Un partido de etapas…

By Alfredo Carreño
Updated: 2 marzo, 2023

Por Saúl Restrepo.

*Sintetizando la vaina: Un tiempo para cada uno.
Diferencia: Que uno la metió y el otro no.

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Es que las oportunidades que tuvo el equipo ecuatoriano fueron bastantes en esa primera mitad. y al menos tres de ellas representaron un verdadero riesgo para el DIM, que por fortuna Marmolejo tapó de una manera espléndida.
Si ellos llegan a capitalizar esas ocasiones de gol, estábamos hablando otra cosa ahorita mismo. No solo chiflidos como cuando se fueron al descanso.

Al segundo tiempo se juntan dos factores que conllevan al resultado;
El riesgo que toma el Medellín y lo cauto que se vuelve El Nacional.

Entendible desde el punto que ellos ya habían hecho su apuesta al primer periodo, entonces para el segundo era mejor plantar. Mientras el local debía salir a buscar, debía proponer. Y ahí cazar una oportunidad para asechar.

El lance con que el rojo salió a la segunda mitad se notó desde los primeros minutos, en tres pasados, ya habían llegados dos veces a puerta, cosa que hasta no había pasado en un principio. Luego el palazo de Pardo avisaba lo que venía. Ya se estaban notando la diferencias entre los dos equipos.

Ahora, el primer gol se convierte en un momento crucial del juego, lo cual marcó un contraste en todo sentido: La concentración del rival se vio menguada. Los jugadores del Rojo se despiojaron del achante y de la presión que la misma tribuna les ejercía, y en ese punto arranco otro partido.

El cambio de ánimo queda demostrado con la expulsión del defensor, esa jugada desnuda lo que estaban sintiendo ellos en tal momento. Ese padecer fue lo que benefició al Medellín al fin de cuentas. La anotación de Cambindo también se da con un timing, en el momento mas oportuno posible para ampliar diferencia.

La honrilla se da por una desconcentración como respuesta al haber desperdiciado el tercer gol que el mismo delantero bota y lo lamenta comiéndose otro al epílogo del compromiso. Pero bueno, ya se ganaba al fin.

P.S. Gonzáles sale y cobra por ventanilla lo que le había pasado contra América. Los reaccionarios no aportan nada, solo restan. Tal como él lo había dicho. Por ahora saldó esta cuenta en demostración a su razón. Bien por él.
Saúl Restrepo

Hincha de Nacional
Bogotá