Capsulas de Carreño

Osvaldo Peredo, cantor que nació con el fútbol en Colombia

Por John Cardona Arteaga.
Columnista Cápsulas.

Hoy queremos rendir tributo a un cantor de tangos que guarda gratos recuerdos de Medellín, ciudad que lo vio nacer profesionalmente como intérprete de la canción ciudadana.

Con él tenemos especial cercanía y gracias a su amistad hemos palpado que en el ambiente tanguero de Buenos Aires infunde un respeto como embajador del tango y amigo inseparable de muchos artistas a los cuales supera en edad y experiencia.

Hace pocos días intervenía con sus temas en un programa especial organizado por otro referente del tango Hernán Cucuza Castiello, quien también fuera jugador profesional en el Club Argentinos Juniors.

Nos estamos refiriendo a Osvaldo Peredo, cantor vigente, nacido en Buenos Aires el 9 de septiembre de 1930, quien, a sus 90 años que hoy cumple, sigue cantando e interpretando el gusto de los amantes de la música rioplatense.

Su vida está llena de experiencias y peripecias musicales, futboleras y personales en una larga existencia de ermitaño multipropósito en diferentes espacios de su vida. El desempeño de múltiples oficios así lo demuestran: Empleado del Servicio Meteorológico Nacional, futbolista, vendedor de libros, modelo publicitario, pintor de brocha gorda, albañil, encargado de edificio, cuidacoches, taxista, empleado en una fábrica de bolsas y, por encima de todo, cantor de tangos.

Su sintonía con la música se explica pues en su barrio tenía con los amigos su propia orquesta y allí hizo sus primeros pinos como cantor. Recuerda que se especializaron en tocar los tangos de Osvaldo Pugliese.

“Un amigo me ofreció estar en una orquesta de barrio, en Pompeya. Eran tipos que laburaban de otra cosa y hacían música los sábados, domingos y feriados. Había un bandoneón, violines y contrabajo. “

Más tarde en Medellín encontró sus espacios tangueros, acompañado de quienes por la década de los cincuenta, promovían la música ciudadana en esta ciudad. Raúl Garcés, Carlos Valdez, Eliseo Marchese, los integrantes de “Los Caballeros del Tango”, fueron sus compañeros y colegas durante varios años.

EN ARGENTINA

Juega en la cuarta y tercera de San Lorenzo, club del cual se declara hincha por su padre que lo convirtió en socio desde los 7 años, cuando residían en el barrio de Boedo. Por ello, aun a sus 90 años, recita la alineación de San Lorenzo campeón de 1946, cuando a sus 16 años militaba en sus divisiones inferiores: Blazina, Vanzini, Basso, Zubieta, Grecco, Colombo, Imbelloni (Antaña/De la Mata), Farro, Pontoni, Martino, Silva.

También evoca a Efraín “Caimán” Sánchez en el arco de su club querido y luego se lo encuentra en Barranquilla. Conserva en su memoria el tema José María Peñaranda, el autor de esta estrofa con la que inicia uno de los éxitos más sonados de la música colombiana, el porro Se va el caimán. Recuerda, además, cómo se bailaba la cumbia en Puerto Colombia.

Tal vez por eso se muestra enamorado de la canción colombiana. Gusta de porros, cumbias, bambucos y pasillos, pues le tocó vivir el auge musical en todo Colombia. Tararea el himno del carnaval de Barranquilla, Te olvidé, de Antonio María Peñaloza, el desaparecido maestro musical oriundo de Plato, Magdalena, residenciado en la capital del Atlántico, musicalizando en 1953 un poema escrito por el español Mariano San Idelfonso “… Y si yo te preguntaba/ El por qué no me querías/ Tu sin contestarme nada/ Solamente te reías/ Destrozando mi ilusión/ Te pedí que vinieras a mi lado/ Y en vano tantas veces te rogué/ Que por haberme de tu burla ya curado/ Te olvidé, te olvidé, te olvidé, te olvidé, te olvidé//

CON SPORTING

Peredo llegó a Barranquilla en 1953 para jugar en el Sporting, ante la recomendación del Sr. Guillermo Perazzo. A sus 23 años hacía su gran aventura. Representando a Sporting le toca enfrentar a grandes ídolos que él veía jugar en Argentina: Néstor Raúl “Pipo” Rossi, Julio Cozzi y Mario Fernández.

