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¿Sólo Bobadilla era el problema? .. Por María Victoria Zapata B.
- Actualizado: 28 septiembre, 2020
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Por María Victoria Zapata B.
*La dirigencia del DIM perdió su rumbo hace rato, lo mismo que su credibilidad. DEBE VENDER. No le queda otra alternativa.
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Hace muchos años el Deportivo Independiente Medellín no acusaba una problemática tan compleja como la que hoy enfrenta. Ya no es solo cuestión de mal fútbol y pésimos resultados. No es una crisis ni una racha negativa. Es un deterioro corporativo en todos sus frentes, con todos sus actores cuestionados y con gravísimas y preocupantes implicaciones para el futuro del equipo, tanto en el plano administrativo como en el deportivo.
Porque es un hecho que, por acción, omisión o simple complicidad, mayor accionista, dirigencia y Cuerpo Técnico del DIM todos tienen que ver con la actual debacle roja y todos, con algún grado de responsabilidad, le arrebataron al equipo su nómina, su fútbol, sus metas y su institucionalidad. Al hincha le robaron sus sueños e ilusiones. Y con la hoz con que lo destruyeron todo, rompieron también la conexión afectiva entre directivos, hinchas y jugadores.
Ni un las peores épocas, se había vivido una situación como la que se vive hoy en el DIM, con todas sus fuerzas dispersas, desunidas, divorciadas, y en la que cada partido no despierta más que temor y desazón frente al resultado, en que cada actuación no deja de aumentar la amargura y tristeza asentadas en el alma desde el momento mismo en que el equipo fue reducido a la mínima expresión, en todos sus ámbitos.
¿Chivo expiatorio o problema?
Aunque se veía venir, la terminación del vínculo contractual del técnico Aldo Bobadilla volvió a sembrar diversos interrogantes en mente y corazón del hincha rojo. Algunos de ellos: ¿Por qué Bobadilla no fue sincero ni claro con la hinchada?
¿Se constituyó el orientador rojo en el chivo expiatorio de una situación que ya se la había salido de las manos a la dirigencia del DIM? ¿Otro técnico, quien quiera que sea, hará milagros con una nómina que no es competitiva ni para un torneo vacacional?
El incidente con el periodista Óscar Tobón ayer, en la antesala del juego ante el Deportivo Pereira, en el estadio Atanasio Girardot, simplemente rompió la cuerda por su parte más delgada y aceleró una salida que estaba tan anunciada como la debacle del DIM en Copa Libertadores y Liga colombiana, tras el desmantelamiento del equipo, del que también es responsable el hoy desvinculado técnico rojo.
Porque es evidente que Aldo Bobadilla NO era el problema como tal en el DIM. El entrenador paraguayo era una parte del problema y su salida será, entonces, una parte de la solución, cortoplacista por demás. Ante el deterioro institucional, la pérdida total de credibilidad y el irreversible distanciamiento entre dirigencia e hinchada, la única solución posible es el relevo de la cúpula administrativa, lo que solo se logrará con la VENTA DEL DIM. Bobadilla no es el único que se debe ir del DIM…!!!
Y ese otro sinsabor tan grande…
Es imposible dejar de pensar en ese Aldo Bobadilla querido y respetado por la afición, que se marchó entre lágrimas en mayo del 2010 para el Corinthians de Brasil.
Capitán, ídolo y baluarte del DIM campeón 2009, su retorno, ya en calidad de Director técnico, el 4 de septiembre del año inmediatamente anterior, fue acogido con esperanza y alegría por la afición Poderosa.
La notable mejoría del comportamiento del equipo en la cancha, el visible crecimiento anímico de todos los jugadores, la obtención del título en Copa Águila y el consecuente cupo a Libertadores, incrementaron las expectativas frente a una decorosa participación internacional en 2020 y ese otro trozo de historia que escribiría el ídolo guaraní, ya en condición de entrenador.
Sin embargo su permisividad en el posterior desmantelamiento del equipo campeón, al que solo le dejaron sus dos centrales (Andrés Cadavid y Jesús David Murillo), su aval para la contratación de refuerzos que se convirtieron en una seguidilla de rotundos fracasos su oposición al regreso de un futbolista tan queridos como Christian Marrugo, su falta de sinceridad respecto de los diálogos con Jackson Martínez , la no aceptación de jugadores como Guillermo Celis y Jown Cardona no obstante las necesidades apremiantes del DIM, y su admisión de un proceso a todas luces absurdo e irrealizable, minaron de manera considerable la fe del hincha en el Bobadilla que en el arco rojo deslumbró por su personalidad y temperamento.
La vergonzosa participación tanto en Copa Libertadores como en el torneo colombiano y el pésimo comportamiento del DIIM en el gramado, derrumbaron por completo la poca confianza que quedaba en el Aldo Bobadilla técnico. Su nula capacidad de autocrítica y sus recurrentes problemas con la prensa deportiva también contribuyeron de forma significativa a desdibujar su ya deteriorada imagen ante hinchada y opinión pública.
Aunque por razones diferentes, duele recordar al Bobadilla que se alejó hace diez años y al que se marcha hoy. No es posible pensar en ellos por separado, por una coyuntura que siempre los mantendrá unidos a Independiente Medellín y a su afición. Infortunadamente, el Aldo Bobadilla que hoy se marchó por la puerta de atrás nos falló a los hinchas en momentos cruciales. Hace poco lo expresé en este mismo portal de Cápsulas, y me sostengo en dicha apreciación: En el 2020 Bobadilla se jugó el partido de su vida ante la hinchada del DIM, y lo perdió por goleada.
Del partido ante deportivo Pereira no vale la pena hablar. Ese 1-1 con sabor a derrota lo dice todo. En cuanto al nuevo técnico del DIM, es irrelevante quien llegue. Con esa nómina y, sobre todo, con esa dirigencia, no hay nada que hacer. Los procesos requieren de bases administrativas, que en el DIM no hay. El caos es total. Y los juveniles necesitan de jugadores caudillos y guías en el terreno de juego, que en el DIM tampoco los hay. La dirigencia del DIM perdió su rumbo hace rato, lo mismo que su credibilidad. DEBE VENDER. No le queda otra alternativa.
[María Victoria Zapata B.]
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