- Champions: Goleó Bayern, uno de Díaz. Resultados miércoles
- Nacional con Simón García vs. Once Caldas sin Dayro. Las probables.
- Envigado por Tovar. Caso Sebastián Villa en Cápsulas..
- Copa: Envigado eliminó a Pereira. En semifinales vs. DIM
- Siquiera no nos tocó jugar contra Marruecos
- Agridulce empate del DIM.
- Remontar – Moda – DIM – Selección en Cápsulas
- Selección Colombia Femenina Mayores en Medellín
- Champions: Arsenal-Atlético.. Barcelona-Olympiacos (Martes)
- Así de claro en el DIM y Santa Fe…
Solo estuvimos los hinchas
- Updated: 7 febrero, 2016
Por María Victoria Zapata B.
*La tribuna también perdió el partido y por goleada.
No llegaron, a la gramilla del Atanasio Girardot, el buen fútbol ni los goles del DIM. Los 34.317 hinchas que fuimos a darles las bienvenida, nos quedamos esperándolos…
Más que decepcionante fue el debut local del Deportivo Independiente Medellín, en la temporada 2016.
Peor no pudo ser la primera presentación del DIM ante su hinchada, en el compromiso que perdió, 0-1, ante el Atlético Junior. No obstante la inclusión en el onceno titular de los recientemente vinculados Marlon Piedrahita, Mauricio Molina, Johan Arango y, sobre el final del partido, Leonardo Castro, el equipo rojo lució acéfalo en mitad de campo, se vio sin reacción, careció de argumentos tanto defensivos como atacantes, y sucumbió ante un cuadro barranquillero que lo superó ampliamente durante los 90 minutos de juego y se quedó, justicieramente, con los 3 puntos en disputa.
El fútbol que mostró esta tarde el DIM fue infinitamente inferior a su nómina y muy por debajo de las expectativas de una hinchada que, en forma masiva, asistió al máximo coliseo deportivo de la capital antioqueña. Casi treinta y cinco mil seguidores rojos no solo presenciamos el peor partido jugado por Independiente Medellín en mucho tiempo y un deplorable debut de nuestros refuerzos, sino que experimentamos una gran preocupación por la pobreza exhibida por el equipo en todas sus líneas y en la casi totalidad de sus jugadores. La carencia de argumentos tácticos y emocionales de un DIM sin estrategias ni planteamiento alguno, sin volumen de ataque, sin fortalezas defensivas y también sin combatividad, nos dejaron inquietudes a granel.
Sin brújula el DIM, ordenado el Junior
Tan solo dos opciones, ambas del argentino Hernán Hechalar, en los minutos 15 y 32, convirtieron al guardavallas Sebastián Viera en un espectador más del partido en el período inicial. Mientras el DIM dejaba al descubierto la vulnerabilidad de su zaga, el medio campo extraviaba el balón y deambulaba sin líder ni cohesión con la delantera y el escaso ataque se hacía predecible e improductivo, el Junior mostraba la solidez de su defensa y la peligrosidad de su contragolpe y marcaba el único gol del partido, con Vladimir Hernández, al minuto 24. Muy poco premio para un contendor que nos superó ampliamente.
La esperanza de ver mejoría en el cuadro rojo se diluyó con el paso de los minutos y con la llegada del período complementario, por cuanto el fútbol del DIM continuó asfixiado por sus propias carencias. A pesar de las opciones de Molina (minuto 55, en cobro de tiro libre), Piedrahita(minutos 64 y 84) y Caicedo (minuto 85), las sustituciones de William Parra por Juan David Cabezas (minuto 46), Mauricio Molina por Leonardo Castro (minuto 73) y Hernán Hechalar por Luis Carlos Arias (minuto78) y la intensidad con la que se volcó en los últimos minutos en el arco custodiado por el uruguayo Viera, el DIM no tuvo inteligencia, fútbol ni suficiencia para romper el 4-4-2 de Junior y, fundamentalmente, para enfrentar y superar sus propias deficiencias.
A corregirlo todo
Porque todo, absolutamente todo, falló ayer en el Deportivo Independiente Medellín. Desde el cuerpo técnico hasta los referentes y los refuerzos. El 0-1 ante Junior trascendió el ya usual asunto de definición y se transformó en un severo problema de funcionamiento que pulverizó por igual defensa, medio campo, ataque y cualquier esquema que se hubiera diseñado antes de la iniciación del compromiso.
