Nacional… Un triunfo capital.

By Alfredo Carreño
Updated: 30 enero, 2022

BOGOTÁ. Una victoria de Nacional 2×0 en El Campín ante Millonarios lograda con entereza, entrega y estrategia, y claro, la suerte también juega. Foto @Dimayor.com.

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Por Jorge Iván Londoño M.
Columnista Cápsulas.

*Una victoria lograda con entereza, entrega y estrategia, y claro, la suerte también juega.

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Nacional saltó a un atiborrado Nemesio luciendo un verde fondo entero; hermoso uniforme que sirvió también para uniformar la idea del técnico y de los jugadores en torno a un solo objetivo, ganarle al rival diferente, al de los otros “amores”.

Por nuestra parte, creo que todos nos dispusimos a ver el partido luciendo un luto intenso por la inminente eliminación de nuestra selección, que tampoco es que sea del todo nuestra, porque algunos jugadores se la apropiaron para imponer lo que ellos consideran; para muestra un Queiroz.

Dos temores me asaltaron durante los himnos, la desconfianza que le tengo al árbitro de turno y la marca a veces atropellada dentro del área de Cabal; gracias al Creador ninguna de las dos se dio. ¡Qué alivio!

De los azules sabemos su tendencia al mucho toque, pero poco de aquello, gracias a la desmantelada para este torneo en las posiciones de ataque. El técnico Restrepo, quien se lució con su planteamiento para este juego y sus tenis blancos (convertidos en amuletos oficiales) dispuso un entramado para aplacar los millonarios ímpetus; de ahí que la posesión en el partido fuera muy superior para los albiazules. Pero a veces, acosaditos también es bueno.

Llevábamos media hora aguantando el chaparrón local, Angulo, con su nivel al alza, sale por su banda, pase a Andrade, iluminado con su fútbol y sus rayitos, quien de taquito se la regresa a Angulo que a fuerza de tractomula se lleva a su marcador, lo desborda, entra al área y dispara al arco, para que el gigante Montero despeje el balón con su cuerpo al centro del área, para que entre Guzmán, qué buena papa, y de derecha, cómo debe ser, anide la pecosa en el fondo de la red. Si señores, Nacional, el de verde verde, se monta en el marcador.

Nacional resuelve los embates azules con Mejía, ahora si vestido de 2016, y Palacio, ese sí el nuestro, luchando a guayo partido en el medio campo, con la ayuda de los creativos. Atrás con Aguilar como bastión, Cabal aplomado y estrenando colita de indio Pielroja, Candelo aportando pero no en la dosis que requerimos, Banguero (segundo tiempo) se despelucó la moña en el despeje de un balón que iba para el fondo, y Mantilla en lo suyo. Mier inmenso en dos o tres atajadas, pero inseguro saliendo con el balón, para los saques largos le queda como penitencia repetir el partido Colombia – Perú, para que vea como saca el portero peruano.

Para el segundo tiempo entra Banguero por Ángulo por molestia muscular, y no era para menos, por ese arrancón de gamín bogotano, cuota inicial del golazo. El partido continúa en la misma tónica, con un Millos volcado al terreno verde fondo entero, que daba pie para algunos contragolpes que terminaban con nuestros jugadores exhaustos contra el piso.

Al minuto 60 entran Dorlan y el esperado Gio. La verdad, Restrepo me sorprendió y hasta lo critiqué, porque el partido estaba en ese momento para otro tipo de jugadores, Dorlan ya sabemos que no tiene la polenta de antes y Gio viene de una para de casi tres meses. Pero bueno, a fe que hicieron bien su rol a su medida. Dorlan marcando y asustando con contragolpes que lo dejaron grogui, y Gio sosteniendo el balón.

El segundo gol, logrado a 500 metros de los tres puntos, se genera desde el campo verde, intervienen Gio, Jhon Duque, Dorlan que por poco deja manco a Montero, y al final Hayen, que entró al minuto 85 para hacer el gol, la empuja, para dejar boquiabierta a la parcialidad azul. Una victoria lograda con entereza, entrega y estrategia, y claro, la suerte también juega.

Si mis amigos, lo de anoche para Nacional fue un triunfo capital.