Capsulas de Carreño

DIM, otra  eliminación anunciada. Por María Victoria Zapata B.

Por María Victoria Zapata B..

 

*¿La dirigencia roja aprendería, por fin, la lección, o seguirá de tumbo en tumbo.

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Y fue anunciada hace un mes, en el partido de ida, con una vergonzosa presentación del DIM en el estadio Luis Alfonso Giagni y  el 0-2 con el que culminaron los primeros 90 minutos ante la escuadra guaraní.

Seguramente esta eliminación, ante  el paraguayo Sol de América, dolió muchísimo más que las anteriores,  con Cerro Porteño (2016) o con Racing (2017) porque nos volvieron  a golpear  la  certeza del fracaso total en materia de competiciones internacionales y la certidumbre de la carencia de proyectos serios y estructurados en el Deportivo Independiente Medellín.

Anoche, el DIM tuvo que batallar contra la fuerte lluvia que cayó sobre la ciudad horas antes y durante el partido, contra una gramilla anegada e imposible para la práctica del fútbol, contra un arbitraje excesivamente permisivo con la escuadra visitante, contra  una lapidaria anotación guaraní   cuando apenas transcurrían 14 minutos de juego, contra sus propias deficiencias defensivas que la volvieron a pasar  factura en el tiro libre  de Zeballos que dio lugar al gol del atacante César Villagra  y, sobre todo, contra un 0-2 producto de una pésima presentación en el  estadio Luis Alfonso Giagni  de Asunción, en el  partido  de ida,  el pasado 12 de abril.

De nada sirvieron la entrega, la lucha, el esfuerzo y la transpiración de los jugadores rojos, el  excelente desempeño de Cano, Didier Moreno, Pertuz y Castro,  el tributo al sacrificio que tuvieron que pagar con sus lesiones y obligados relevos Yairo Moreno y Daniel Cataño, ni   los goles de Hernán Pertuz, Germán Cano y Juan Fernando Caicedo, para un  Independiente Medellín que intentó remar nuevamente en medio de una corriente saturada de  desequilibrio entre defensa y ataque y  naufragó por su carencia de jerarquía.

SIN PROCESOS
Mientras el Deportivo Independiente Medellín no se fije objetivos serios a corto, mediano y largo plazos, será difícil que trascienda en torneos como Copa Libertadores o Sudamericana, sea cual fuere el rival a vencer.

Está claro que la eliminación ante Sol de América se  sentenció en el primer juego por múltiples factores que incluyeron mal planteamiento, ausencia de jugadores claves y hasta exceso de confianza  debido al modesto historial del onceno paraguayo. Pero más allá de los inconvenientes técnicos, tácticos o  anímicos,  es la falta de visión institucional la que le sigue cortando alas a un DIM cuyo desempeño reciente en canchas foráneas, y también  en el propio Atanasio Girardot,  es más que precario, tal como lo demuestran el 0-2  con Sportivo Luqueño (15 de septiembre-2016), 1-3 con  Santa Cruz de Brasil (28 de septiembre -2016), 0-2 con  Cerro Porteño (25 de octubre-2016) y  1-3 con Racing de Avellaneda, el 27 de julio del año inmediatamente anterior, todas  en condición de visitante.

Tres participaciones consecutivas en Copas Sudamericanas en los últimos años  y tres fracasos ídem, en dicho  certamen. En Copa Libertadores, hace un año, la historia es exactamente igual. Las victorias visitantes al peruano Melgar y al argentino  River Plate,  no aplacaron el sinsabor de las penosas presentaciones ante la escuadra millonaria ni ante Emelec, con derrotas en  condición de local,  ni mucho menos  de la eliminación en la fase de grupos del máximo evento  surcontinental de clubes.

Anoche, lo reitero, los jugadores del DIM  dejaron el alma en la gramilla del Atanasio Girardot y trataron, de manera infructuosa, de hacer frente a la adversidad. Sin embargo, y también soy insistente en este tópico,  mientras no haya directrices administrativas el esfuerzo de nuestros deportistas quedará sin compensación.

En conclusión, ayer los  tres goles de la delantera roja no bastaron para  neutralizar las inconsistencias defensivas del Equipo del Pueblo. Y ayer,  un nuevo fracaso internacional se encargó de ratificar que las graves deficiencias institucionales son infinitamente peores que las de nuestra agrietada zaga. Mientras no  se adopten procesos verdaderamente serios,  se tracen objetivos y se fijen  metas  que superen las clasificaciones en torneos locales,   se repetirán las frustraciones  que producen fracasos como éste de Copa Sudamericana  versión 2018.

Ahora, después de la penosa eliminación,  nos quedan grandes  inquietudes por el  desempeño de nuestra plantilla ante el  Atlético Junior, en el primer juego de los play offs, el próximo domingo:
¿Se recuperarán Yairo Moreno y Daniel Cataño en este corto espacio de tiempo?
¿El desgaste  ante Sol de América  afectará el rendimiento de los jugadores?
¿Veremos nuevamente en  acción  a ese  DIM aguerrido, comprometido  y luchador que anoche  entregó hasta su última gota de sudor en el estadio Atanasio Girardot?
¿Podrá la delantera roja superar con creces sus vacíos defensivos?
Y, finalmente: ¿La dirigencia roja aprendería, por fin, la lección, o seguirá de tumbo en tumbo tal como lo viene haciendo desde hace dos años? El tiempo lo dirá…
(María Victoria Zapata B.)

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