Capsulas de Carreño

Un bolerista que canta goles…

«Paché» Andrade, la voz del gol. Imagen ESPN

-Nadie lo llama como Luis. Mucho menos como Luis Francisco, pero cuando se oye el “Paché” Andrade, lo aplauden. Ha sabido conquistar a los oyentes con su especial manera de narrar y, sobre todo, de cantar los goles.

-Le fascina usar gorros que le ayudan a soportar los audífonos. Es difícil, casi imposible, verlo sin su sonrisa. Saluda a todos los que encuentra a su paso, los mira de frente y les extiende sus brazos.

El hijo de San Andrés de Tumaco es amable, pero, sobre todo, bondadoso. Les ha regalado decenas de balones a las muchachadas de su tierra para que practiquen, pateen las esféricas en lugar de armar malos pensamientos y sean futuras estrellas del deporte.

Por Édgar Hozzman 

Le encanta la música. Ha hecho presentaciones en las cuales interpreta boleros. Sabe bastante de salsa. Goza bailando a su estilo y es un docente nato. En sus narraciones siempre se le escuchará dando consejos a los jugadores, a los directores técnicos, a los oyentes, a los espectadores en el estadio, a sus compañeros de jornada, al policía que va por ahí, al vendedor de maní. Es su don natural.

Habla sin tapujos. Es un hombre muy sincero, práctico y ameno.

Paché pasará a la historia como uno de los grandes narradores de fútbol. Por su garganta han desfilado millares de goles que se le han quedado en la memoria. Sabe de resultados que pasaron hace 20 ó 30 años. Se ha hecho acreedor de la admiración de miles de personas que lo denominan como “el caballero de la narración”.

“Paché” y el “Pibe” Valderrama, dos símbolos de exquisito fútbol en Colombia. Foto lachachara.org

ENTREVISTA
–Usted quiso ser cantante de boleros, ¿por qué llegó a la radio?
Quise ser músico y cantante, pero primó la radio. Esta es mi vocación, está en mi ADN, información que corresponde a mi genética.

–¿Cuáles son los boleros que más le gusta interpretar?
El bolero es rico en armonía, melodía y lírica, me encantan todos los géneros, sin embargo, en el fondo soy un “jazzero”, ritmo del alma que anima mi condición mulata.

–¿Cómo descubrió su vocación periodística?
Cuando llegué a la radio, hace 50 años, descubrí que era un reportero; un pregonero, de aquellos que podían contar cosas cantando, esa es mi esencia, eso soy.

–¿Cuál fue su modelo radial?
Todas las frecuencias que podía sintonizar en Tumaco las asimilaba, las disfrutaba, calaban a mi ser por cada poro. No teníamos televisión, la única manera de imaginar el mundo era la radio. Recuerdo la admiración y emoción que producía en mi casa cuando sintonizábamos Radio Santa Fe y en los créditos, nombraban a nuestro pariente Sofonías Rúa Rentería.

¿Recuerda cuál fue el primer evento que cubrió?
Cuando comencé en la radio de Tumaco no perdía la oportunidad de cubrir cualquier evento. Narré a mi manera la llegada del hombre a la luna teniendo como referencia la transmisión de Caracol Radio donde el profesor De Recasens, quien era una autoridad describiendo este trascendental e histórico suceso, me dio los argumentos para hablar con propiedad.

–¿Recuerda cómo fue su paso por La Universidad de Antioquia?
A la Universidad de Antioquia llegué porque para mí era la mejor escuela de comunicación del país. El haber pasado por este claustro me dio las bases para entender e identificarme más con mi vocación y consolidar mi formación social y humanística.

–¿Por qué estudio Ciencias de la comunicación?
Porque para mí era definitivo estructurarme y proyectar mi vocación académicamente.

–¿Cuál fue su primer partido?
Mi primer partido lo narré gracias a una afortunada coincidencia para mí y desafortunada para el titular quien se enfermó. Esta alternativa me dio la gran oportunidad de divertirme narrando goles fueron nuevo 9, DIM-6 B/manga-3.

–¿Es verdad que las mujeres se enloquecían con su forma de narrar?
El tema femenino lo percibí mejor como cantante, productor conductor del radio musical primero con “Una hora con la Sonora” en Radio Visión y más tarde animando con otros colegas “El Show de los Salsómanos” por la Cadena Caracol.

