Nacional. ¡Hagámonos durito!.

Ilustración tomada de @nacionaloficial.

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Por Jorge Iván Londoño M.
Columnista Cápsulas.

*Este es el Nacional de nuestros amores, el que queremos ver en cada presentación.

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Todo indica que los entrenamientos de Nacional previos al partido contra el Junior, tuvieron más componente humano que físico. Y no era para menos, porque los tres partidos siguientes en el calendario, que más que partidos son pruebas finales, servirán para mostrar la verdadera capacidad de jugadores y cuerpo técnico. Esas tres pruebas hay que ganarlas porque de lo contrario engrosamos la lista de desempleados; así que la consigna es ¡Hagámonos durito¡ y a fe que comenzaron con el guayo derecho.

Nacional contra Tuluá nos enrostró la desastrosa despedida del torneo anterior, pero anoche contra el Junior nos explayó  la reconfortante bienvenida del fútbol colectivo, del fútbol solidario, de la eficiencia y la entrega.

La llegada de Aguilar a la defensa aporta solidez y solvencia en la salida. Ángulo ahora si se puso las charreteras de selección Colombia y Olivera, además de posar como actor extra en el primer gol, que resultó autogol, hizo un buen trabajo, hasta con tiempo para darle una buena atropellada al “nueve” tiburón. Candelo tuvo sus chispazos y Mier, con su atajada al disparo de Velasco, calmó las taquicardias que nos producen sus jugaditas en plena “zona de candela”.

Mejía tuvo algunas apariciones coperas, y le vimos reclamando al árbitro y organizando a sus compañeros. Palacio tiene con qué, pero sufre de crisis de ausencias. Jarlan, este Jarlan, cuando le da la gana es un crack, y anoche le dio, no solo en fútbol sino en comportamiento y en posibilidades de gol. Guzmán desenterró las papas y también pudo anotar. Anoche vimos al Mantilla de siempre, gambeteador, correlón y anotador. Duque es como el espanto de Mina Vieja, aparece cuando menos se espera; también tuvo su chance de gol.

Los que entraron dejaron su huella. Andrade, sin rayitos,  recuperó su fútbol y nos regaló una de sus descolgadas sobre la raya, cuota inicial para el tercer gol que nace de un matracazo de Dorlan, cogido a pica barra y que dejó al portero tiburón en posición de “estatua”. Blanco entró para corretear toda la defensa y presionar en la salida juniorista. Banguero con tiempo apenas para mostrar la moña y dos o tres salidas con solvencia.

El primer gol llegó a los 5 minutos por la vía del autogol,   cobro impecable del tiro de esquina de Guzmán, Olivera trata de cabecear pero no atina por lo que el balón pega en el hombro de Didier y listo el pollo. Olivera aprovecha la ilusión óptica para para darse el “paseíllo” como anotador.

El segundo gol se convierte en el orgasmo del partido. Llega también a los 6 minutos, pero del segundo tiempo, precedido de una sinfonía en verde que comienza desde el propio campo con un pase de Olivera a Palacio quien habilita a Angulo, este pasa a Guzmán, Guzmán a Jarlan quien como a lo Pelé en el mundial de México 70, se la deja a Mantilla para que dé potente derechazo anide la pecosa en el arco del que “nunca jugaría en Nacional”. La goleada, que pudo haber sido más estruendosa, terminó con el gol de Dorlan, ya reseñado.

Este es el Nacional de nuestros amores, el que queremos ver en cada presentación, el equipo que recuperó la memoria y rescató la entrega y la actitud. Bien por el técnico Restrepo que, además de estrenar tenis blancos de marca, debió haberle dicho a sus jugadores……!Hagámonos Durito¡

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One Comment

1. Sergio Diaz

   27 enero, 2022 at 5:22 pm

   POR COMENTARIO DE JORGE IVÁN
   Con respeto don Jorge Iván; eso de que los partidos que vienen son pruebas finales es una expectativa traída de los pelos. Al final lo importante es quedar entre los ocho y ahí si ganarle a todos. De paso Junior se gastó una millonada y trajo técnico de renombre y vea usted perdió el partido; y Nacional con un solo jugador de renombre ( Gio Moreno) que ni si quiera Jugó y lleva dos partidos con la media Inglesa.
   Sergio Díaz

   Hincha de Nacional, WI
   Lake Mills

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