Capsulas de Carreño

Solo estuvimos los hinchas

MARIA-VICTORIA-ZAPATAPor María Victoria Zapata B.

*La tribuna también perdió el partido y por goleada.

No llegaron, a la gramilla del Atanasio Girardot, el   buen fútbol ni los goles del DIM. Los 34.317  hinchas  que fuimos a darles las bienvenida, nos quedamos esperándolos…

Más que decepcionante fue el debut local del Deportivo Independiente Medellín, en la temporada 2016.

Peor no pudo ser la primera presentación del DIM  ante su hinchada, en el compromiso  que perdió, 0-1, ante el  Atlético Junior.   No obstante la inclusión en el onceno titular de los recientemente vinculados Marlon Piedrahita, Mauricio Molina,  Johan Arango y, sobre el final del partido,  Leonardo Castro,  el  equipo  rojo  lució acéfalo en mitad de campo, se vio sin reacción, careció de argumentos  tanto defensivos  como atacantes,  y sucumbió ante un cuadro barranquillero que lo superó ampliamente durante los 90 minutos de juego y se quedó, justicieramente, con los 3 puntos en disputa.

El  fútbol que mostró esta tarde el DIM fue infinitamente inferior a su nómina y muy por debajo de las expectativas de una hinchada que, en forma masiva, asistió al máximo coliseo deportivo de la capital antioqueña. Casi treinta y cinco mil  seguidores rojos  no solo presenciamos el peor partido jugado por  Independiente Medellín en mucho tiempo y un deplorable debut de nuestros refuerzos,  sino que  experimentamos una gran preocupación por la pobreza exhibida por el equipo en todas sus líneas y  en la casi totalidad de sus jugadores. La  carencia de argumentos tácticos y emocionales de un DIM sin estrategias ni planteamiento alguno, sin volumen de ataque, sin fortalezas defensivas y también sin combatividad, nos dejaron inquietudes a granel.

 

Sin brújula el  DIM, ordenado  el Junior

Tan solo dos opciones,  ambas del argentino Hernán Hechalar, en los minutos 15 y 32,    convirtieron al  guardavallas  Sebastián Viera en un espectador más del partido en el período inicial.  Mientras  el DIM dejaba al descubierto la vulnerabilidad de su zaga, el medio campo extraviaba el balón y  deambulaba  sin líder ni cohesión con la delantera    y el escaso ataque se hacía predecible e improductivo,  el Junior mostraba la solidez de su defensa y   la peligrosidad de su contragolpe   y marcaba el único gol del partido, con Vladimir Hernández, al minuto 24. Muy poco premio para un  contendor que nos superó ampliamente.

La esperanza de ver mejoría en el cuadro rojo se  diluyó  con el paso  de los minutos y con   la llegada del período complementario, por cuanto  el fútbol del DIM  continuó  asfixiado por sus propias carencias. A pesar de  las opciones  de Molina (minuto 55, en cobro de tiro libre),  Piedrahita(minutos 64 y 84)  y  Caicedo (minuto 85), las sustituciones de William Parra por Juan David Cabezas (minuto 46),  Mauricio Molina por Leonardo Castro (minuto 73) y Hernán Hechalar por Luis Carlos Arias (minuto78) y la intensidad con la que se volcó en los últimos minutos en el arco custodiado por el uruguayo Viera, el DIM no  tuvo inteligencia, fútbol  ni suficiencia  para  romper  el 4-4-2 de Junior y, fundamentalmente, para  enfrentar y superar sus propias deficiencias.

A corregirlo todo

Porque todo, absolutamente todo, falló ayer en  el Deportivo Independiente Medellín. Desde el cuerpo técnico hasta los referentes y los refuerzos.  El 0-1 ante Junior trascendió el ya usual  asunto  de definición  y se  transformó  en un  severo problema de funcionamiento que pulverizó por igual defensa, medio campo, ataque y cualquier esquema que se hubiera diseñado antes de la iniciación del compromiso.

El primer interrogante surge, entonces,  con el planteamiento:  ¿Cuál fue el módulo táctico?  ¿se estudió previamente al rival? ¿Hechalar jugó como media punta o como delantero? ¿Caicedo ofició como atacante o como centrocampista? ¿Medellín alineó con dos atacantes o con uno solo ? Qué falta que  hace un goleador genuino para el DIM.

