Capsulas de Carreño

Otra goleada, otra victoria  y… a esperar. Por María Victoria Zapata B.

Por María Victoria Zapata B.

*La multiplicidad de sus problemas tácticos y de funcionamiento,  el repunte anímico y la recuperación de la vocación atacante del equipo  le han dado otro matiz  al DIM.

Dos  goles de Germán Cano, uno de Sebastián Macías,  un 3-0 contundente  y un  Deportivo Independiente Medellín que  nuevamente le dio relevancia a su fortaleza ofensiva,  dejó la presentación roja  de la fecha 17 en el estadio Atanasio Girardot.

Tal como ocurriera hace una semana ante Atlético Bucaramanga,  el DIM que ayer enfrentó a Jaguares fue un equipo sin miedos ni conformismos. Un onceno que entendió que su mejor estrategia defensiva es el ataque, que el fútbol no se juega con diez jugadores  amontonados en el arco propio sino con avances coordinados hacia el pórtico contrario,  que la mejor manera de proteger un resultado es a través de la búsqueda del mismo.

Medellín entendió que sus limitaciones de mitad hacia atrás no admiten módulos defensivos y que, por el contrario, precisa explotar y canalizar de la mejor manera toda  la fuerza de su ataque…

 

No fue fácil

La primera media hora  de juego  fue complicada para el DIM. Carente de profundidad y de manejo de balón en mitad de campo, el  Equipo del Pueblo no encontraba el camino del arco cordobés. Un  solitario disparo  de Andrés Ricaurte, desde fuera del área, y una llegada de Leonardo Castro,  daban cuenta de sus dificultades  frente a un Jaguares  que intentaba   adueñarse del  esférico y abrir espacios. El fútbol colectivo brilló por su ausencia en gran parte del período inicial.

Una anotación del  goleador, Germán Cano, tras pase de Larry Angulo, al minuto 37, le dio otro semblante al Medellín y empezó a gestar el triunfo Poderoso. Un segundo gol, de Sebastián  Macías, tras el cobro de tiro de esquina, al minuto 58, acabó con el ímpetu  exhibido  por el cuadro monteriano  al inicio del partido, anuló su capacidad de reacción  y le permitió al DIM adueñarse del balón y de las opciones, muchas de ellas de media distancia. Un error del  cancerbero José Huber Escobar y un tiro penal cobrado con categoría y acierto  por el capitán  rojo al minuto 90, sellaron el triunfo rojo con un inobjetable 3-0.


Goles y actitud

Sin bien es cierto  le sigue faltando colectividad y cohesión en sus tres líneas, no se puede desconocer el cambio de mentalidad del DIM tanto en su partido ante Atlético Bucaramanga, como  el de ayer en su enfrentamiento con Jaguares. Incisivo y agresivo, este es un Medellín diametralmente opuesto a aquel apático y nublado de  gran parte del campeonato,  el mismo que se conformó con unos insípidos y decepcionantes empates ante Equidad, Deportivo Cali y Once Caldas en el estadio Atanasio Girardot.

El de las últimas dos fechas fue, por el contrario,  un equipo con sangre en las venas, con sentido de pertenencia y con ambiciones.  Sin importar la calidad  de sus rivales ni sus propias limitaciones,  el DIM de los últimos 180 minutos  redujo  de manera considerable sus  deficiencias de mitad hacia atrás,  entendió la importancia de ser propietario del balón, explotó  sus fortalezas y buscó con insistencia  los goles y la victoria, características que no mostró en ninguna de las 15 fechas que los antecedieron.

Y fue el DIM del Germán Cano que ya completa 17 goles en Liga,  del Sebastián Macías que ayer marcó su primer gol profesional y sigue ganando aplausos por su  nivel de juego, de los juveniles  Guillermo Tegüé,  Cristian Echavarría, Diego Herazo,  Yesid  Díaz y Brayan Castrillón, entre otros, que  poco a poco encuentran  su lugar  en la escuadra profesional. Y fue, también  es preciso mencionarlo, el  DIM  con serios problemas en  su zona neurálgica y con una marcada dependencia de acciones individuales  por encima del fútbol asociado. Problemas de vieja data que es imposible eliminar en dos partidos.


Solo nos queda esperar…

Al  DIM le restan cuatro  juegos:  El clásico, aplazado de la octava fecha,  que se llevará a efecto  el miércoles próximo. Un partido decisivo  tanto para Medellín como para Nacional,  dos escuadras con evidentes signos de  mejoría. Deberá enfrentar, igualmente, al Atlético Huila, a Deportes Tolima y  a Alianza Petrolera. Sin apenas margen de error, cada uno de estos compromisos  no tendrá más opción que el triunfo.  No obstante la multiplicidad de sus problemas tácticos y de funcionamiento,  el repunte anímico y la recuperación de la vocación atacante del equipo  le han dado otro matiz  al DIM,  en la recta final  de la fase clasificatoria del  campeonato.

En un torneo que  ha sido sinónimo de frustraciones y desengaños, con mucha reserva frente al futuro inmediato del  DIM en todos sus ámbitos y  con dos partidos que nos han regalado dos victorias, siete goles y una leve, levísima esperanza, a nosotros,  los hinchas, también nos queda una sola opción: esperar.
[María Victoria Zapata B.]

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