Capsulas de Carreño

Un gigante en Arroyito

Jorge Ivan LondoñoPor Jorge Iván Londoño

*¡Déjenme ilusionar y no me despierten hasta el jueves!

 Esta vez el gigante en Arroyito fue Armani, al evitar con ese triple salto mortal, que el marcador fuera más alto, con lo cual nos hubiéramos privado, en estos días previos al segundo tiempo, de una ilusión real, sin importar que el buen rendimiento y los magníficos resultados de Nacional, no sean los mostrados en partidos anteriores. 

Algunos opinan que también aportó al gol de Rosario, pero ese “taponazo” de Montoya, gol que solamente se hace una vez en la vida, no lo ataja ni la tapia de una casona de la ciudad Madre.

Después de ese gol, lo que llegó por parte de los “canallas”, fue un rosario de faltas de todos los tamaños , de perder tiempo, de lesiones fingidas  acompañadas por teatrales muecas de dolor (excepto la de Pinola), de patear el balón después de haber sonado el pito, (jugada que inclusive se debe castigar con tarjeta amarilla; bueno, al menos así está escrito) y de reclamarlo todo con concilio incluido, acciones que tuvieron  la complacencia del árbitro carioca, quien para colmo dejó de pitar un penalti a favor de Nacional, por agarrón de la camiseta  a Copete que lo hizo aterrizar en el suelo.

Mientras todo esto sucedía en la cancha, afuera el técnico Coudet le calentaba el oído al cuarto árbitro con sus reclamos a sonrisita suelta.

Pero así es la vida, el equipo goleador de la copa y precedido de todos los elogios, tuvo que echar mano de una jugada desafortunada nuestra, para hacer el gol que los puso en la gloria; al menos así quedó evidenciado con todas esas manifestaciones.

Eso demuestra que Nacional, a pesar de todo, sigue siendo equipo de respeto en este torneo, y que de sobrepasar este cuarto de hora adverso, reverdecerá la esperanza de repetir la hazaña de aquel 31 de mayo de 1989.

Este jueves se jugará el segundo tiempo, día al que le corresponden los misterios Luminosos del Santo Rosario, razón más que suficiente para que los jugadores se iluminen con buen juego, con técnica, entrega y actitud positiva, y el cuerpo técnico con una acorde disposición táctica y una alineación que corresponda al momento y a la instancia vivida.

Nacional tiene suficientes argumentos para quedar dentro de los cuatro grandes del continente, que los ponga en práctica y haga uso de ellos para lograrlo será tarea de jugadores y cuerpo técnico. Y que el jugador número doce, que colme el gigante del arroyito  La Hueso, arroye con sus canticos y su empuje. Los que por uno u otro motivo nos quedamos en casa, todos unidos a rezar: “los misterios que hoy vamos a contemplar son los Luminosos…..” para que con un dos cero se prenda la fiesta y la pólvora.

¡Déjenme ilusionar y no me despierten hasta el jueves!

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