Capsulas de Carreño

Nacional acude a la cantera, faltaba dirección.. Por Álvaro «Polaco» Galeano

Atlético Nacional 1968. Foto archivo Álvaro «Polaco» Galeano.

Por Álvaro «Polaco» Galeano.
Columnista Cápsulas.

 

*Equipo sin gloria pero con el lujo de lo bien jugado, talvez la apuesta a un túnel, un taquito les hacia olvidar de la importancia del resultado.

Estamos en 1968, Atlético Nacional viene buscando su norte, aun no se apersonaba Hernán Botero del timón, pero su hermano Jorge trabajaba con la base representada en los famosos Sulfácidos, empresa que fungía como patrocinadora, al fin y al cabo era una sociedad de la familia Botero Moreno.

Vamos a ver este cuadro con campañas muy pobres en puntos, pero con una vitrina para jugadores criollos que en su mayoría vestían luego grandes casacas y la de nuestra selección. Miremos este modelo 68, que ocuparía el puesto 11 en la tabla, pero no dejaban de jugar bien, de eso sabían….

Parados   

Anibal Cárdenas, el popular «Rastrillo», arquero de inmensas condiciones a pesar de su talla, con gran saltabilidad, arrojo y fuerza en sus brazos, salia a los pies como ninguno, su debut fue en un clásico amistoso nocturno y deslumbró; para su mal, el control a la vida bohemia no lo puso ni él ni el equipo, se daba mucha libertad, poco estímulo y en cortos años Cárdenas deja el fútbol, ayudado por una lesión y vuelve a su trabajo  como profesional de la cerrajería y aun continua a pesar de una tragedia como fue la perdida de su memoria en forma selectiva, pues solo olvida los nombres de las personas, olvidaba decir que fue el arquero en el campeonato nacional de Cali 1968.

Gustavo «Ñato» Ortiz, del barrio Nutibara, salió a la luz en el primer torneo de babyfútbol que organizaba Guillermo Hinestroza. Maltica fue el campeón con figuras como Tato González por poner un ejemplo, allí Ortiz descolló como arquero, pero su desarrollo no le permitió continuar en el puesto y optó por jugar como marcador derecho y allí sostuvo su carrera con buen reconocimiento, parece que llevaba un sello para señalar a sus rivales, los punteros lo recuerdan con dolor en sus canillas.

Reinaldo Sanchez, otro de la cantera, a él debo un reconocimiento y una oración, falleció hace tan solo dos meses. A pesar de su tamaño. hacia honor al lema de los perfumes, calidad en envase chico, gran cabeceador, rápido en el cierre, después del fútbol y la academia, pasa a trabajar en Coldeportes Antioquia, por largos años hasta la llegada de un bizoño dirigente que hace una de las famosas barridas de político para traer sus amigos de la barra (sonó a tango). Reinaldo era hermano del medico Aristarco Sánchez, deportólogo por muchos años vinculado al verde y al deporte antioqueño y de Elkin, preparador físico de varias selecciones Colombia en la mejor época de nuestro fútbol, la de Pacho y Bolillo..

Gilberto Osorio, el eterno jugador del Nacional, en la buena y en la mala, sólo jugó con el verde desde su primer Nacional de la primera de la Liga que dirigía Humberto Turrón Álvarez. Por mas de 15 años fue el dueño de su posición como marcador que sólo vino a ceder cuando llegó Jorge Ortiz, época de la participación en la Libertadores de 1972 o 73, no preciso bien.

Orlando Marin, el antioqueño de Bello para distinguirlo de Orlando el de Manizales, ya fallecido. Marín, desde su aparición muy joven, sorprendió por su buena condición atlética y su personalidad para enfrentar rivales sin miedo ni pudor, el área limpia!. Jugó también para el Independiente Medellin y Once Caldas, talvez alguno más, este disciplinado jugador y gran persona.

Abel Álvarez, leyenda en el fútbol del Atlético Nacional, de alto nivel en el fútbol nacional el «Panadero», yo lo titulé «el hijo de la casa grande» como le decían a esa acogedora casa familiar allá por Tenchi. Difícil encontrar jugadores como Abel, con una millonaria técnica y una hombría para defender el fútbol y a sus compañeros, con memoria para las cuentas de cobro. estuvo en una selección y debieron ser muchas.

EN CUCLILLAS 

Luis Fernando Pareja, centro delantero goleador en el futbol aficionado, y presente en el gol las veces que apareció en el cuadro profesional; salido de la cantera, talvez su objetivo no era el fútbol rentado, él y su familia eran prósperos comerciantes en el mercado de la carne, Uy, me salió muy de página roja, mejor dicho eran carniceros, dueños de Carnicerias La Reina. Su hermano Álvaro también se arrimó a la dirigencia en los cuadros paisas, NAL Y DIM.

Libardo Vélez, era un chiquilín cuando saltó a la cancha en el profesionalismo y fue de corta carrera este buen jugador, dotado de una muy buen técnica. Había estado en seleccionados antioqueños. es hermano del ya fallecido arquero Ramón Vélez. Este Libardo era bien amigo de Fernado Valencia, padre del hoy famoso Juancho Valencia figura de la música de hoy.

Bernardo Cunda Valencia, papa de los pollitos, ya había sido figura estelar del fútbol criollo y regresaba a Nacional, mas como haciendo una venia de agradecimiento al verde y a su público; aprovechó para hacer de guía a estos párvulos que respetaban su recorrido. Hoy Bernardo esta vivo en la memoria de los hinchas y de sus amigos a quienes nos espera hace seis años. Su hijo es el actual gerente deportivo del DIM.

Ramiro Monsalve, cuando lo recordamos a él y a sus hermanos, se nos marca una sonrisa de alegría al traer a la memoria su fútbol lleno de técnica, gol, potencia y frialdad. Con bajo perfil, no reclamaban el derecho que el público tenía de verlos jugar y los técnicos, tan pobres de ideas creían que un jugador como Ramiro, el mejor en un Suramericano, no podía ser titular. qué estupidez. Cuando en partidos barriales se juntaban los Monsalve, en la tribuna sonaba la Sonora, pero en la cancha estaba Troilo, que orquesta!

Gustavo Santa, el dueño de una época en Nacional y la Selección Colombia. Le bastó con su velocidad y la potente pegada para ser ídolo apetecido por el fútbol internacional, el pobre humor de la tribuna le atribuyó tonterías como que le pegó al reloj Longines y otras cosas, pero quien le quita lo bailao  a este emblema de la punta izquierda Nacional?  Además gran señor que hoy camina con tranquilidad por estas calles añorando talvez su mejor momento, hablando con amigos y acompañando la soledad que le dejó la ausencia de su esposa Gloria.
Ya vemos, equipo sin gloria pero con el lujo de lo bien jugado, talvez la apuesta a un túnel, un taquito o cualquier otra floritura les hacia olvidar de la importancia del resultado, todavía faltaba la llegada de dirigentes que entendieran del negocio y del cuidado de las piezas de la máquina.
??…. polaco

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