Capsulas de Carreño

DIM vs. Rionegro: Había que ganar o ganar..

El apoyo al técnico se brinda en la cancha, con resultados favorables, con entrega, como ocurrió en el estadio Alberto Grisales, triunfo del DIM ante Rionegro Águilas. El abrazo fuerte y efectivo para Octavio Zambrano. Foto @DIM_oficial.

Por María Victoria Zapata B..

Tuvieron que pasar 74 días,- una  eternidad para nosotros- y nueve partidos, – dos de Copa Libertadores y siete de Liga  para que el  Deportivo Independiente Medellín volviera a  paladear las mieles del triunfo.  Y bastó   para ello,  con un solitario gol de Germán Cano,  de cabeza, al minuto 45+2, que le entregó al equipo la primera victoria del campeonato.

Ayer,  ante Rionegro Águilas,  en el estadio Alberto Grisales,   solo había una alternativa: ganar. Con  un  4-4-2 en el que William Arboleda y Bryan  Castrillón  hicieron parte de la nómina inicial, el DIM buscó  más manejo del balón en mitad de campo, mejor gestión en armado y mayor presencia ofensiva. Y aunque  tuvo  algunas opciones con Castro, Cano y Arboleda en el primer tiempo, las repetidas faltas  le restaron continuidad  y profundidad. Un centro de Perlaza para el cabezazo del goleador y capitán  rojo, Germán Cano, permitió la apertura del marcador  en tiempo de reposición.

El cuadro local, que en los 45 iniciales intentó, sin éxito, explotar  el juego por los costados  y recurrió  a las  faltas para cortar los avances del DIM, arriesgó un poco más  en el complemento  pero apenas le alcanzó para dos llegadas sin mayor peligro. El  DIM se replegó en defensa, contragolpeó y buscó el segundo gol. El arquero Juan David Valencia se constituyó en el jugador más importante del onceno que hasta ayer dirigió el técnico Jorge Luis Bernal.

 

Poco fútbol.

Muy pobre la presentación del cuadro del oriente antioqueño.  Rionegro está  distante de aquel que fuera protagonista  en el torneo inmediatamente anterior.

En  cuanto al DIM,   se percibió cierta  mejoría en  mitad de campo.  Buen trabajo de Diego Arias, que se consolida en la línea titular del DIM y, así se le note aun falto de estado físico, la presencia de William Arboleda, le imprimió un poco más de orden y oficio al sector medular. También debe ser inicialista.

Para mejorar el ánimo.

La victoria ante Águilas de Rionegro es significativa por muchas razones: Aligera las presiones y la pesada  carga emocional de tantas fechas en blanco, le da algún respiro al equipo, que ahora ocupa la casilla 17 en la tabla de posiciones, es el  primer partido del año en el que no se recibe gol   y se  le abre nuevamente el arco a Germán Cano, ausente de los pórticos contrarios en el juego de vuelta ante Palestino y los partidos ante  América y  Deportivo Cali.  Sin embargo al DIM le sigue faltando fútbol y mucho.  Ayer, en el estadio Alberto Grisales,  vimos un Medellín mesurado en los primeros minutos de juego, con vocación ofensiva durante la mayor parte del compromiso y con actitud  durante la totalidad del mismo.

Ayer se  derrotó al   cuadro del oriente antioqueño por la mínima diferencia y ese triunfo, lo reitero, vale un potosí en las actuales circunstancias. En  un equipo tan descompensado como el nuestro,  con tantas deficiencias,  tres puntos son vitales  ante cualquier contendor, liviano o  exigente.

Ayer había que ganar   o ganar y se logró el objetivo,  con más ganas que fútbol. Ojalá esta victoria le marque por fin el camino al DIM, en materia de resultados.  Por el aplazamiento del primer clásico ante Nacional, tendremos que esperar semana y media para saberlo. El 1-0 de ayer fue un oasis en el desierto.  El comportamiento del  equipo ante  Santa  Fe, Nacional,  Envigado, Millonarios y Once Caldas, próximos rivales, en ese orden, nos dirá si las preocupaciones se acentúan o agudizan.

Con un Deportivo Independiente Medellín  obligado  a salir airoso  en la mayoría de partidos que restan por jugar,  solo nos queda estar a la expectativa. La victoria  a  Rionegro no nos devolvió la confianza. Solo nos regaló un momento de tranquilidad. Necesitamos razones y, fundamentalmente fútbol, para volver a creer.
[María Victoria Zapata B.]

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