Nacional grotesco, DIM brillante. Por Jorge Enrique Vanegas

Por Alfredo Carreño
Actualizado: 15 octubre, 2018

Por Jorge Enrique Vanegas

*DIM y un panorama muy distinto frente a los de la otra orilla verde y lo también muy admirable del otro cuadro paisa Rionegro con su gran campaña.
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-Otro papelón, en un barco que se hunde y no tiene capitán ni navegantes., Es la evocación bíblica del Diluvio universal y de la Torre de babel. Que bajo ha caído Atlético Nacional, peor imposible.

-Lo del señor Lucumí –el menos culpable- y esa mala persona, ese irresponsable y prepotente, un personaje siempre problema adonde fue, Dayro Moreno, es el moño pero ensangrentado de lo que está sucediendo. Algo escandaloso, inadmisible y vergonzoso.

-Y la falta de carácter, encubierta por “la mesura y prudencia” del hasta hoy fracasado presidente y su equipo de burócratas inútiles, quien no sale a hablar claro y de manera contundente frente a un hecho de esta magnitud.

-Nacional está explotado por dentro, allí no hay liderazgo de nadie, ni presidente, ni técnico, ni entre los jugadores, así sea el visible otro involucrado en francachelas, como las habituales de Dayro Moreno, Henríquez, quien al menos si da la cara y dijo claro a los medios y afición que era un irrespeto total lo protagonizado por causa de Moreno en campo y vestuario. Actúa como un patán, y no es de hoy. El es así. En una empresa seria, hoy estaría fuera de ella y echado con justa causa.

-Y desde lo futbolístico, resultados y posición, Nacional sigue cayendo. Ya por fuera de los 8 y como está ese equipo con alto riesgo de ni siquiera ser capaces de clasificar. Está en riesgo el Club, con su irregularidad manifiesta, su falta total de eficacia, su carencia de gol. Y mucho que ver el irresponsable Dayro Moreno, quien por cada uno que hace -la inmensa mayoría penas máximas- desperdicia 4 claras por partido.

-Y con ese nivel, en la final de la Copa Colombia, un título de consolación, para jugadores sin ambición, sin ganas, que no se entregan en el campo, -solo destacar en ello a los argentinos que trajo este año, sin que sean muy buenos futbolistas- para un equipo al que se le agotan los tiempos de espera y del cada vez más estoico aguante de los hinchas.

-Y reseñar como culpables nucleares en la pésima gestión del equipo, fuera de los tantos gerentes que allí hay –innecesario- presidentes -los últimos 2- la fatal y nefasta comisión técnica. Ahí tienen, sacaron a Macnelly, Nieto, Arias, Mosquera, Dájome, Velasco, todos importantes en sus clubes, y hasta los regalaron o les siguen pagando el contrato. Desarmaron el equipo y se dijo, se advirtió desde el cierre del primer semestre. Pero “Doctores tiene la Santa madre Iglesia”. Claro que imperdonables actos de los que hay por Nacional.

-Pasemos al DIM, qué muestra de entereza, qué triunfo brillante en Cali y los tres últimos en juegos decisivos (0-3 ante Patriotas, 2×1 al Nacional y 1×2 al América). El rojo juega bien, ha reajustado su funcionamiento, es contundente, da gusto verlo atacar, hay unión, hay compromiso y el técnico muestra liderazgo y dirección para enfrentar momentos críticos con serenidad.

-La muestra de carácter de los jugadores del Medellín son excepcionales, alentadoras y en tan definitiva etapa del torneo, en plena curva ascendente, hiper motivados todos sus jugadores, y con un nivel extraordinario, los Ricaurte, -superlativo, Cano, Caicedo, David González, los juveniles Castrillón, Mosquera, Angulo y el aporte para soluciones de marca en la mitad de Parra. También ha crecido el sistema defensivo.

-Medellín da una muestra de solidez, de cohesión de grupo, de buen trabajo, de disciplina, de ser respetuoso del balón, de resiliencia frente a momentos de adversidad, afrontar con valentía los retos, y hoy ilusionan a su hinchada de ir por más con la determinación de los mejores. Un panorama muy distinto frente a los de la otra orilla verde y lo también muy admirable del otro cuadro paisa Rionegro con su gran campaña.