Capsulas de Carreño

Restrepomanía..

Alejandro Restrepo con un juego práctico y sin definiciones rimbombantes, tiene arriba a Nacional con un fútbol atractivo. Foto @nacionaloficial.

Por Jorge Iván Londoño M.

 

 

*Partido agradable para ratificar todo lo bueno que nos trajo la Restrepomanía, que con un juego práctico.

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Y terminamos agosto encabezando la tabla de posiciones, invictos con 19 puntos de 21 posibles, con una diferencia de gol de más 9 y 540 minutos con el arco virgen. Todo esto gracias a la Restrepomania que desterró los paupérrimos y rígidos formatos heredados de técnicos pasados, y a la nueva disposición y entrega de los jugadores.

 

El encuentro de anoche contra las Águilas Doradas se esperaba interesante, porque entre hermanos siempre nos hemos tirado durito; para muestra un Envigado, único equipo que hasta el momento, en este torneo, nos ha sacado un empate.

 

El Equipo dorado,  que en su camiseta invita al “Respeto” y a la “Rectitud”, llegó con la intención de irrespetar el Atanasio, y para lograrlo se explayó por todo el campo, y a fe que Nacional tuvo que poner, además de futbol, paciencia y estrategia  para llegar con claridad al arco contrario.

 

Castro, Guzmán y Rovira, fueron los reemplazos de Andrade, Candelo y Perlaza, llamados por Rueda para ponerse la amarilla y “disfrutar” de la altura en La Paz.   El primer tiempo se fue en blanco, gracias a las atajadas de Valencia, y al veri veri que a veces le da a Duque para cabecear.

 

La complementaria sigue con el mismo esquema, Nacional desde atrás buscando la manera de penetrar el bosque de piernas. Jarlan con unas de cal y otras de mármol, Guzmán mostrando su calidad, Castro lucido en su fútbol pero a veces pasado de revoluciones, y Sebastián Gómez como amo y señor del medio campo. Olivera tuvo sus “parpadeos”.

 

Por fin llega el minuto 70, para que Castro, mucho Castro,  por la izquierda haga una amague, deje a Marrugo regado por  el césped, centro al área para que entre Guzmán de cabeza y  sea el “VARonil” juez de línea quien certifique que el balón traspasó la raya. ¡Casi que no!

 

Ese gol despertó el ataque dorado, que terminó jugando con  10 hombres, debido a la expulsión de Sebastián Rodríguez, por doble amarilla; y hay que admitirlo, estuvieron a punto de lograrlo, en una chilena derivada de un enredo por un balón que Quintana no pudo controlar, y un chute que obligó a Aldair a poner en forma horizontal sus 1.96 metros. Por el lado del verde también su pudo ampliar la ventaja, en descolgada de Jarlan desde su propia casa, pase a Álvez, nuestro nuevo mejor amigo, y atajada milagrosa de Valencia.

 

Partido agradable para ratificar todo lo bueno que nos trajo la Restrepomanía, que con un juego práctico y sin definiciones rimbombantes, nos tiene disfrutando de este brillante cuartico de hora, que ojalá se alargue hasta diciembre. ¿Y por qué no?

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