El primer interrogante surge, entonces, con el planteamiento: ¿Cuál fue el módulo táctico? ¿se estudió previamente al rival? ¿Hechalar jugó como media punta o como delantero? ¿Caicedo ofició como atacante o como centrocampista? ¿Medellín alineó con dos atacantes o con uno solo ? Qué falta que hace un goleador genuino para el DIM.
Y es que tan obnubilado como el equipo estuvo el técnico Leonel Álvarez. Su liderazgo y carácter no aparecieron por parte alguna, el trabajo de la semana no se vio por ningún lado y también brillaron por su ausencia la calidad de los creativos, la vocación ofensiva, las aspiraciones del equipo y la actitud de los jugadores.
Ninguno de los nuevos integrantes tuvo en buen debut en casa. Todos quedaron en deuda con la afición. Escasísimo aporte de Mauricio Molina y una expulsión, de Johan Arango, igualmente de discreta actuación, en la agonía del partido (minuto 90+3).
Tampoco fue solvente la defensa. Hasta la saciedad lo hemos repetido: es vulnerable, presenta fisuras y pide a gritos se le refuerce. Andrés Mosquera, quien también vio la tarjeta roja anoche (minuto 90+5), deja muchas dudas como zaguero central, Luis Tipton nada que justifica su titularidad, Cahais aun no marca diferencia y Marlon Piedrahita apenas se “estrenó” con el DIM.
En cuanto a la primera línea de volantes, estuvo tan frágil como la zaga. Pésima tarde-noche para Daniel Torres y pobre desempeño del juvenil volante William Parra y de su relevo, al minuto 46, Juan David Cabezas.
Sobre el armado, la verdad es que ayer NO funcionó en absoluto. Desdibujado por completo el emblemático Mao, discreto Arango, flojo Hechalar e inoperante Caicedo. Ni Leonardo Castro ni Luis Carlos Arias fueron solución en la fase final del partido. Y el esperado “milagro” del gol del empate con los jugadores de relevo no ocurrió, porque en un partido con un problema de funcionamiento colectivo tan grave, la acción individual o la genialidad en las postrimerías del partido no llegaron- difícilmente iban a hacerlo- a ponerle el rayo de luz a un fútbol oscuro e intrascendente, línea a línea, jugador a jugador, desde el primer minuto de juego.
En un Medellín tan carente de todo, el equipo fue absorbido por la anarquía, la incapacidad y la pasividad. Atlético Junior fue superior táctica y estratégicamente e individual y colectivamente. Mostró un excelente trabajo en defensa y contragolpe y ganó, 1-0, porque fue superior al DIM durante la totalidad del compromiso.
El Medellín, por su parte, evidenció gruesos problemas que comprometen sus tres sectores y obligan a la aplicación de correctivos inmediatos. El fútbol que exhibió anoche, y aun en la de la primera fecha ante Atlético Bucaramanga, no se compadece de su nómina, de su cuerpo técnico, del esfuerzo de sus directivos ni de los anhelos de la hinchada. Tampoco del trabajo que se adelanta en semana. La objeción, que es igual para el orientador Leonel Álvarez y para todos los jugadores, exige un examen de conciencia de uno y otros y clama por la búsqueda inmediata de soluciones.
Y ayer volví a preguntarme el por que de la no renovación del contrato al arquero paraguayo Anthony Silva, el por que de la cesión del zaguero Jorge Arias al Junior de Barranquilla. La verdad, sigo sin entenderlo.
Censurable…!!!
Pero si la gestión de los futbolistas rojos en la gramilla merece serios reparos, el comportamiento de un sector de la afición en la tribuna es repudiable desde todo punto de vista. No hay derecho a la agresión verbal, a las reiteradas ofensas y a los gritos cargados de intolerancia hacia los propios integrantes del plantel. No tiene presentación que una hinchada que se jacta de ser “la más linda del mundo” arremeta de esa forma tan despiadada contra sus propios jugadores. Ni siquiera un partido en el no hubo nada ni nadie por destacar y en que la derrota fue consecuencia de un paupérrimo desempeño, justifica tanta hostilidad y tanta intransigencia hacia los nuestros.
Ahí, la tribuna también perdió el partido y por goleada.
Que mal ese grupo de hinchas ofensivos e injuriosos, acreedores a la más baja de las calificaciones en la noche anterior. Que mal que todavía no logremos racionalizar que el descontento no es análogo al ultraje y que la crítica nunca será sinónimo de agresión. ¡¡¡ Qué mal esos hinchas, qué mal…!!!
[María Victoria Zapata B.]





8 Comments