Capsulas de Carreño

Minas de jóvenes. Por Pablo Arbeláez Restrepo

Óscar Rivera (Ebsa), de 26 años, fue el ganador de la décima etapa de la Vuelta en el mítico alto de Minas. Foto cortesía Liga Postobón.

Óscar Rivera (Ebsa), de 26 años, fue el ganador de la décima etapa de la Vuelta en el mítico alto de Minas. Foto cortesía Liga Postobón.

 

 

Por Pablo Arbeláez Restrepo

 

Pablo Arbelaez

Por años, boyacenses y cundinamarqueses, fueron los encargados de tirarse en la fiesta de los antioqueños.

El alto de Minas era considerado como un territorio inexpugnable para los paisas desde que Ramón Hoyos Vallejo prácticamente  vapuleó al famosísimo Fausto Coppi, camino de La Quiebra, en uno de los primeros capítulos del Clásico El Colombiano.


Pero se tenía que llegar el día que los Paisas en caravana entregaran el testimonio y vieran cómo otros se encargaran de hacer la fiesta, especialmente en el alto de Minas, algo así como el territorio sagrado de Hoyos, Pintado, Medina, Cochise, Suárez, Muñoz…


Roberto Pajarito Buitrago, Hernando Gómez, Jorge Luque “El Águila negra”, Alfonso Torres fueron algunos de los que abrieron el postigo de la puerta del alto de Minas, para entregarlo a manera de testimonio, años después, a Rafael Antonio Niño, Fabio Enrique Parra, Patrocinio Jiménez, Israel Ochoa, Álvaro Sierra, hasta llegar al hoy.


Y ese presente es Óscar Javier Rivera (Ebsa), nacido en Santa Rosa de Viterbo, quien plantó bandera de nuevo con la muy colorida presencia del elenco dirigido por Rafael Antonio Niño, ganador de seis ediciones de la Vuelta, quien le tiene el palito a la escalada de 42 kilómetros. La conoce al dedillo.


Triunfo que estrena lo inédito de terminar en el alto de Minas, con una escalada hecha por el muchacho de 26 años, que el año pasado fuera campeón de la Vuelta a Boyacá, en un tiempo de 1:38.23 para ascender la mítica cumbre de 2.446 metros sobre el nivel del mar, que este miércoles estuvo repleta de sol.


Mensaje de renovadas esperanzas de un corredor camino de la madurez deportiva, instalado en ese mano a mano entre el líder Mauricio Ortega (Orgullo Antioqueño) y el español Óscar Sevilla (EPM-Une), quien a falta de 500 metros dejó sembrado al antioqueño, quien defiende por 22 segundos su franela amarilla.


Para fortuna del pedal criollo que pide caras nuevas –una gran mayoría se fue para Europa-, otros dos rostros juveniles mostraron su determinación en la escalada. Hernán Aguirre (Manzana Postobón) –el mejor de los Sub-23 tuvo arrestos para hacer la fuga a diez kilómetros de la meta-, donde todo es olor a arepa, en tanto que el novato Miguel Flórez (Raza de campeones) enseñaba sus ambiciones de años mozos.


Minas para quienes muestran deseos, en tanto que la lucha de los mayores, los cargados de experiencia, mira hacia el título con el regocijo paisa de Ortega. En un futuro Aguirre y Flórez tendrán su momento, como el que vivieron en la Vuelta del Porvenir. Ese que ya amasan.
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