Nacional bendecido por los cardenales.

By Alfredo Carreño
Updated: 13 junio, 2025

Doblete de Alfredo Morelos y triunfo que llegó como una bendición de cardenales, que dejó a Nacional con 5 puntos, y que obliga a victorias verdes ante Millonarios de local y Once Caldas de visitante. Foto @nacionaloficial.

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Por Jorge Iván Londoño Maya.
Columnista Cápsulas.

La parcialidad verde que pudo ingresar al estadio El Campín, no solo mejoró las arcas del Santa Fe, sino que sirvió para que Nacional sintiera el calor de sus hinchas, que a pesar de las últimas bofetadas recibidas de parte del equipo de sus amores, sigue siendo incondicional, entregada y fiel; lo que también aplica a los que tenemos abono medido en pulgadas del televisor.

Nacional pudo contar con los paseadores Ospina, Román y Marino. Los demás fueron los mismos de la A hasta la Z; incluidos los ausentes de siempre.

En el juego previo, Tolima hizo un partido endiablado, y le puso tres cachos al América, para un triunfo pijao que benefició al Medellín, porque de ganar su próximo partido, precisamente ante el Tolima, plantará la bandera de finalista en lo poquito que queda del cerro Pan de Azúcar.

Con el pitazo inicial Nacional se fue de bruces al campo Santafereño, y producto de ello se dio el pisotón de Torres a Morelos, lo que originó el tiro penal, confirmado por el VAR, y cobrado por el mismo ofendido. Menos de 5 minutos y Nacional se montaba en el marcador.

No había pasado la euforia del gol, y Román se desploma sobre el césped, lo que genera una catarata de manos arriba pidiendo auxilio y la ambulancia. Al final, lo que se creía grave, se atribuye, posiblemente, a una perdida del equilibrio regulado por el sistema auditivo; por fortuna. Esta situación obligó al ingreso de Castro.

La desventaja condiciona a los cardenales a intensificar su ataque que culmina con el gol del empate, que nace de un remate que Ospina, haciendo caso omiso del primer mandamiento, rechaza al frente y le deja servida la redonda a Rodallega, siempre oportuno, o “huevero” como decíamos en el barrio, para que con solo soplar la mande al fondo de la red.

Bastaron 10 minutos para que Cándido desde su punta, mandara un centro geométrico al área cardenal, centro que capitaliza Morelos que de cabeza mande el balón al ángulo opuesto que custodiaba Marmolejo, y Nacional se montaba nuevamente en marcador, cifra que prevaleció hasta la finalización, y que permitió encarrilar al verde.

Durante los 8 minutos de reposición, Morelos hace una jugada intrascendente, algo parecida a la del maseé en el billar, que no es bien vista por Rodallega, viejo zorro, y que genera empujones y discusiones, que terminan con tarjeta amarilla para el ejecutor. Quiere decir, entonces, que el fútbol se debe limitar a jugaditas humildes que no generen “emberriondadas” del contrario, y dejar para los entrenamientos, esas jugadas vistosas que hacen parte del repertorio técnico de cada jugador, muy distintas con las que se demuestra prepotencia, como aquella de pararse en el balón. Valiente gracia.

En la segunda mitad Nacional se dedicó a defender su tesoro, a veces con un juego insulso, que puede ser traicionero, pero que anoche tuvo a la diosa fortuna de su lado. Viveros y Zapata tuvieron acciones claras de aumentar el marcador, pero Marmolejo lo evitó en el primero y Zapata mando el balón al ostracismo.

Triunfo que llega como una bendición de cardenales, que deja a Nacional con 5 puntos, y que obliga a triunfos verdes ante Millonarios de local y Once Caldas de visitante, y empates en los otros partidos; si esto se da, Nacional llegaría a 11 puntos y sería el clasificado en su grupo. Cuando las cosas no hacen bien desde el principio, se tiene que recurrir a soñar o a ilusionarnos como lo hace la solterona. ¡Que hacemos pues!

Son dos partidos críticos en los que el técnico tendrá que quitarse el saco y arremangarse para demostrar sus conocimientos, que suplan con estrategias y tácticas, las falencias técnicas que exhiben algunos jugadores, y las fallas del equipo en defensa, zona en la que Tesillo es el héroe de cada jornada, tal como Campuzano en el medio campo, y que han sido el talón de Aquiles.

“El reto está en el momento. El tiempo es siempre ahora.” James Baldwin.