Capsulas de Carreño

Real Madrid, en la adversidad, goleó a Osasuna

*Antes de cuarenta y cinco minutos, el Madrid perdió a tres futbolistas, uno de ellos, uno de los dos centrales con los que cuenta Ancelotti y el otro, el último lateral derecho sano.

Tripleta de Vinícius Júnior – 34′, 61′, 69′ y uno de Jude Bellingham – 42′ para el 4×0 ante Osasuna.

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Tres de Vinícius ante Osasuna. Foto @realmadrid.

Por José Aguado.
Diario La Razón – España.

Después de marcar el primer gol, Vinicius corrió para abrazarse a Carlo Ancelotti, lanzando un mensaje sin matices de apoyo al entrenador italiano. Todos sabían que el partido contra Osasuna medía la credibilidad del técnico y el Madrid salió del apuro con goleada, justo cuando se puso todo en contra. Fue como si el equipo blanco encontrase sus raíces, lo que le ha hecho inmenso: a mayor dificultad, mejor cara.

Para el gol de Vini, el Real Madrid ya había perdido a Rodrygo y a Militao. El defensa se cayó al suelo y gritó con dolor y pena, mientras, en la banda, Ancelotti se quedaba sin frente para sujetar su ceja ascensora. Sin Militao, puso en el campo a Asencio, un central de la cantera. Después, antes del descanso, Lucas Vázquez, lesionado, tuvo que aguantar cojo y vendado hasta que el árbitro pitase el final porque otra sustitución acababa con las ventanas de cambio. Antes de cuarenta y cinco minutos, el Madrid perdió a tres futbolistas, uno de ellos, uno de los dos centrales con los que cuenta Ancelotti y el otro, el último lateral derecho sano.

Todo eran problemas para un equipo que ya estaba metido en un problemón y, sin embargo, se vio a un Madrid serio, más concentrado, que supo robar arriba y que aprovechó, por fin, los huecos a la espalda del rival. Un Madrid comandado, de nuevo, por Vinicius, con Bellingham más suelto y con Camavinga empujando al equipo hacia arriba desde el centro del campo. Es su momento para hacerse con el puesto que de verdad le gusta, pero para el que, según debe pensar Ancelotti, le falta cierto orden. Puede ser, lo que pasa es que lo suple con dinamismo y, ahora mismo, el Real Madrid necesita futbolistas vitales, que le den ritmo y le saquen de la atonía. Camavinga supo cuando presionar y estuvo sin parar todo el encuentro.

Al Madrid, que empezó con las dudas lógicas tras la derrota contra el Milan, le costó encontrar el sitio. Ancelotti anunció que iba a tocar cosas, pero, por nombres, la única novedad fue la presencia de Fran García por Mendy en la banda izquierda. Un cambio más coyuntural que estructural. El resto, lo habitual, con Rodrygo de delantero. Fue un Madrid frío, con más dominio de la pelota, pero con los problemas habituales para hacer daño. Lo que sí se le vio mucho mejor fue en defensa, con más sacrificio general, con Vini y Mbappé más cerca de su centro del campo.

Osasuna llegaba al Bernabéu con su buena temporada detrás y en su haber, la única derrota del Barcelona en LaLiga, pero se marchó del estadio sin dejar huella, superado defensivamente por el Madrid, lo que ha pasado mucho esta temporada.

En ataque, el partido lo rompió Vinicius, como no podía ser de otra manera. Marcó el primer gol y eso cambió la cara de todo. El Madrid se afirmó en el campo y un desmarque de Bellingham lo vio Asencio para ponerle un balón que fue el segundo. Los compañeros fueron primero a abrazar al canterano. Hay partidos y jugadas que cambian carreras y ese pase de Asencio puede que haya cambiado su vida. Con una defensa en mínimos, el central mostró personalidad y contundencia para ganarse el sitio. Había que tirar la puerta abajo y lo hizo.

A la fiesta sólo faltó Mbappé, pero dejó buenos detalles el francés, sobre todo cuando tuvo varios minutos seguidos para jugar por la izquierda.
(Fuente: Diario La Razón)

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