Capsulas de Carreño

Sobraron fútbol e inteligencia (María Victoria Zapata B, Dama Roja del comentario)

MARIA-VICTORIA-ZAPATAPor María Victoria Zapata B.

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*Llena la retina y alma, ver  jugar a nuestro amado DIM…!!!
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Un gran partido jugó anoche el Deportivo  Independiente Medellín  en el estadio de Palmaseca, ante el Deportivo Cali, en el juego de vuelta de cuartos de final de la Copa Águila.

Con fútbol, con inteligencia y con la tranquilidad de la ventaja de dos goles, obtenida hace dos semanas  en el Atanasio Girardot,  obtuvo su clasificación a la fase semifinal del torneo.

No ahorró esfuerzos en la búsqueda del arco de Ernesto Hernández ni de las anotaciones que ampliaran y/o ratificaran la   diferencia en goles, obtenida en el  primer partido ante el cuadro azucarero.

Fue superior el DIM
El primer tiempo mostró un juego parejo entre ambos contendores, sin embargo el ímpetu  del onceno local,  que estaba obligado a igualar la serie, no trascendió los primeros minutos  de juego. Lució nublado en mitad de campo y  a pesar de su trabajo por los costados  y de la velocidad del delantero Harold Preciado,  se vio  desordenado  en  ataque. Medellín, por su parte,  manejó el balón,  copó espacios,   impuso su ritmo de juego  y,  aunque sus opciones no fueron muchas, llegó  siempre con peligrosidad al arco verdiblanco y  desnudó nuevamente las deficiencias defensivas del  Deportivo Cali.

En el complemento   el DIM  brilló por su propuesta ofensiva, por la  sincronización de sus tres líneas, por la solidez   de su zaga  y por la seguridad del  cancerbero David González.  Volvió a fallar en definición.  El onceno azucarero careció de juego colectivo, regaló el medio campo, recurrió a  fallidas estrategias  tácticas  con el ingreso de  Mateo Casierra, primero,  al minuto 46, y Nicolás Benedetti, posteriormente,  al 68,   evidenció  desespero y    destacó el trabajo del guardavallas uruguayo Ernesto Hernández.

El 0-0 con el que finalizó el segundo juego de la serie clasificó al DIM a la fase semifinal y dejó fuera de competencia al onceno de la Sultana del Valle.

Mucho más que  dos  goles
Si bien es cierto el DIM enfrentó su segundo juego de la serie con la  tranquilizadora ventaja de los goles anotados por Cristian Marrugo y Hernán Hechalar en el partido de ida, en  el estadio Atanasio Girardot,  también lo es que el paso a semifinales es producto de un fútbol  ofensivo que ya se consolida, de un fútbol sinónimo de jerarquía, de un fútbol  que hace derroche de  variantes tácticas y estratégicas,  de un fútbol que  destaca tanto acciones individuales como juego colectivo, de un fútbol  que cada vez muestra mayor sincronización en todos sus frentes.

Aunque no se desconocen el déficit en materia de definición, la importancia de un socio para Juan Fernando Caicedo, la presencia de un goleador genuino en el ataque rojo- que, esperamos, sea John Freddy Pajoy,- y las opciones desperdiciadas por delanteros y volantes del Medellín,  somos sabedores, así mismo,  de la constante búsqueda de los arcos contrarios (no, en vano, los cancerberos  rivales  se erigen en figuras de  los compromisos en que enfrentan al Poderoso), del notable nivel de juego de algunos  de nuestros jugadores, de la solidez defensiva que muestra hoy por hoy el equipo y de las notables  fortalezas que el técnico Leonel Álvarez   canaliza con acierto.

La ventaja del DIM frente al Deportivo Cali y su clasificación a la fase semifinal de la Copa Águila son, pues,  el resultado de un  juego  lleno  de auspiciosos y prometedores ingredientes, de un equipo al que le sobran talento,  fútbol, amor propio, estado físico y coraje,  de un Deportivo Independiente Medellín que vuelve a ser símbolo de alegría  e ilusión.

Llena la retina y alma, ver  jugar a nuestro amado DIM…!!!

[María Victoria Zapata B.]

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