
La Copa del Mundo 2026, será una cita por demás excéntrica, ya que FIFA, en su expansión, decidió repartirla en tres países: México, EE. UU y Canadá, con la participación de 48 países. FIFA alberga 211 federaciones, y de aquel sueño de Jules Rimet en 1930, de un certamen orbital con 10 selecciones invitadas, se prevé que para el 2030 tendremos 64 selecciones con juegos en 6 países: Paraguay, Uruguay, Argentina, Marruecos, Portugal y España, una verdadera locura, pero esto es así, el mundo cambia, se globaliza y el futbol no va a ser la excepción.
Esta atomización del futbol conlleva, entre otras muchas variables, que van desde lo deportivo hasta lo económico, que haya mucha más oportunidad para todos los países en participar en los mundiales. El mundo de las apuestas también respira optimismo, a más partidos más apostadores y por ende más oportunidades de ganar como sucede con el mejor casino en línea en Chile.
Hoy parece mucho más sencillo clasificar y más en el caso de Suramérica que para esta eliminatoria contó con 6 cupos directos y un repechaje, que también se jugará de manera diferente, pues ya no será a dos partidos de ida y vuelta sino una liguilla de 6 equipos que se jugará en México: uno de Sudamérica, uno de Asia, uno de África, uno de Oceanía y dos de CONCACAF, buscaran dos cupos de clasificación.
Suramérica tiene derecho a 6 plazas obtenidas ya por Argentina, Ecuador, Colombia, Uruguay, Brasil, Paraguay; al repechaje llega Bolivia en una clasificación angustiosa donde los del altiplano contaron con la derrota de Venezuela a manos de Colombia.
La eliminatoria tuvo sorpresas: Ecuador, que arrancó sancionado con menos 3 puntos por la inscripción fraudulenta de Bayrón Castillo en la pasada clasificatoria, hizo una campaña sensacional, 29 puntos en 18 partidos, escoltando a Argentina (vigente campeón mundial) que está muy lejos de los demás con 38 puntos. Ecuador cerró la eliminatoria alcanzando el 2do lugar. Los ecuatorianos tuvieron dos técnicos para esta gesta: Félix Sánchez Bas (español) y Sebastián Beccacece (argentino) quien cerró la eliminatoria. Este será el 5to mundial de los ecuatorianos.
La otra sorpresa ha sido lo de Paraguay. Los guaraníes encontraron la llave de la clasificación en el conocimiento, manejo de grupo y motivación que adornan a Gustavo Alfaro (argentino) el cual llegó a ocupar el cargo de técnico después de Daniel Garnero (argentino). Paraguay había iniciado la eliminatoria con el también argentino Guillermo Barros Schelotto quien dirigió los dos primeros partidos con Perú empatando de local y perdiendo con Venezuela de visitante, lo que finalmente le costo el puesto. Este será el noveno mundial de Paraguay.
Brasil se constituyó en la gran sorpresa negativa, los de la tierra de la samba y caipiriña, sufrieron esta eliminatoria como cualquier mortal, vivieron jornadas de pesadilla que los llevó, -como cualquier equipo de pueblo-, a cambiar de entrenadores a medida que se agotaban los puntos de clasificación. Los de la tierra de Pelé, Zico, Ronaldo…, terminaron después de mucha expectativa clasificando de la mano de un técnico extranjero, el segundo en su historia, el italiano Carlo Ancelotti, una contratación tan dilatada como espectacular. Ancelotti, el DT más ganador de Europa, aterrizó en las playas de Copacabana para terminar el viaje tortuoso de esta selección rumbo al mundial que tuvo que soportar un último chubasco, en el alto Bolivia cuando perdieron 0x1, victoria que le dio la clasificación a repechaje a los del altiplano que lo celebraron bailando en carnavalitos de alegría como si fuese ya una clasificación directa. Bolivia se juega la posibilidad en el repechaje de asistir a su segundo mundial, gritándole al mundo que un terreno de futbol es el escenario ideal para hacernos a todos iguales a través de la magia de un balón… ¡eso si a 4000 metros de altitud! Brasil que ha participado en todos los mundiales; llega a este más lleno de dudas que de certezas.
Colombia también sufrió, después de un inicio brillante en la primera vuelta, terminó apretando dientes y haciendo cuentas. Solo respiró con tranquilidad cuando en Barranquilla derrotó a Bolivia 3×0. La segunda vuelta, y en particular después de la Copa América de EE. UU., cuando llegó a la final frente a Argentina, la tricolor se fue cayendo en su futbol y en sus rendimientos individuales; al técnico argentino Néstor Lorenzo, lo aturdían campanazos de fracaso. Al final fue tercero (por diferencia de gol) por encima de Uruguay, Brasil y Paraguay. Colombia asiste a su séptimo mundial.
Lo de Perú y Chile es doloroso. Perú después del Mundial de 2018 en Rusia se hundió en una serie de desaciertos y malos resultados que ensombrecieron lo que se pensó, había sido, el renacer del futbol inca. En esta eliminatoria tuvo tres técnicos: Juan Reynoso, Jorge Fossati y Óscar Ibáñez que nunca pudieron enderezar el camino de los descendientes de Túpac Amaru.
¡Y que tal lo de Chile!, último en la eliminatoria de la mano de Ricardo Garecca, quien a su salida de Perú llegó al país transandino con la ilusión de encauzar el camino de su compatriota Eduardo Berizzo. Al final, Chile concluyó último de la eliminatoria con solo 11 puntos. Durísimo final para la generación de Oro de Chile que conservaba a Arturo Vidal como estandarte de aquella generación que le dio dos Copas América a Chile y participaciones en los mundiales de 2010 y 2014.
En nueve meses llega la cita orbital ¿será que Argentina retendrá el título, o que Brasil levanta su futbol? ¿O tendremos alguna sorpresa sudamericana con Ecuador, Uruguay o Paraguay? O se hará realidad lo que el presidente de la Federación colombiana de futbol manifestó en medio de la euforia por la clasificación en Barranquilla: “Colombia aspira a llegar a la final” … amanecerá y veremos…
[RV]
fuente foto: https://unsplash.com/es/fotos/bola-blanca-y-negra-sobre-marco-de-metal-blanco-Cjfl8r_eYxY.




Haz un comentario