Nacional con Equidad en juego y goles.

By Alfredo Carreño
Updated: 20 julio, 2025

Juan Zapata se filtró por entre dos defensas de la Equidad y sin dejar caer el balón lo impulsó al arco para vencer al portero Esteban. Tan solo 140 segundos habían transcurrido desde el pitazo de Bismarks. Foto @nacional oficial.

=======

Por Jorge Iván Londoño Maya.
Columnista Cápsulas.

La casa se puso en orden para ver el debut en este torneo de su otro hijo predilecto, el verde de la montaña. Llegaron los invitados para que jugadores y cuerpo técnico sintieran que la cercanía, a pesar de los pesares del torneo anterior, sigue en pie.

Gandolfi le apuesta al mismo once que ganó en Manizales. Solamente una novedad pero en el banco, la presencia de Batista, la nueva contratación. Siguen en fila, con ficho en la mano, Román, Campuzano, Cándido y los “nuevos” en remojo.

Se inicia el partido, y justo cuando en el estadio muchos todavía estaban subiendo las escaleras, y otros en nuestras casas acomodábamos la almohada, sale como por encanto, de la lámpara de Cardona, un pase al mejor estilo de Manolete para Zapata, quien se filtra por entre dos defensas de la Equidad y sin dejar caer el balón lo impulsa al arco para vencer al portero Esteban. Tan solo 140 segundos habían transcurrido desde el pitazo de Bismarks Santiago, quien hace parte de la barra de árbitros costeños, y de muy buen desempeño. ¡Pa´que si sí!

Ahora sí, arriba en el marcador y con todos acomodados, Nacional comienza su repertorio de pases y se apodera del partido. Cardona, amo y señor del medio campo hace las veces de gerente de Rappi, para distribuir balones a diestra y siniestra. Marino arma su cambuche en su zona, ayudado por Castro, y Sarmiento hace lo mismo en el lado opuesto con Salazar. Morelos se la rebusca por todas partes. En la mitad Zapata y Matheus instalan el retén. A propósito, ¿Por qué Matheus, quien ha mejorado su juego, comete unas faltas innecesarias, tan supremamente atropelladas, que por lo general alguna de ellas termina en amarilla?

Minuto 33; jugada por la franja derecha; un defensa asegurador trata de rechazar el balón, pero éste pega en Marino que lo recupera, avanza y hace señor centro para que entre Sarmiento, que con alevosía, premeditación y un saltico, mande soberbio taponazo para vencer a Esteban.

Dos goles que reflejaban la superioridad del verde sobre el negro, color que uso La Equidad; equipo en el que distinguimos a Parrita, que hasta hace media hora jugaba en Nacional, pero fue cedido en calidad de “tenémelo ahí” para que sume minutos.

Para la complementaria el panorama cambia un poco, porque La Equidad entra más afinado en juego. Producto de ello es el descuento al minuto 49, que nace de un despeje en defensa de la Equidad, que coge a la defensa de Nacional con los calzones abajo, porque todos estaban volcados al ataque; plena carrera de un jugador contrario, pase al centro para que Parrita, sin pensarlo, chute al arco para vencer a Ospina. Manos arriba pidiendo perdón. ¿De qué y por qué Parrita? Si ese es tu trabajo y ahora estás en ese equipo. Está bien pues, perdonado, pero no lo vuelvas a hacer, al menos contra el verde.

Este gol del descuento le puso al técnico español, Diego Merino Rivera, con pinta de actor mexicano, una cara menos agria que la que puso al momento de los goles en contra.

Nacional vuelve y entona, porque un marcador de 2 a 1 es más peligroso que anaconda con cólico. Por fortuna, al minuto 67 nuevamente Cardona saca otro pase de su repertorio para Marino, quien maniobra y centra para que el balón caiga justo a la cabeza de Morelos, que empalma un certero cabezazo, y deje el marcador en un definitivo 3 a 1. Al minuto 77 sale Morelos y entra el uruguayo Facundo Batista, a quien le deseamos que sea muy fecundo en goles.

No solamente fueron los tres goles, sino las varias opciones de gol que no se concretaron, producto de las continuas llegadas de Nacional al arco contrario, lo que da un parte de tranquilidad. Además, en este nuevo ciclo, se ve a un Nacional más acucioso en marca, que se inicia desde la salida del equipo contrario; a un equipo solidario y práctico. Sigue faltando ese cuartico de afinación en defensa y en contención.

Buena presentación del equipo, qué en dos presentaciones mantiene la equidad en su juego y en el marcador.

Esperamos que Gandolfi, a cambio de mantener las manos en los bolsillos, las meta en el trabajo que logre acoplar el onceno ideal para afrontar la fase siguiente de la Libertadores; porque el partido de ida frente a São Paulo, está a la vuelta de la esquina.