Sporting desaparece en ese año, junto con otros equipos. Entonces Peredo recibe la recomendación de Carlos Alberto Gambina, jugador de Atlético Nacional, quien había actuado en San Lorenzo, Gimnasia y Esgrima de La Plata, Atlético Bucaramanga y Junior de Barranquilla, para que viajara a Medellín donde gustaba mucho el tango. Entonces Osvaldo viaja en barco de Barranquilla a Puerto Berrio y luego en tren desde esta ciudad a Medellín.

EN MEDELLÍN

Ya en año 1954, con las particularidades políticas de la Colombia de entonces, se encuentra alojado en la casa de los jugadores argentinos solteros del Atlético Nacional, con quienes construye una hermosa amistad.

Nunca olvidará en ese año, la noche en que se encontró acompañado en casa de Gambina con quienes había admirado como grandes futbolistas en su país. Allí estaban José Manuel Moreno, Adolfo Pedernera, Fernando Paternóster, “Pipo” Rossi, Mario Fernández, Julio Cozzi, Miguel Ángel Zazzini, Nicolás Gianastasio, Carlos Alberto Gambina y Atilio Miotti.

Lo que siguió fue la música. Acompañado con la guitarra del peruano El Cholo Gómez inició sus presentaciones en varios escenarios, radioteatros y boliches. Grabó varios discos y estuvo acompañado por los Caballeros del tango. Guarda lindos recuerdos de Raúl Garcés y Carlos Valdez con quien grabó a dúo. También agradece al cantor Raúl Iriarte por su apoyo en la actividad tanguera en Medellín. Recuerda las presentaciones en esta ciudad de Carlos Argentino Torres y se dio el lujo de cantarle a Libertad Lamarque en el boliche de Carlos Valdez. También rememora a Julio Arrastía y Roberto Guerrero reconocidos ciclistas argentinos. Según su comentario, Medellín era una plaza que se rendía al tango.

“Un amigo que había jugado en San Lorenzo, me aconsejó que fuera a Medellín, porque “había sensación por el tango”. Escuchaban más que acá. Ahí grabé en las discográficas Zeida, Ondina y Sonolux. “

En Medellín conoce al destacado bolerista Uriel Mejía y con él inicia un recorrido que lo lleva a Manizales, Cali y finalmente a Bogotá, donde permanece y tiene presentaciones en diversos lugares y en la emisora Nuevo Mundo. Actúa con Roberto Pansera y Américo Belloto entre otros.

En total estuvo en Colombia cuatro años y en 1957 viajó a Venezuela y en 1960 regresó a Argentina a seguir su actividad artística en compañía de reconocidos cantores y orquestas.

EN FESTIVAL DEL TANGO

En junio de 2017, después de 64 años, Osvaldo Peredo volvió a Medellín con la orquesta Victoria para cantar en el Festival Internacional del tango y allí lo conocimos personalmente.

Actualmente, a sus 90 años, está confinado en su casa de Buenos Aires esperando que pase esta pandemia para seguir cantando y, si el virus se lo permite, en enero de 2021 estará cumpliendo un contrato para actuar en París.

Tiene dos hijos y cuatro nietos, se queja del olvido en que está sumido el tango y añora un mejor trato para las mujeres en todos los órdenes.

Desde acá le decimos feliz cumpleaños a Osvaldo Peredo y que la energía lo acompañe por muchos años.
(John Cardona Arteaga.
Septiembre 9 de 2020).

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