Capsulas de Carreño

Torres, cuestión de fe (fifa.com)

Daniel Torres (29)

(Fuente: Reportaje publicado ayer por fifa.com en español y en inglés).

La suya es una historia de segundas oportunidades. La que le dio su familia, la que le dio el fútbol, la que le dio la vida. Y ahora, la historia del colombiano Daniel Torres es también inspiradora. “Hay gente que se ha acercado, sobre todo a mi familia, para comentarles cómo mi caso les sirvió de guía, y para mí es una satisfacción. Ayudar a la gente a encontrar esperanza o un camino es mucho más significativo que un gol”, asegura el centrocampista a FIFA.com.

 

A sus 26 años, Torres acaba de arrancar su aventura en la Liga española con el Deportivo Alavés y es uno de los jugadores fijos de la selección colombiana que terminó tercera en la reciente Copa América Centenario, y que pelea un boleto a la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018™. Pero este camino exitoso estuvo a punto de truncarse 6 años atrás.

La encrucijada se le planteó cuando la fama, el dinero y el éxito le alejaron de su mujer y su hijo, y él buscó en la rumba y el licor la solución a sus males. Las noches de fiesta le pasaron factura, y lo que parecía un prometedor fichaje por Atlético Nacional, precipitó su caída en picado.


Revanchas

En un taxi, por las noticias de la radio, se enteró de que el club verdolaga prescindía de sus servicios. Entonces, llegó el primer acto de fe. El que tuvo con él su antiguo club, precisamente Santa Fe. A pesar de los problemas que arrastraba, le volvieron a abrir las puertas del vestuario. Luego, Daniel encontró otra fe. La fe cristiana que le ayudó a tomar el camino correcto en aquel cruce vital, y a aprovechar las segundas oportunidades que llegaron.

La de su club, con el que conquistó un Torneo Apertura que puso fin a 36 años y medio de sequía en ese certamen. Dos Superligas, un Torneo Finalización y sus destacadas participaciones en la Copa Libertadores culminaron en el pase a Independiente de Medellín.

La oportunidad de su familia, con la que se reconcilió y creó un hogar sólido. Y la de la vida. Torres encontró el sendero estable y feliz, y se dispuso a cumplir sus sueños.

Sueños como el de ser internacional con Colombia. “Todo arranca con el trabajo duro en Santa Fe y Medellín. La selección era una meta. Soy una persona muy creyente y sabía que, en el tiempo que Dios lo dispusiera, yo llegaría a la selección. Me llené de fe, tuve paciencia y llegó la oportunidad de ser convocado. Pero si fue difícil llegar, creo que será mucho más difícil mantenerme, y ése es uno de los grandes retos que tengo ahora en mi carrera”, reconoce.

Debutó de la mano de José Pekerman en noviembre de 2015 y ya no ha faltado a ninguna cita. “Mi juego le da equilibrio a la selección. El medio del campo es clave. Ahí nace todo. Mi trabajo es dar solidez defensiva, recuperar el balón y sacar el primer pase limpio”, explica sobre lo que le pide el entrenador.


Pasado, presente y futuro

Las próximas citas en las eliminatorias sudamericanas, en las que Colombia marcha quinta en la tabla de clasificación –puesto que le daría la opción de repechaje intercontinental–, serán Venezuela (1 septiembre, en Barranquilla) y Brasil (6 de septiembre, en Manaos).

El partido con la Seleção trae el recuerdo de los cuartos de final del último Mundial. “Ese partido lo vi en la casa con la familia, y un jugador profesional lo pasa peor fuera que dentro de la cancha”, reconoce con una sonrisa.

Su nombre había sonado en la antesala de Brasil 2014 entre los posibles convocados. Pero la llamada no llegó. Sin embargo, no hay rabia ni pena por lo que pudo haber sido de no haber perdido tiempo en los bailes. “Creo plenamente que los tiempos de Dios son perfectos. Si no se dio así, fue porque no debía ser. No era mi momento. Tal vez yo no tenía nada que aportar allá”, reconoce con humildad.

Ahora hará todo lo posible para llegar a la cita rusa y aportar mucho allá. Y con esa intención llega también a la liga española. “Es una competición muy atractiva. Poder enfrentar cada fin de semana a grandes equipos, a los mejores jugadores del mundo. Poder entrenar cada día con grandes jugadores que tienen ese bagaje de años en la liga. Hará que crezca en lo futbolístico y lo humano”, analiza el nacido en Cáqueza.

Su compatriota Abel Aguilar, que jugó seis años en España, le dio referencias antes de llegar. En la Liga se verá las caras con James Rodríguez, del Real Madrid, pero el enfrentamiento futbolístico que le hace más ilusión se dará ante el FC Barcelona. “Por mi posición, Sergio Busquets es un referente. Además de transmitir que es un gran ser humano, es un enorme futbolista”. La cita llegará tras las fechas internacionales de septiembre. El día 10, el Alavés visitará el Camp Nou. “¡Claro que trataremos de intercambiar la camiseta!”, dice riendo, “además solía jugar con el mismo numero que me gusta a mí”.

Aunque Sergio ahora luce el 5, Torres es fiel al 16 con el que él debutó en Santa Fe. “No es tan tradicional en el fútbol, pero es el número con el que quiero dejar huella y hacer historia. Quiero que cuando digan el 16, sepan que es el de Daniel Torres”.

Ya ha defendido en 10 partidos ese número con la selección. Y tiene fe en poder lucirlo orgulloso en los campo de Rusia en 2018. Para seguir siendo un ejemplo de esperanza.

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