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Nacional, tres puntos al carriel, y ya.
- Actualizado: 15 octubre, 2024
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Jorge Iván Londoño Maya.
Columnista Cápsulas.
Esos partidos sin público son como una misa sin fieles, o un diciembre sin natilla y buñuelos. Anormalidad que se seguirá repitiendo hasta tanto se cumplan las seis fechas de sanción, más el raponazo de los tres puntos, porque la tal comisión ratificó la nada salomónica “pela” dada a Nacional por los desmanes de aquel funesto partido contra el Junior; lo que obligará a los directivos verdes a correr para otras instancias.
Se enfrentaron Nacional, que por estos momentos pocos suspiros arranca, y el Envigado, ahora feudo valluno, que tiene como propósitos exclusivos ser cantera de jugadores y ponérsela de pa´rriba a los dos equipos de la acera del frente.
Nacional con las novedades propias que generan las ausencias, Samu, como reza la camiseta, y Castro que salió lesionado, por Román y Ángulo, ahora convertidos en los chachos del paseo, y Simón García por Aguirre.
En el Envigado “distingo” a Dorlan Pabón, viejo amigo de la casa, y al técnico Orozco, a quien los malos resultados le han sacado canas al por mayor.
El árbitro designado fue el paisa Alejandro Moncada, que sigue los buenos pasos de su paisano Wilmar Roldán.
El partido arranca con un ventarrón naranja que duró muy poco, porque Nacional se adueña del balón, del campo y las oportunidades de gol, que se hacen realidad a los once minutos por parte de Morelos, quien dispara al arco pero el vertical le hace pistola, pero en la segunda jugada marca el primero, lo que nos hizo presagiar que veríamos goles a la lata.
El tiempo restante sigue en la misma tónica, con un Nacional tratando de aumentar la cuenta, y un Envigado que se defiende como puede, incluido el portero que tiene buenas actuaciones. Cardona es el encargado de crear la lluvia de balones al área, bien por cobros de tiros de esquina o de faltas, pero sin resultados positivos. Al minuto 44 cobra Dorlan un tiro de esquina con su sello personal, balón que llega templado y directo al muslo de Simón García por lo que se desvía al interior del arco para decretar el segundo autogol de nuestro juvenil defensa, y el empate para la “Cantera de Héroes”. Con esta generosidad, Envigado frenó una racha de cinco partidos sin anotar.
Para el segundo tiempo Envigado se acomoda mejor en el campo, y ya que mencionamos campo, se ve regular el estado del mismo, y por lo que sacamos pecho, y comienza con más llegadas al arco de Marquines, que tuvo una intervención salvadora al manotear un balón que le pedía besitos a la red. Por fortuna el segundo gol verde llega temprano en los guayos de Morelos, ante pase magistral de Guzmán; los naranjas pidieron fuera de lugar, pero la jugada es completamente lícita.
No se demoró otra jugada polémica, en la que un jugador del Envigado aprovecha un pase de espaldas de un compañero y éste, también de espaldas, vence a Marquines. Los encargados del VAR, acuden a la geometría espacial, y luego de varios minutos deciden que había fuera de lugar, configurado por la punta del cordón del guayo del jugador naranja. ¡Válgame Dios¡
Acto seguido le es anulado otro gol a Morelos por fuera de Lugar de Sarmiento, pero éste no requirió de ayudas espirituales. Al minuto 88 Asprilla es empujado en el área, por lo que el árbitro Moncada decreta el penal, que como siempre, es discutido por el equipo ofendido. Cardona se dispone a cobrar pero Asprilla con cara de mendigo le pide que se lo ceda y el capitán acepta. Todo dispuesto, y desde la cara de susto del cobrador, su carrera y su posición para patear, se pudo anticipar que no sería gol; y tal cual, el balón terminó en los guantes del portero. ¡Qué pena¡
El resumen de los 90 minutos y piquito, podría ser que fue un partido por cumplir, como si se tratara de esos partidos jugados entre los compañeros de fábrica. Se logró el objetivo de echar los tres puntos al carriel, hermoso accesorio en vía de extinción, que tiene a Envigado y a Jericó como su hijo amado, pero avemaría si estamos lejos de vivir tranquilos por el buen fútbol, la contundencia en el ataque y la táctica que garantice óptimos resultados.
“El único modo de hacer un gran trabajo, es amar lo que haces”. Steve Jobs.
Luis D Hernandez
16 octubre, 2024 at 3:33 pm
DE NACIONAL
Nacional hace rato perdió su grandeza, ya no inspira nada, ni miedo, ni respeto ni menos confianza, es un equipo plano, predecible, triste, sin alma. Los directivos, o mejor, los dueños llevaron este equipo hasta este punto, con un técnico novato, mediocre y jugadores normalitos que no hacen diferencia.. Tener un técnico de jerarquía no garantiza el éxito, pero lo acerca mas, caso El Polilla, en menos de 3 meses ya tiene al América de puntero y jugando bien..que tristeza da Nacional.
Luis D. Hernández
Hincha de nacional
Brooklyn