Y es que tan obnubilado como el equipo estuvo el técnico Leonel Álvarez. Su liderazgo y carácter no  aparecieron por parte alguna, el trabajo de la semana no se vio  por ningún lado y  también brillaron por su ausencia la  calidad de los  creativos, la vocación ofensiva, las  aspiraciones del  equipo y la actitud de los jugadores.

Ninguno de los nuevos integrantes   tuvo en buen debut en casa. Todos quedaron en deuda con la afición. Escasísimo aporte de Mauricio Molina  y una expulsión, de  Johan Arango, igualmente de discreta actuación,  en la agonía del partido (minuto 90+3).

Tampoco fue solvente  la defensa. Hasta la saciedad lo hemos repetido: es vulnerable, presenta fisuras y pide a gritos se le refuerce. Andrés Mosquera, quien también vio la tarjeta roja anoche (minuto 90+5),  deja muchas dudas como zaguero central,  Luis Tipton nada que justifica su titularidad, Cahais  aun no marca diferencia y Marlon Piedrahita apenas se “estrenó” con el DIM.

En cuanto a la primera línea de volantes,  estuvo tan frágil como la zaga. Pésima tarde-noche para Daniel Torres y pobre desempeño del juvenil volante William Parra y de su relevo, al minuto 46, Juan David Cabezas.

Sobre el armado, la verdad es que ayer NO funcionó en absoluto. Desdibujado por completo el emblemático Mao,  discreto Arango, flojo Hechalar e inoperante Caicedo.  Ni Leonardo Castro ni Luis Carlos Arias fueron solución en la fase final del partido.  Y  el  esperado “milagro”  del gol del empate con los jugadores de relevo no ocurrió, porque en un partido con un problema de funcionamiento colectivo tan grave, la acción individual o la genialidad  en las postrimerías del partido no  llegaron- difícilmente iban a  hacerlo-  a ponerle  el rayo de luz a un fútbol oscuro e intrascendente, línea a línea, jugador a jugador,  desde el primer minuto de juego.

En un Medellín tan carente de todo,   el equipo fue absorbido por la anarquía, la incapacidad  y la pasividad. Atlético Junior  fue  superior  táctica y estratégicamente e  individual y colectivamente.  Mostró un excelente trabajo en defensa y  contragolpe  y ganó, 1-0, porque fue superior al DIM  durante la totalidad del  compromiso.

El Medellín, por su parte, evidenció gruesos  problemas  que comprometen sus tres  sectores y obligan a la aplicación de correctivos inmediatos. El fútbol que exhibió anoche, y aun en la de la primera fecha ante Atlético Bucaramanga, no se compadece de su nómina, de su cuerpo técnico,  del esfuerzo de sus directivos ni de los anhelos de la hinchada.  Tampoco del trabajo que se adelanta en semana. La objeción, que  es igual para  el orientador Leonel Álvarez  y para  todos los jugadores, exige un examen de conciencia de  uno y otros y  clama   por la búsqueda inmediata de soluciones.

Y  ayer  volví a preguntarme  el por que de la no renovación del contrato al arquero paraguayo Anthony Silva, el por que de la cesión del zaguero Jorge Arias al Junior de  Barranquilla.  La verdad, sigo sin entenderlo.

Censurable…!!!

Pero si la gestión de los futbolistas rojos en la gramilla merece serios reparos, el comportamiento de un sector de la afición en la tribuna  es  repudiable  desde todo punto de vista. No hay derecho a la agresión verbal, a  las reiteradas ofensas y a  los gritos cargados de intolerancia  hacia los propios integrantes del plantel.  No  tiene presentación que una hinchada que se jacta de ser “la más linda del mundo” arremeta de esa forma tan despiadada contra sus propios jugadores. Ni siquiera un partido en el no hubo nada ni nadie por destacar  y en que la derrota  fue  consecuencia  de un  paupérrimo  desempeño, justifica tanta hostilidad y tanta intransigencia hacia los nuestros.

Ahí, la tribuna también perdió el partido y por goleada.

Que mal  ese grupo de hinchas ofensivos e injuriosos,  acreedores a la más baja de las calificaciones en la noche anterior. Que mal que todavía  no logremos  racionalizar  que el descontento no es análogo al ultraje y  que la crítica nunca será sinónimo de agresión. ¡¡¡ Qué mal esos hinchas, qué mal…!!!

[María Victoria Zapata B.]

Compartir:

8 Comments

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *