Nacional, equipo predecible (Gilberto Maldonado Bonilla)

Por Alfredo Carreño
Actualizado: 22 agosto, 2015

Por Gilberto Maldonado Bonilla

*Busca la luz pero ésta lo enceguece y se ve obligado a buscar la oscuridad.

Demostrado hasta las saciedad. El gran partido jugado frente a Deportivo Pasto es asimilable al enfermo terminal que tiene sus momentos de lucidez física y mental que hacen nacer en sus dolientes la ilusión de ganarle la batalla a la muerte.

Atlético Nacional es un equipo predecible. Ya sabemos a que atenernos después de un buen partido. El siguiente será regular, o malo, en lo futbolístico.
Mentalidad cíclica. ¿Congénita? ¿Falta de profesionalismo?
Entonces, me sigue rondando la incógnita de si el problema de Atlético Nacional, en lo que ha identidad, o memoria futblística, se llamaba Juan Carlos Osorio.
Concreto. El problema no era el señor Osorio; como tampoco lo es el señor Reinaldo Rueda recibido como el salvador, el mesías, el redentor de Atlético Nacional.
El señor Rueda era el predestinado a que las “buenas costumbres” futbolísticas tomaran su sitio.
Que tenemos ahora? Quizá un equipo altamente burocratizado. Con jugadores que no toman conciencia de sus capacidades, de su responsabilidad social asumida como el respeto a quienes han hecho un gran esfuerzo económico por adquirir un abono o el tiquete individual.
Es necesario tocar el aspecto del funcionamiento. En esta “nueva” etapa el equipo ha ganado seguridad defensiva. Ha progresado en la tenencia y dominio del balón.
La tarea es hacer un equipo mas vertical a la hora de buscar el arco contrario. Se ha regresado a la concepción del medio campo como génesis de fútbol ofensivo.
¿Se tiene en esta área jugadores que sean garantía de una constante creación? El señor Macnelly Torres es cíclico a mas no poder. Pero es necesario reconocer que esta nueva etapa en Atlético Nacional se tiene a un jugador mas predispuesto a la continuidad.
Jugadores como Alejandro Guerra y Yulian Mejía, quienes podrían ser los socios de Macnelly Torres, no han tomado conciencia de sus capacidades futbolísticas.
En el frente de ataque la situación es oscura. Duque contra el mundo. No hay jugadores extremos que abran los cerrados esquemas defensivos.
Atlético Nacional es el protagonista del mito de la caverna. Busca la luz pero ésta lo enceguece y se ve obligado a buscar la oscuridad.

[Gilberto Maldonado Bonilla, Medellín, Brisas de San Diego]