Vivencias de un reportero

Hébert Montoya Tascón en su presente, como director, y en su pasado como reportero.

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POR WILLIAMS VIERA, desde USA.

Alguien debió decirle a Hébert Montoya Tascón que la radio era su camino en la vida y por ello se asemeja a la historia que contó el español Antonio Machado a través del poema “Caminante no hay camino” que provoca una reflexión sobre la vida.

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Si usted, por ejemplo, escucha esas líneas convertidas en canción por Joan Manuel Serrat, comprenderá que, así como sucedió con el cantante catalán en la educación sentimental de algunas generaciones, en el caso de Montoya Tascón podemos señalar que este reportero y comentarista deportivo que se inició en Caracol Radio nos lleva a concentrarnos en eso que, sin presumir, sabemos al igual que sus innumerables oyentes, hace lo que sabe: analiza con destreza y sin gritar lo que sucede en el tapete verde o lo que acontece en la cotidianidad sin marearse.

Él surgió en esa época romántica en la que los jóvenes llegaban a la radio con ideales y por ello las emisoras les pagaban un sueldo a sus talentos debido al trabajo raro que hacían por ser “obreros del minuto” y no por lo que pudieran vender.

Algunos profesionales de esos medios de comunicación se convirtieron en vendedores de pauta publicitaria para buscar fortuna por la simple razón de que no les alcanzaba lo que devengaban para llegar a fin de mes para cumplirle a la familia. Eso les demostraba que el periodismo, como en la filosofía, se especializa en los problemas eternos en la que la propia profesión u oficio, como se quiera llamar, les enseñaba, salvo contadas excepciones, que muy pocos llegaban a tener cuentas bancarias con varios ceros a la derecha.

“Hébert es un joven que tiene mucho talento”, dijo en una ocasión Wbeimar Muñoz Ceballos para su audiencia en territorio antioqueño cuando el reportero de Bello, Antioquia, y que Cali y el Valle del Cauca adoptó, le hizo un informe para el programa que tenía en Radio Deportes el jueves 23 de junio de 1988.

“Anoche, en el Pascual Guerrero, con una asistencia de 20.410 espectadores, Atlético Nacional, dirigido por la dupla técnica de Roberto Vasco y Hernán Darío Gómez, se impuso, 1-0, al Deportivo Cali del técnico uruguayo Óscar Washington Tabares. La victoria verdolaga se produjo, a los 36 minutos, por un autogol de Obdulio Trasante al querer alejar, el defensa charrúa, un balón de su área, pero infortunadamente la pelota no pudo ser detenida por el arquero Jorge Humberto Rayo”, dijo en aquella oportunidad Hébert Montoya, en su corresponsalía para el programa de ‘Wbeimar lo dice’.

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Director en este presente

Y el talento tiene a Hébert Montoya Tascón, en este presente, como comentarista sin olvidar que en un tiempo fue reportero. Ahora es director del programa ‘Deporte en común… Deportes para todos’ en Boomerang en los 106.8 FM, de lunes a sábado, de 1:00 a 3:00 de la tarde con una reproducción en www.vallestereo.com y en Alianza Internacional de Radio.

El oyente, en este espacio radial, tiene sus bloques temáticos tratados con seriedad y profesionalismo al ofrecer noticias precisas y actualizadas manteniendo informada a su audiencia y, a pesar de las redes sociales, algo típico en la actualidad, verifica todos los hechos debido a su estructura tradicional.

Junto a Montoya Tascón laboran jóvenes talentos que han salido de la ‘Academia de Locución para Radio y Televisión Artv’ como Juan Pablo García, encargado de la información deportiva internacional; los reporteros David Felipe Ocampo y Jeison Moreno, quienes realizan el cubrimiento del Deportivo Cali y América, respectivamente; Andrés Muñoz con la misión de contactar los personajes locales, nacionales y del exterior; Juan Quiñonez en el análisis del trabajo de los árbitros; Ismael Hurtado entrega a los oyentes el aspecto estadígrafo mientras que Ricardo Ortiz representa el otro concepto.

De igual manera no se puede olvidar que en el grupo mencionado estuvo Nicole haciendo su sección de ‘Notas curiosas y de los deportes’ cada viernes. El trabajo que realizaba les llamó la atención a los directivos del Canal Cali TV por lo que fue contratada.

