Capsulas de Carreño

Son de la loma. Coltejer toca a su puerta.

Los triunfos de Ramón Hoyos Vallejo, el primer escarabajo de Colombia, con el patrocinio de Coltejer. Foto tomada de la revista Semana.

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Por Rubencho – Rubén Darío Arcila M.

Con el corazón hecho hilachas y el orgullo lastimado, los antioqueños agitamos el pañuelo blanco del adiós a nuestra gran empresa, el estandarte, la mejor puntada de la historia: Coltejer, el primer nombre en textiles. En el abecedario parroquial esas letras suspendidas en el aire, en la ladera oriental de Medellín, perdidas en el corazón del bosque, fueron las primeras que aprendimos mientras aplaudíamos la colosal hazaña de Ramón Hoyos Vallejo.

Tejiendo un poco de historia les contaré que La Voz de Antioquia, propiedad de William Gil Sánchez, contaba entre sus programas estelares de concurso, en vivo, con transmóvil en los barrios de la ciudad, uno muy recordado: “Coltejer toca a su puerta”. Si tenías la fortuna de recibir la visita de Gabriel Muñoz López, el locutor de planta, detener el móvil frente a tu casa y hacer sonar la sirena al corresponderte la suerte por número de placa, eras el feliz ganador.

La competencia, Voz de Medellín, con la animación de Juan Eugenio Cañavera, cotizaba por la sintonía con “El peso Fabricato”, premiando al participante que llegara en media hora al radioteatro de Bolivar con Cuba, billete de un peso en mano y el número de serie final solicitado al aire. Fabricato era el otro referente textil de la bella villa: la tela de los hilos perfectos. La marca está en el orillo, la calidad en toda la tela.

Coltejer toca a su fin. La adaptación hecha de una polka-checa bien popular, Besos y Cerezas, fue el himno publicitario del momento: Coltejer es el primer nombre en textiles. Y fabrica para usted mejores driles. Dril armada dura más y no se acaba jamás. La coleta margarita es más bonita”.

Nuestro reconocimiento a esos fundadores de pueblos y de industrias a quienes debe Colombia lo que es y lo que podría ser mañana. Ahí queda la torre como un faro, un monumento a la raza con su lanzadera apuntando al cielo que recibe su legado entre nubes de algodón.

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2 comentarios

  1. Jorge Martínez

    7 febrero, 2023 at 7:39 am

    POR LA COLUMNA DE RUBENCHO
    Usted puede «Rubencho», como pez en el agua, un maestro.
    Jorge Martínez

    Hincha de El Nacional de Rueda
    Medellín

  2. jose Ignacio lopez g

    6 febrero, 2023 at 4:29 pm

    POR LA COLUMNA DE RUBENCHO
    Don Alfredo y comunidad Cápsulas buenas tardes. Un gusto volver a leer a Rubencho. Tiempo sin que nos deleitara. Quizás en otro cielo la luz de un nuevo día (una nueva factoría) nos vuelva a florecer. Saludos gran poeta.
    José Ignacio López G.

    Hincha de dim
    Itagui.

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