Capsulas de Carreño

Piqué y Messi, inmensos. Por Santi Nolla, Mundo Deportivo

Por Santi Nolla, Mundo Deportivo

*Valverde alineó al equipo de gala, sin rotaciones.

El Barça sufrió ante el Eibar porque el equipo de Mendilibar jugó un partidazo, pleno de intensidad, presión y fútbol vertical. Pero el FC Barcelona ganó por lo que le faltó al equipo vasco: remate final. Piqué y Messi estuvieron inmensos, Suárez a un altísimo nivel, Umtiti volvió enchufado y Alba dejó claro que es un tipo peligroso. No fue el día de Sergi Roberto ni de Busquets ni de Rakitic ni de Paulinho , pero con el central y el diez, el Barça sacó adelante un partido muy difícil. El Eibar dejó constancia de su progresión desde el inicio de la Liga y que es un conjunto muy competitivo. Un dato es muy significativo para comprender el encuentro. El Eibar lanzó seis córners y el Barça, ninguno.

Piqué actuó con una rodillera y fue el mejor del partido. Ese título lo tiene siempre alguien después de Messi . El argentino demuestra en cada encuentro porque es el número uno. Ayer dio asistencias para golear, fue definitivo en el juego ofensivo y estrelló un balón en el palo. En el primer gol, su pase a Suárez fue impresionante y el amago del uruguayo, también. Piqué fue un muro para un Eibar que jugó ofensivamente con criterio y dispuso de muchas ocasiones. Solventó los centros aéreos y supo salir con eficacia a las bandas cuando había desborde. Uno de sus partidos más completos.

El Barça necesitaba un triunfo en esta Liga tras ceder dos empates y antes de medirse al Chelsea, en el que puede ser uno de los partidos más decisivos de esta temporada. Valverde alineó al equipo de gala, sin rotaciones. Ya lo advirtió en la víspera y lo cumplió, pero el Barça de ayer tuvo a un azulgrana mejor enfrente. La calidad, sin embargo, de los barcelonistas se acabó imponiendo y Ter Stegen mantuvo el cero en su portería, a pesar de los muchos intentos del Eibar, muy peligroso, pero falto de la pegada necesaria para doblegar al Barça. El encuentro sirvió de previa para un Chelsea que tomó nota.

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