Capsulas de Carreño

Panorama de la Liga Águila 2015-II (Juan Manuel Uribe, historiador)

Juan Manuel UribePor Juan Manuel Uribe

*En todas las ligas hay equipos sin peso en el nivel de competencia pero en la nuestra ya hay más de la cuenta sin peso histórico.

Goles anotados: El promedio que va de 2,06 goles por partido es paupérrimo en sí, y comparado es más bravo: es el más bajo de la historia del campeonato de primera división de la Dimayor.

La cifra más baja era de 2,24 correspondiente al 2012-2 y a 1990, que pasaron el registro de 2,25 ¡que venía de 1972! Esto daría para un ensayo interesante.

En todas las épocas se han visto partidos sin goles de gran juego y espectáculo, así como se han visto muchos cotejos con goles pero harto deslucidos.

Tuvimos emoción y espectáculo en el 0-0 entre Equidad y Alianza, el viernes 25 de septiembre. Habría tenido realce pleno de haber sido un Millonarios vs Nacional en El Campín.

El problema radica cuando se juntan los cero ceros sin fútbol: sin ideas, sin opciones de gol, sin siquiera una jugada que dé gusto en el medio (en ataque o en defensa). Ese ha sido el denominador de esta Liga 2015 II o Finalización. Y Chicó va camino de poner el anti récord de goles anotados en los torneos cortos, en poder del Quindío en el cercano 2013 I (0,44 por partido, 9 goles en 20 juegos da 0,45).
No da para 20 equipos: Hay contadas ligas con 20 equipos como Italia, España e Inglaterra, pero si les pusiéramos lupa podrían ser 18. Colombia parece que debería estar de 14 a 18.

En todas las ligas hay equipos sin peso en el nivel de competencia pero en la nuestra ya hay más de la cuenta sin peso histórico, ese que mueve afición.

Esa tradición, que aunque clubes como Millonarios o Junior estén sin nivel, tiene a muchos hinchas (propios y rivales) esperando el alza. Esa espera da para que algunos vayan al estadio hasta momentos de colmo y da para consumo permanente de noticias.

El arbitraje: Hay renovación, la única forma de mejorar el nivel. Recuerdo ahora a Andrés Rojas, a Gustavo González y a Nicolás Gallo (pero hay más). A mi juicio, con los antioqueños Wilmar Roldán y Adrián Vélez hay garantías para cualquier partido. Hernando Buitrago pita por peso, no parece que se desgaste: lleva los partidos y sabe que vuelve a pitar. También en ese oficio, que depende como pocos de dos miradas opuestas y excluyentes, hay individuos superiores al resto.

Un chico arriba: El rendimiento de Alianza Petrolera marca el camino. Óscar Upegui hace milagros y aprovecha la cantera. No tiene que pedir gran inversión afuera. El santandereano puede ser una interesante renovación para la dirección técnica nacional.

Tuluá, con Jaime de La Pava (que resurge), parece detenerse pasada la mitad de fechas, mientras La Equidad, con Santiago Escobar, parece que pide puesto entre los ocho.

Los grandes también están respondiendo por lo menos en rendimiento. El Medellín dirigido por Leonel Álvarez, el Nacional de Reinaldo Rueda, el Santa Fe de Pelusso y el Junior de Mendoza. Dudan más el Millonarios de Israel y el Caldas del sancionado Torrente. Parece que se quedarán afuera dos de los ocho por la acción de Alianza y Equidad.

El cambio de clasificados en las últimas seis fechas va a ser mínimo. Y el nivel de juego, deslucido, con partidos que marcan la excepción.

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