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Resurrección de un Grande tras despedida de su timonel. Por Rodrigo Ramírez Restrepo
- Actualizado: 13 noviembre, 2020
Por Rodrigo Ramírez Restrepo.
*Suerte para el técnico Alejandro Restrepo y el grupo para lo que resta en esa complicada recta final.
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No quiero recordar esos desastrosos meses que acaba de terminar Juan Carlos Osorio, el más costoso y despilfarrador de dinero y entrenador de la liga en Colombia; la maldita pandemia se acentúo en el fútbol mundial desde marzo y por supuesto en nuestro querido equipo verde, en consecuencia el campeonato se tuvo que suspender cuando Nacional encabezaba la tabla.
Se decía que al regreso del torneo, Nacional tendría una cierta ventaja por ser el club con más recursos y mejores comodidades deportivas, lo que les permitía una mejor preparación que los demás equipos: su sede de alto rendimiento, el cuerpo médico y sus auxiliares, los preparadores físicos, entrenadores, asistentes y la plantilla de jugadores, de esto se ufanaba su técnico ante los medios deportivos, pero resultó pura baba, pues Osorio no supo aprovechar tanta comodidad y comenzó a inventar complicados esquemas técnicos y charlas en lenguajes rebuscados que ni los jugadores entendían.
Por otro lado, las lesiones fueron funestas y los resultados deportivos catastróficos. Conclusión el equipo quedó en CUIDADOS INTENSIVOS, hasta que la junta directiva ya mamada de los fiascos y de los inventos se amarró los pantalones y con valentía y sin más carreta, sacaron de una al prepotente.
El soberbio y sabelotodo Juan Carlos Osorio que se alardeaba de tener colgados sus diplomas de fútbol como miembro de un importante club de Inglaterra, debió ser un ejemplo y un maestro para sus pupilos, pero lo triste e insólito fue que olvidó ser un “lord inglés” precedido de la cultura de ese país y pasó por encima los manuales de respeto y educación y llegó a bravear con gritos e insultos a árbitros y jueces, hasta hacerse expulsar varias veces. Entonces señor Osorio, ¿dónde quedó su autoridad moral? Era ese el ejemplo para sus dirigidos? En resumen, ese señor no encajaba en los principios corporativos del club.
El joven Alejandro Restrepo, el nuevo técnico encargado a quien le tocó bailar con la más fea, se llenó de fe y optimismo y con el respaldo de la junta y sus jugadores cogió el bastón de mando y cambió esos anticuados esquemas técnicos y con la fe del carbonero impuso sus reglas y conocimientos, se dirigió a las SALAS DE LA UCI, saco el oxígeno y los medicamentos precisos y les inyectó optimismo y berraquera hasta hacerlos despertar y triunfar, antes de que le tocara martillar el último clavo del ataúd. Suerte para lo que resta en esa complicada recta final.
[Rodrigo Ramírez Restrepo]