Capsulas de Carreño

¿Sólo Bobadilla era el problema? .. Por María Victoria Zapata B.

Aldo Bobadilla que hoy  se marchó por la puerta de atrás nos falló a los hinchas en momentos cruciales. Foto @DIM_oficial.

Por María Victoria Zapata B.

 

 

*La dirigencia del DIM perdió su rumbo hace rato, lo mismo que su credibilidad. DEBE VENDER.  No le queda otra alternativa.

Hace muchos años el  Deportivo Independiente Medellín no acusaba  una problemática  tan compleja como la que hoy enfrenta.  Ya  no es solo  cuestión de mal fútbol y pésimos resultados.  No es una crisis ni una  racha negativa.  Es un deterioro corporativo en todos sus frentes, con  todos sus actores cuestionados  y con gravísimas y preocupantes  implicaciones para el futuro del equipo, tanto en el plano administrativo como en el deportivo.

Porque es un hecho que, por acción, omisión o simple complicidad, mayor accionista,  dirigencia y Cuerpo Técnico del DIM todos tienen que ver con la actual debacle roja y todos, con algún grado de responsabilidad,  le arrebataron al equipo  su nómina,  su fútbol, sus metas y su institucionalidad. Al hincha le robaron sus sueños e ilusiones. Y con la hoz con que lo destruyeron todo, rompieron también la conexión afectiva entre directivos, hinchas y jugadores.

Ni un las peores épocas,  se había vivido una situación  como la que se vive hoy en el  DIM,  con todas sus fuerzas dispersas, desunidas, divorciadas, y en la que cada partido no despierta más que temor y desazón frente al resultado,  en que cada actuación no deja de aumentar la amargura y tristeza asentadas en el alma desde el momento mismo en que  el equipo fue reducido a la mínima expresión, en todos sus ámbitos.

 

¿Chivo expiatorio o problema?

 Aunque se veía venir,  la  terminación del vínculo contractual   del técnico Aldo Bobadilla volvió a sembrar  diversos interrogantes en mente y corazón del hincha rojo. Algunos de ellos:  ¿Por qué Bobadilla no fue sincero ni claro con la hinchada?

¿Se constituyó  el orientador rojo  en el chivo expiatorio de una situación que ya se la había salido de las manos a la dirigencia  del DIM?  ¿Otro técnico, quien quiera que sea,  hará milagros con una nómina  que no es competitiva ni para un torneo vacacional?

El incidente con el periodista Óscar Tobón  ayer, en la antesala del   juego ante el Deportivo Pereira, en el estadio Atanasio Girardot, simplemente  rompió la cuerda por su  parte más delgada y aceleró una  salida que estaba tan anunciada como la debacle  del DIM en Copa Libertadores y Liga colombiana,  tras el desmantelamiento del equipo, del que también es responsable  el  hoy desvinculado técnico rojo.

Porque es  evidente que  Aldo Bobadilla NO  era el problema como tal  en el  DIM. El entrenador paraguayo era  una parte del problema  y su  salida será, entonces,  una parte de la solución,  cortoplacista por demás. Ante el deterioro institucional, la pérdida total de credibilidad y el irreversible distanciamiento entre dirigencia e hinchada, la única solución posible es  el relevo de la cúpula administrativa, lo que solo se  logrará con la VENTA DEL DIM.  Bobadilla no es el único que se debe ir del DIM…!!!

 

Y ese otro sinsabor tan grande…

 Es imposible  dejar de pensar en ese Aldo Bobadilla  querido y respetado  por la afición,  que se marchó entre lágrimas en mayo del 2010  para el Corinthians de Brasil.

Capitán, ídolo  y baluarte del DIM campeón 2009, su retorno, ya en calidad de Director técnico,  el 4 de  septiembre del año inmediatamente anterior, fue acogido con esperanza y alegría por la afición Poderosa.

La notable  mejoría del comportamiento del equipo en la cancha, el visible crecimiento  anímico  de todos los jugadores, la obtención del título en Copa Águila y el consecuente cupo a Libertadores,  incrementaron   las expectativas  frente a una decorosa  participación internacional en 2020 y ese otro trozo de historia que escribiría el ídolo guaraní, ya en condición de entrenador.

Sin embargo su permisividad en el posterior desmantelamiento del equipo campeón,  al que solo le dejaron sus  dos centrales (Andrés Cadavid y Jesús David Murillo),  su aval para la contratación de refuerzos  que se convirtieron en una seguidilla de rotundos  fracasos  su  oposición al regreso de un  futbolista tan queridos como Christian Marrugo, su falta de sinceridad respecto de los diálogos con Jackson  Martínez , la no aceptación de jugadores  como Guillermo Celis y Jown Cardona no obstante las necesidades  apremiantes del DIM,  y su admisión  de un  proceso a todas luces  absurdo e irrealizable,  minaron de manera considerable  la fe del hincha en el Bobadilla que en el arco rojo deslumbró por su  personalidad  y temperamento.

La  vergonzosa participación tanto en Copa Libertadores como en el torneo colombiano  y el pésimo comportamiento del DIIM  en el gramado,  derrumbaron por completo  la poca confianza que quedaba en el Aldo Bobadilla técnico. Su nula capacidad de autocrítica y sus recurrentes problemas con la prensa deportiva también contribuyeron  de forma significativa a  desdibujar su ya deteriorada imagen ante hinchada y opinión pública.

Aunque por razones diferentes,  duele recordar al Bobadilla que se  alejó hace diez años y al que  se marcha hoy. No es posible pensar en ellos por separado, por una coyuntura que siempre los mantendrá unidos a  Independiente Medellín y  a su afición.  Infortunadamente, el  Aldo Bobadilla que hoy  se marchó por la puerta de atrás nos falló a los hinchas en momentos cruciales. Hace poco lo expresé en este mismo portal de Cápsulas, y me sostengo en dicha apreciación: En el 2020 Bobadilla se jugó  el partido de su vida ante la hinchada del DIM, y lo perdió por goleada.

Del partido ante  deportivo Pereira no vale la pena hablar. Ese 1-1 con sabor a derrota lo dice todo. En cuanto al nuevo técnico del DIM, es irrelevante quien llegue.  Con esa nómina y, sobre todo, con esa dirigencia,  no hay nada que hacer.  Los procesos requieren de bases administrativas, que en el DIM no hay. El caos es total. Y los juveniles necesitan de  jugadores  caudillos y guías en el terreno de juego, que en el DIM tampoco los  hay. La dirigencia del DIM perdió su rumbo hace rato, lo mismo que su credibilidad. DEBE VENDER.  No le queda otra alternativa.
[María Victoria Zapata B.]

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