Capsulas de Carreño

No están matando a Nacional, lo mataron.

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Por Jorge Alberto Cadavid.
Columnista Cápsulas.

 

 

Al llegar al estadio un preámbulo triste, la desolación es total, sin ambiente, los del Sur van poblando su tribuna, todos de camisa negra, como que presagiaran una muerte lenta, horrible, dolorosa, cuando el fútbol es una fiesta.

Uno llega a su puesto y encuentra los amigos, los fieles seguidores , los que hacen el ambiente, hoy al llegar el entorno son sillas vacías, muertas que no trasmiten, por eso los sureños para recibir el equipo cantan » el VERDE es solo hinchada » y están en la triste verdad.

Nacional inicia con un solo canterano, Ocampo, el resto son los » jugadores libres » y cansados del fútbol que tanto apetecen al directivo Verde.

Están matando a Nacional, los errores en defensa son latentes, son inocentes, son ingenuos, son falta de alma, de ganas, de actitud, falta equilibrio.

Ocampo es uno atacando, y otro defendiendo, a los 23 minutos es superado, hace falta cerca del área, el cobro viene acompañado de error de Rojas y es el primero.

Nacional es superado en todo el sentido del juego por los Paraguayos.

La complementaria inicia con el ingreso de Palacios por un » pobre jugador ‘ Mantilla, hacen línea de cuatro en ataque , pero el balón no les llega.

Con los minutos el oso es mayor, la tribuna se va exacerbando y a los 70, otro error del fulgurante Rojas que suelta el balón a tiro de esquina y llega el segundo y con el un entierro definitivo.

Vienen cambios pero no merece ni anotarlo. El tercero llega de tiro penal, afrenta para la dignidad Verde.

«Que se vayan todos, que no quede ni uno solo», es el cántico que con rabia sale del alma del Verde.

Mientras tanto el palco de los directivos queda solo, no tienen la valentía de asumir, el barco se hunde y el capitán busca salvarse.

Es inexplicable con qué cara esos directivos contratan a Repetto, qué equipo le van a entregar.

No están matando a Nacional, lo mataron.

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