Capsulas de Carreño

¿Traición a la patria? El corazón partido en dos. Por Michelle Andrea Arias, Lima.

Por Michelle Andrea Arias, Lima

*Nada está escrito, la ruleta empezará a girar en pocas horas. Sé que éste martes por la noche la felicidad no será completa.
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Hace 5 años vivo en Perú y, por supuesto, jamás había presenciado la euforia, la pasión y la ilusión de la hinchada Inca. Lo que hoy está en juego va más allá de un cupo a un mundial de fútbol; hoy se posa sobre los hombros de 11 jugadores el sueño que a los peruanos, desde hace 35 años, no se les ha dado soñar.

 

Hoy las calles están inundadas de camisetas de la selección; apenas mi acento revela mi nacionalidad me convierto en el interlocutor favorito de los peruanos; y sé que en mi ánimo y en mis opiniones sólo pretenden detectar, hasta qué punto, el oponente cree que su sueño es realmente posible.

 

Y no se dejen engañar, estos cinco años han sido más que suficientes para sentirme muy peruana. Amo profundamente a ésta cultura que se caracteriza por su nobleza, humildad y amabilidad. Hoy siento tristeza porque Colombia me corre por la sangre con tanta fuerza que inevitablemente no concibo tener que vivir el mundial de fútbol, sabiendo que mi país no participará.

 

Sin embargo, este inesperado repunte que la selección peruana ha tenido en la tabla de posiciones de la eliminatoria, ha despertado un brillo, una ilusión y una felicidad en el pueblo inca, que rompe mi corazón en dos.

 

Sé que éste martes por la noche la felicidad no será completa. Sé que si mi país se asegura el cupo, la patria que nos ha abierto las puertas y que nos ha dado tanto, se quedará afuera.

 

Nada está escrito, la ruleta empezará a girar en pocas horas y yo sólo les puedo asegurar que gritaré con todas mis fuerzas para alentar a mi amada Selección Colombia… así como disfrutaré, en silencio, de los aciertos de mi querida Selección del Perú.

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