–¿Además del fútbol que otra disciplina deportiva comenta y narra?
En la gran escuela que fue Radio Visión, con maestros de la talla de Jaime Tobón de la Roche y Wbeimar Muñoz aprendí a conocer y familiarizarme con muchas disciplinas deportivas. Con ellos narraba, además, Fútbol, Atletismo, Ciclismo, Tenis, Boxeo, entre otros deportes.

¿En su adolescencia quién era su ídolo?
Mis ídolos fueron Benny Moré, Pelé, Tito Rodríguez, Alí; Carlos Arturo Rueda, Jaime Tobón, en ellos se conjugaban mis tres pasiones, la música, los deportes y la radio.

–¿Por qué no incursionó de lleno en la música?
El periodismo no admitía otra alternativa, la música anima mi ser la radio como lo dije antes está en mi ADN. Sin embargo, como productor fonográfico tuve sensaciones y experiencias maravillosas.

–¿Cuál fue el resultado de su disquera?
Llegué tarde a la industria discografía, para mi satisfacción logré varios éxitos. “Los Andrade”, mis hijos Charlie y Jairo, hicieron realidad mi fantasía cantan muy bien e interpretan con gran propiedad La Salsa.

¿De dónde salió lo de Paché?
Wbeimar Muñoz e Iván Mejía me animaron para dedicarme de lleno a la narración, a mí me encantaba, la reportaría, es mi pasión periodística. Sin embargo, los argumentos de pesos me hicieron reconsiderar mi especialidad, narrando ganaba más. Y acepté.

–¿Cómo recuerda a su Tumaco de juventud?
El Tumaco de mi juventud era un remolino de sabrosuras: playas, brisa, palmeras, mar, música, grandes talentos deportivos, la mejor comida de Colombia y las negras más sensuales.

—¿Una anécdota inolvidable de su actividad profesional?
Son muchas a lo largo de mi carrera; recuerdo una muy especial en el estadio de Independiente, narrando para Radio Mitre. Describí el escenario como la cancha de la doble “cachucha”, sin saber que en Argentina  cachucha está relacionado con la noble anatomía femenina. Lo entendí y me sirvió para darme cuenta de que me escuchaban cuando las tribunas se voltearon hacia la cabina de Radio Mitre.

Perea, Hernán Peláez, Mario Escobar, Roger e Iván Mejía. Óscar Restrepo, Sergio Ramírez y William Vinasco. Carlos A. Vélez, ‘Paché’ Andrade y Fabio Poveda. Foto El Heraldo

–¿Por qué incursionó en la política?
Mi amigo Rafael Pardo me convenció para que incursionara en la política, según él, yo tenía madera. No fue una buena experiencia, sin embargo, hay regiones, gentes, y muchos motivos por los que uno se debe comprometer.

–¿Cómo fue su paso por Radio Mitre de Argentina?
A Radio Mitre llegué seleccionado por su directorio, compitiendo con grandes profesionales de la radio colombiana y suramericana.

–¿Con quién compartió micrófono en Argentina?
Mis compañeros en Mitre fueron lo mejor de lo mejor: Ibarra, Niembro, Araujo, Ruiz, Lujambio, Fabri, Pons, Leto, Baffa, Menéndez, y otros; recuérdese que heredé el grupo de Víctor Hugo Morales.

–¿La buena radio es parte de nuestra historia, quedó en nuestro ayer?
La radio grande de Colombia no morirá. Hay un proceso transitorio que se despejará cuando su liderazgo vuelva a los radiofonistas.

–¿Las redes sociales destapan lo que encubre la prensa comprometida con la suciedad nacional?
Las redes sociales tapan, destapan, encienden y distraen. La posverdad es un real agente del maniqueísmo actual. Es el mundo en blanco o negro.

–¿El periodismo que se hace hoy en Colombia es ético?
La ética en el periodismo actual está relativizada por el poder del capital.

–¿Cuál es su escuela periodística?
Mi escuela periodística es la del hombre por fuera del escritorio y desconfiado de las redes. ¿Cómo llamarla? La de los preguntones carga ladrillos.

–¿Es feliz?
Creo que he sido el hombre más feliz del mundo.
(Fuente: [email protected])

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