Capsulas de Carreño

MOMENTO DE FALCAO. César Polanía, El País

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Por César Polanía, El País

 

 

*No nos olvidemos de que es el goleador histórico de Colombia. Que el país lo ama. Y, sobre todo, lo necesita. Bienvenido, Falcao. A torcer la historia.

 

Minuto 38 del segundo tiempo. Falcao cobra el penal abajo, al palo derecho del arquero Claudio Bravo, que se lanza al otro costado. Es el empate 3-3 frente a Chile, en el Metropolitano de Barranquilla. El ‘Tigre’ sale a celebrar el gol con la boca llena de gloria, se quita la camiseta y la agita por los aires con la mano derecha como si llegara victorioso de una batalla campal, mientras todo un país quiere abrazarlo ese 11 de octubre del 2013. Colombia clasifica al Mundial…

Enero 22 del 2014. Falcao se lesiona la rodilla en un partido con el Mónaco por la Copa de Francia frente a un rival de tercera. Su gesto y sus gritos de dolor hacen presagiar lo peor. El ‘Tigre’ se ha roto los ligamentos y pone en riesgo su participación en el Mundial de Brasil…

Junio 2 del 2014. Apenas cinco meses después de aquella grave lesión y luego de acelerados esfuerzos por recuperarse, Falcao anuncia, junto con el técnico Pékerman, que no podrá estar con Colombia en el Mundial. Se lamenta el ‘Tigre’. Llora todo un país…

Lo que siguió fue una cadena de infortunios para un delantero que, antes de la lesión, fue tapa de todos los diarios, estuvo en la agenda de contrataciones de los grandes clubes del mundo y conquistó corazones en todo el planeta.

Pero el ‘Tigre’, dueño de una fe inmensa y con una valentía admirable ante las adversidades, supo aguantar paciente cada embate y poner el pecho sin derrumbarse cuando la tormenta más fuerte arreciaba.

Hoy —ya era hora—, parece que el fútbol vuelve a sonreírle y que es el momento de comenzar un nuevo capítulo en su vida. Falcao ha sido convocado otra vez a la Selección y, qué curioso, para enfrentar justamente a Chile, el mismo equipo al que le marcó dos goles inolvidables en el Metropolitano para poner nuevamente a Colombia en un Mundial, después de 16 años, aquel 11 de octubre del 2013.

Los goleadores son una raza aparte en el fútbol. Pertenecen a una estirpe distinta y lo primero que necesitan es creer en ellos mismos. Después, la confianza del entrenador, sus compañeros y la hinchada. Luego, paciencia como a ningún otro jugador. Y, por último, partidos y más partidos para recuperar su mejor versión. El día que la rompen, nadie los para. Así es y no hay otra fórmula para verlos de nuevo en el nivel que queremos.

Falcao llega a la Selección en un momento en que sus delanteros habituales no están conectados con las redes contrarias y al conjunto de Pékerman le ha costado anotar. El ‘Tigre’ viene de marcar dos goles en la Liga de Campeones con el Mónaco (y repitió doblete este sábado en el torneo doméstico) y con ello le envió un mensaje claro al técnico. El samario está listo y solo necesita un ‘chance’.

Yo le daría la titularidad frente a Chile el próximo jueves. Este es el momento del ‘Tigre’. Y ponerlo desde el primer minuto no atentaría contra los hombres de la ofensiva, pues ninguno de ellos anda bien con la camiseta amarilla. Hay que arroparlo. Hay que darle confianza. Hay que quererlo y consentirlo. No nos olvidemos de que es el goleador histórico de Colombia. Que fue él quien le dio el tiquete a la Selección rumbo al último Mundial. Que ha sido también su capitán. Que el país lo ama. Y, sobre todo, lo necesita. Bienvenido, Falcao. A torcer la historia.

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