Provocaciones peligrosas

By Alfredo Carreño
Updated: 18 noviembre, 2024

Efraín Juárez en el ojo del huracán.

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Por Luis Felipe Gómez Isaza.
Columnista Cápsulas.

La copa Bet Play se volvió el paliativo de Atlético Nacional, así como el año anterior, es un espacio que le permitirá, si es que la retoma, al menos volver por una presentación en teatro suramericano y seguir dándole de que hablar a su hinchada fiel y al país.

Sin embargo el equipo ha entrado en un descanso, o mejor, en un descenso improductivo, donde la agresividad en la recuperación de la pelota y el juego colectivo en los metros finales se ha vuelto escaso y por ende preocupante.

Para amainar lo anterior, su timonel, lleno de pasión y de agresiva función, se extralimita en saltar, brincar, gritar y también polemizar con el fin de inyectar algo de esa curiosa energía que maneja, a sus dirigidos y, en ese sentido, hasta provocaciones a la hinchada contraria se distinguen en su menú.

Los clásicos recientes contra el independiente Medellín, por todos lados, estuvieron llenos de provocaciones peligrosas que no dejaron saldos más preocupantes porque la misericordia divina se acordó de que solamente estos eran un partido de futbol y nada más. Los rojos acusan con dedo pugnas al verde y los del verdolaga a los del equipo del pueblo.

Que León festejó, que Cardona besó el escudo y provocó, que León nuevamente engañó y se burló del árbitro, que Juárez insultó a los hinchas, que de este lado si y del otro no. Sin embargo para no entrar en distinciones de colores, todo ese tipo mofas, burlas y provocaciones, o somos capaces de tolerarlas y ridiculizarlas o nos veremos muy pronto avocados a una tragedia de proporciones mayores, inclusive con vidas a bordo, pues desafortunadamente, somos aún pueblo inculto, poco tolerante además de pasional.

Criticables todos, dolorosa representatividad de la incultura son jugadores y técnico comprometidos y no quisiera disculpar a ninguno de ello. Así digan y perjuren que por la pasión y la emoción tuvieron licencia para actuar, deben ellos tener en cuenta la responsabilidad que recae sobre ellos como ciudadanos responsables que deben evitar la violencia.

Eso si, Dimayor no dice ni dirá nada, las celebraciones y provocaciones de estos personajes, quedarán impunes y como un canto a la bandera.