Rueda de prensa en Ibagué, después de conseguir el título. El jugador se refirió al salario del técnico, declaraciones que supuestamente no cayeron bien en la cúpula del Atlético Nacional. Foto tomada de El Tiempo.
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Por Jorge Alberto Cadavid M.
*Precipitada, justa o no la decisión, el entorno ya es distinto, de la euforia del triunfo a la inconformidad,
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El entorno del Verde está enrarecido, cuando la estrella 17 lograda con tanta dificultad, debiera crear un ambiente de jolgorio, alegría, de confianza y motivación para mejorar y enfrentar la Liga del segundo semestre como preámbulo a una Libertadores distinta a las últimas participaciones.
El primer chubasco lo precipita Herrera , asumió algo que lo motiva , pero se victimizó, permitió que desde muchos micrófonos se tocara un tema tan particular y personal como el salario.
El grupo de Múnera lo comentó en sus programas, habló de $ 5 millones / mes, el éxito que se empezaba a encausar con los dos triunfos consecutivos ante Bucaramanga, hizo viral este tema y ni Herrera ni la Directiva hicieron alusión a la realidad de este.
El segundo chubasco, fue originado por el éxtasis y la emoción del triunfo en el ida y vuelta ante el Tolima y coronarse campeón, Gio Moreno resaltó el valor de Herrera en ese triunfo e imprudentemente, en mi concepto, aludió el tema del salario y el paseo por el parque Botero y Herrera aceptó, no aclaró, dejó en el ambiente ser víctima de un equipo a quien le había entregado un galardón esquivo por cinco años.
El Presidente Gutiérrez días posteriores explicó el acuerdo salarial con Herrera basado en multiplicar por 5, por 7 y por 10, de acuerdo a como el proceso se surtía hasta llegar a campeón, lo explico manifestando molestia por la imprudencia de Gio y Herrera.
El Señor Carlos A Vélez, en Planeta Fútbol daba puntadas sugiriendo que a uno de los veteranos no se le iba a renovar contrato.
Y viene el tercer chubasco que es el que convierte el momento en una tormenta, la Directiva decide no renovar contrato a Gio Moreno.
Precipitada, justa o no la decisión, el entorno ya es distinto, de la euforia del triunfo a la inconformidad, al malestar luego de vender 22.000 abonos.
Habrá revisión de esta, como reaccionará Herrera y el resto de jugadores, hasta dónde llegará la inconformidad de la hinchada y la presión de la barra brava, mal momento se vive para iniciar el domingo ante Cortuluá.
