente para llevarse tan siquiera un punto a Bogotá.

Después. Luego de la primera derrota por liga, el equipo pierde un invicto de 6 fechas (sumando la fecha 20 del finalización 2015) y  ahora, ya no es líder sino colíder, junto al Medellín y al Once Caldas, con 11 puntos.

Después. Jugado este partido, el historial entre ambas divisas por liga, tiene una leve inclinación a favor de los antioqueños. Han jugado 11 partidos, con 4 triunfos azules, 5 del Rionegro Águilas (inicialmente conocido como Itagüí y después Águilas Pereira) y 2 empates. 15 goles azules contra 14 de los paisas. Es de anotar que también se enfrentaron en las semifinales de la Copa  Colombia de 2010, con triunfo del visitante en El campín 2 – 3 y victoria de Millos 3 – 2 en Ditaires (al final avanzó Itaguí al derrotar en los penales 5 – 4 a los azules).

[José Pérez, hincha azul]

PD 1: Tres jugadores del campeón 2012, aún hacen parte de la nómina de este Millonarios y los tres actuaron hoy (Lewis Ochoa, Rafael Robayo y Elkin Blanco).

PD 2: Pese a la derrota, en lo personal, lo importante fue ver a Millos. Fue el partido número 50 en el que puedo acompañar a mi azul querido (Envigado, Medellín, Itagüí y Bogotá, son las otras plazas donde he estado).

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