No perdamos las esperanzas (Rafael Castillo, El Heraldo)

Por Rafael Castillo,
El Heraldo

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*Si ante Venezuela y Perú no se puede cantar victoria sin jugar, contra Brasil o Argentina no hay que sentirse perdedores sin salir a la cancha.
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Los colombianos terminamos sin uñas,  sin garganta, con el credo en la boca, con hernia de tanto hacer fuerza y con artritis de tanto cruzar dedos. Primero en el 0-0 ante Perú y luego en el Brasil 2, Venezuela 1. ¡Ufff!… ¡Qué susto ese cabezazo que falló el venezolano Nicolás Fedor en la agonía del juego! Nos salvamos de una frustrante y precoz eliminación.

Menos mal que hubo juego limpio y los brasileños, los mismos que tildábamos de “agrandados que no sabían perder”, que ‘empujamos’ al ridículo a través de una feria de memes en redes sociales tras la victoria amarilla 1-0 y el lío entre Bacca y Neymar, terminaron salvándonos el pellejo y podemos seguir aferrados a una ilusión.

¿Hay motivos para ilusionarse con Messi y su combo en frente? Si miramos los centros de Armero, la escasa salida de Arias, las ausencias de Sánchez (por sanción) y Valencia (por lesión), la intermitencia de James, el exagerado individualismo de Cuadrado, la sequía del ‘Tigre’, los ‘fortísimos’ remates de Jackson y la ‘energía’ con la que entra Ibarbo, pensaremos que lo mejor es que Pékerman y sus dirigidos empaquen maletas. Pero la Copa América está pareja.

A excepción de Chile 5, Bolivia 0, los demás partidos han resultado cerrados y apretados. Si ante Venezuela y Perú no se puede cantar victoria sin jugar, contra Brasil o Argentina no hay que sentirse perdedores sin salir a la cancha. No perdamos las esperanzas.