*Lewandowski desperdicia un penalti en el suplicio entre México y Polonia.
-El delantero del Barcelona tuvo en su mano cambiar el signo del partido, pero el ‘para penaltis’ Memo Ochoa impidió su primer gol en una fase final del Mundial.
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DOHA. Robert Lewandowski falló un penalti ante México. Foto Alex Grimm / Getty, tomada de Mundo Deportivo.
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Martes 22 de noviembre/2022
-Torneo: Mundial de Catar, Grupo C, primera jornada
-Escenario: Stadium 974 (Doha)
-Asistencia: 39.369
Central: Chris Beath (Australia)
México:
Guillermo Ochoa; Jorge Sánchez, César Montes, Héctor Moreno, Jesús Gallardo; Luis Chávez, Edson Álvarez, Héctor Herrera (Rodríguez 71); Hirving Lozano, Henry Martín (Raúl Jiménez 71) y Alexis Vega (Antuna 84).
Técnico: Gerardo «Tat» Marino, argentino, 60 años.
Polonia:
Szczesny; Cash, Berezynski, Kiwior, Glik, Zalewski (Bielik 46); Krychowiak, Kaminski, Szymanski (Frankowski 72), Zielinski (Milik 87); y Lewandowski.
Técnico: Czeslaw Michniewicz, polaco, 52 años.
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El mismo día en que se produjo el bombazo del Mundial con la sonada derrota de la selección argentina contra Arabia Saudí, también llegó el partido con menos color de esta Copa del Mundo. México y Polonia se miraron a los ojos y acabaron dándose la mano en un choque con contadas ocasiones de gol que bien pudo haber resuelto Robert Lewandowski.
El delantero del FC Barcelona dispuso de una ocasión inmejorable para romper el empate, pero como contra el Almería en el Camp Nou, erró su lanzamiento desde el punto de penalti al adivinar el ‘Memo’ Ochoa por dónde iba a tirar. Reparto de puntos que agrada a la albiceleste, que tiene más opciones de superar ronda pese a su tropiezo inicial.
Lo intentó con más ahínco México en los instantes finales, ya con Raúl Jiménez sobre el terreno de juego, pero no hubo manera para ninguno de los dos conjuntos. El pitido final del árbitro finiquitó con el suplicio de los aficionados y decretó un reparto de puntos que da ‘vidilla’ a Messi y a Argentina.
(Felip Muñoz, Mundo Deportivo)
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AL RAYYAN. Dinamarca 0 – Túnez 0.
Martes 22 de noviembre
–Torneo: Mundial de Catar, Grupo D, primera jornada
-Escenario: Education City Stadium (Al Rayyan)
-Asistencia: 42.925
-Central: César Arturo Ramos (México)
Dinamarca:
Kasper Schmeichel, Joachim Andersen, Kjaer (Mathias Jensen, m.65), Christensen, Kristensen, Delaney (Damsgaard, m.46+), Hojbjerg, Eriksen, Maehle, Skov Olsen (Lindstrom, m.65) y Dolberg (Cornelius, m.65).
Técnico: Kasper Hjulmand, nacido en Aalborg, Dinamarca, 50 años
Túnez:
Dahmen, Talbi, Meriah, Bronn, Drager (Kechrida, m.88), Skhiri, Laidouni (Ferjani, m.88), Abdi, Slimane (Sliti, m.67), Msakni (Hannibal Mejbri, m.80) y Jebali (Khenissi, m.80).
Técnico: Jalel Kadri, 50 años, nacido en Tozeur, Túnez.
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DOHA — Túnez, con una intensidad y una hipermotivación dignas de encomio, se coló en la fiesta del regreso a una gran competición de Christian Eriksen y arañó un empate ante Dinamarca que bien pudo ser un triunfo de no haber sido por el meta Kasper Schmeichel, con una magnífica intervención en el primer tiempo.
El equipo de Jael Kadri, arropado por miles de seguidores en el estadio de la Ciudad de la Educación, saltó con una fogosidad absoluta. Desde el minuto uno se jugó cada balón como si fuera el último. Y lo complementó con su habitual orden y un atrevimiento que casi sorprende al cuadro de Kasper Hjulmand.
Lo mejor para la escuadra nórdica fue la presencia de Christian Eriksen. Después de dar el susto en la última Eurocopa en el Parken de Copenhague al desvanecerse por un problema cardíaco, el actual jugador del Manchester United regresó a un gran torneo. Ya cuenta en su historial con tres participaciones mundialistas.
No fue su mejor partido, como tampoco lo fue el de Dinamarca en conjunto, que además sufrió poco antes del descanso la lesión del sevillista Thomas Delaney en la rodilla derecha. Aun así, pudo hasta haber desnivelado el encuentro en el segundo periodo de no haber sido por la mano salvadora del meta Aymen Dahmen.
La salida del campo de Delaney le permitió centrar algo más la posición. Dinamarca, que apenas había podido proyectarse en ataque en algunas intentonas de Andreas Skov Olsen, mejoró en cuanto a posesión e intención ofensiva, pero no le dio ante un rival que tenía la lección muy bien aprendida.
Túnez no es solo pundonor y fogosidad. También sabe manejar el balón con solvencia. Su cóctel estuvo a punto de darle el fruto de la victoria. Firme atrás con tres centrales, dos laterales profundos, un mediocampo que atesoró lucha y control, y un ataque comandado por Issa Jebali, que juega precisamente en Dinamarca (en el Odense), fue un auténtico hueso para los hombres de Hjulmand.
Dinamarca está obligada a mejorar notablemente si quiere mantener su condición de aspirante a llegar lejos, como hizo en la Eurocopa 2020. En el estadio Ciudad de la Educación distó mucho del cuadro ambicioso y atractivo de los últimos tiempos. Aun así puede aún corroborarlo ante Francia y Australia.
(Fuente: ESPN)
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