Capsulas de Carreño

Nacional una desvergüenza total programada.    Por Jorge Enrique Vanegas

Por Jorge Enrique Vanegas

*El periodista desde su tarea de proteger a la comunidad en ello, un vector clave de su misión, concluye sobre esta farsa impresentable de Nacional.

-Sospechosa auto eliminación de la liguilla. Lo único que se ha planeado este año en una corporación en donde no existe ni planificación ni planeación.  Nacional cayó a lo más bajo que pudo, en la degradación total de una institución que fue modelo de gestión y hoy del cómo acabar deliberadamente con una empresa, ante la mirada complaciente de un grupo -holding de empresas- maravilloso, como el gran grupo Ardila Lülle.

-Hoy tendrían que estar destituidos todos desde el nefasto presidente actual, su cohorte de inútiles miembros de la burocracia más grande del país, la inepta comisión técnica, porque destruyeron a la institución. Se perdieron valores muy grandes en el verde desde la desfachatez programada de manera mezquina y maquiavélica de su auto eliminación humillante de los 8 finalistas de la Liga II.

-Todo esto ha sido programado, hablemos claro, a quién van a engañar, para no comprometer al nuevo entrenador y arriesgarse de otros papelones en una instancia más después de tantos fracasos dolorosos de la temporada, con una insolencia total acolitada por el amable señor presidente Pérez y a lo mejor, exigida por el nuevo cuerpo técnico.

-Es que cuando una organización hipoteca los valores no hay nada que hacer, como el respeto a sus clientes externos -sus millones de hinchas- y al interno -preguntar por el régimen de terror para los buenos integrantes del staff administrativo de antes que aún sobreviven en medio de 20 gerentes que llevó el señor Pérez para no aportar nada, y el cómo acabaron con el clima organizacional y gran atmósfera de trabajo de otrora, obvio, era de Juan Carlos de la Cuesta.

-Hace una semana dijimos, acerca de otro de los descarados errores monumentales de la mala gestión del club, que no era momento de sacar al único que algo hizo, el técnico Herrera y entregar el equipo a uno nuevo señor Autuori, arriesgándole que de entrar a otra liguilla para fracasar representaba un peligro para éste en el 2019, en su relación futura con la humillada y vulnerada fanaticada verde.

-Textual de las Cápsulas de la semana anterior: ¨Sobre el Nacional y con ese extraño manejo que hay en la institución todo se puede esperar, decisiones descabelladas con las consecuencias que ha implicado la inapropiada gestión del club a su eje de negocio, el equipo de fútbol, fuera del agujero financiero enorme por tantos errores¨.  Un presidente que de fútbol solo sabe cómo hincha.

-Por ello Nacional mismo, se eliminó, todos perdieron el año, los futbolistas tampoco querían trabajar, hace un año querían irse de vacaciones desde diciembre 9, lo dijo su capitán, señor Henríquez, ahora promovido por los directivos, -¿será que merecen el título?,-  todos deseaban irse desde noviembre. Es más, incluimos al nuevo técnico, esto fue diabólicamente programado, salir de los 8 y evitar más problemas con los hinchas de seguir en la liga para volver a fracasar, lo que estaba garantizado. No había, ni hay equipo para competir con dignidad y esto le dañaría la tranquilidad al técnico brasilero.

-Es tan inmensa la mediocridad que impera en el Nacional desde sus dirigentes que, tras ganarse milagrosamente la Copita Colombia, un torneito de consolación, gracias al esfuerzo de Herrera, ante un equipo superiorísimo como Caldas, y ellos se conforman con lo mínimo, lo que es de mediocres. Es el Nacional de hoy que retrata la triste realidad de esta debilitada institución. Allí nadie piensa en grande.

-Y el nuevo entrenador, muy culto, hombre maduro en edad y en experiencia, con unos últimos 8 años de fracaso en fracaso, con trayectoria, éxitos muy del pasado, y equilibrado ya tiene su primer pecado, el auto complot de la auto eliminación sospechosamente provocada deliberadamente por los directivos y jugadores.  Claro que inteligentemente desde su posición como nuevo adiestrador porque él iba a fracasar en la liguilla igual.

-Este Autuori también es versero, otro estilo, es una persona con buena inteligencia emocional, como lo era Lillo, como no era Almirón.  Ojalá tenga inteligencia aptitudinal desde sus competencias en el saber y saber hacer, como técnico. El arregló hace rato, lo contrataron hace tiempo, era el más ¨barato¨ para contratar en un club con un quebranto económico de magnitudes, agujero que han profundizado los dos últimos malos presidentes, Botero –peor que el nuevo, en gestión- y el muy gentil hincha, señor Pérez.   Esto en Nacional se volvió como el país y la mayoría de los alcaldes en los más de 1.000 municipios, unos bachilleres entendidos.

-Y de los futbolistas sin vergüenza, en cancha, como vimos entre todos al incapaz jugador de tercera, sin categoría, sin capacidad para ponerse la verde, Juan Pablo Ramírez provocar con su mano sospechosa y deliberada el penalti del 2×0 de Leones  del resto, de quiénes no se salva nadie, también. Vieron el interés que pusieron para ganar? O sea, su desinterés.  Hasta el único rescatable del año, Jorman Campuzano, se contagió de la mediocridad como falta de entrega, al final anticipado del año.  Cómo se dice, el medio corrompe al hombre. Qué HORROR.

-En Nacional, el balance del año lleva a pedir a gritos qué salgan, jugadores inútiles y faltos de profesionalismo como de carácter, que no respetaron la grandeza de esta institución e hinchada maravillosa:  Ramírez, Machado, Lenis, Vladimir, Candelo, Duarte, Torres, Rivas, Loaiza, Mafla, Aldo, que ya es hora de su retiro. Perdieron el año, Aguilar, Henríquez, Vargas, Dayro, y los argentinos, de poca calidad, pero quienes al menos le ponían ganas, lo que los colombianos aburguesados, todos los del equipo no hacen. Ellos también son culpables con su falta de entrega y de profesionalismo.

-Pero gracias a la desenfrenada mala gerencia y los lastres de la pasada presidencia hoy están tan encartados con todas las inadecuadas y malas contrataciones como compra de jugadores, que el panorama es sombrío, porque Nacional parece estar sumido en el más profundo túnel de la oscuridad sin salida, sin rumbo, sin dirección y sin liderazgo.

-En síntesis, el periodista desde su tarea de proteger a la comunidad en ello, un vector clave de su misión, concluye sobre esta farsa impresentable de Nacional: esto es una sinvergonzonería total, la procacidad absoluta, una impudicia indignante, un atropello sin límites, una desaprensión monumental de sentido de pertenencia, de responsabilidad, de ausencia de compromiso con el equipo. Que se vayan todos los responsables, tantos, y una reingeniería total en una corporación que dolorosamente ha caído muy bajo, por su culpa. Nacional hoy tipifica a una gran hecatombe, es una torre de Babel, una evocación como empresa del diluvio universal.  Cómo dice el gran Wbeimar lo dice, ¨No les parece´.

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