“La situación es muy complicada en lo económico. Sobrevivimos en este tiempo. El periodismo es un trabajo con el que ayudamos a entender al mundo en cualquier faceta en la que estemos a través de nuestros comentarios o análisis luego de ver y contar cosas”, dijo Montoya Tascón, quien además de su labor radial y de su trabajo que ha realizado en televisión, durante 25 años, es profesor de la ‘Academia de Locución para Radio y Televisión Artv’ de la que José Torres, también periodista, es su propietario y director desde hace 24 años.

El grupo de trabajo que dirige Hébert Montoya Tascón con la dinámica del pasado que asimiló en sus años juveniles.

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Dos ejemplos…

La mística y profesionalismo del grupo que dirige Hébert Montoya Tascón se asemeja, valga la comparación, a la época del Combo Deportivo de Caracol que dirigían, en su momento, el risaraldense Luis Alfredo Céspedes, el antioqueño Jairo Aristizábal Ossa y el vallecaucano Óscar Rentería Jiménez con altos índices de sintonía por más de 20 años.

Por eso, la amplia audiencia de ‘Deporte en común’ no olvida, verbigracia, dos personajes que vibraron en las ondas hertzianas en el momento que Andrés Muñoz, el encargado de realizar los contactos, anunció que tenía en la línea telefónica, desde Buenos Aires, a Jorge Amor Ameal, empresario gastronómico argentino y presidente de Boca Juniors.

“Es un gusto saludarlos a través de su programa”, dijo Ameal. “Hemos logrado un nuevo título con sangre colombiana”.

Aquella entrevista se registró el lunes 23 de mayo. Un día antes, en el estadio ‘Mario Kempes’ de Córdoba, el Xeneize se consagró después de vencer a Tigre, 3-0, por la final de la Copa de la Liga 2022 con goles de Marcos Rojo, el lateral izquierdo colombiano Frank Fabra que le pegó al balón desde fuera del área y Luis Vásquez luego de un servicio del extremo antioqueño Sebastián Villa.

El otro ejemplo del trabajo del grupo que dirige Hébert Montoya Tascón quedó registrado con el diálogo que sostuvieron con Josep María Bartomeu, presidente del club Barcelona de España, en aquel entonces.

─ Lo saludamos desde Cali, Colombia, señor Josep María. Sabemos que Yerry Mina será presentado este sábado, 13 de enero, a los seguidores del Barca…

─ El gusto es mío por ser ustedes de una nación exótica. Sí, Yerry Mina se vincula con nosotros y tendrá un contrato de cinco temporadas…

Barcelona cerró la vinculación del defensa colombiano Mina el jueves 11 de enero de 2018 por 11.8 millones de euros que se los pagó al Palmeiras y de inmediato incluyó una cláusula de rescisión de 100 millones de euros.

Sin embargo, ese ‘globo’ se desinfló rápidamente y el jugador colombiano fue cedido, el 9 de agosto de 2018, al Everton FC de la Premier League.

Se lo contamos a los demás

   Y como el fútbol es el espejo del mundo, Hébert Montoya Tascón, a pesar de ser comentarista y profesor en este tiempo, en su memoria lleva infinidad de anécdotas por ser un oyente de cualquier cantidad de personajes.

“En nuestra profesión siempre nos gusta escuchar lo que la gente nos cuenta para contárselo a los demás. Hacemos parte de la memoria colectiva”, dijo para esta crónica.

Entonces, en este punto, podemos registrar que el periodismo, en esencia, no ha cambiado, aunque sí la forma de hacerlo por aquello del teléfono celular. ¿El Internet hizo el daño? Los oyentes, antes, descubrían a los periodistas por sus voces y no se la pasaban pulsando botones ni tampoco mirando una pantalla todo el día.

“Desde mi época de reportero entendí que el periodismo, como en la vida, es trabajo de equipo”, dijo Montoya Tascón, quien además de su inicio en Caracol Radio, laboró en Radio Súper, en RCN y, sin ser vendedor, se consiguió los patrocinadores que le permitieron estar en el Mundial de Brasil-2014 en el que Colombia avanzó hasta cuartos de final.

En ese certamen, se popularizó una frase: “Era gol de Yepes (Mario Alberto)” por aquello de la anulación del tanto colombiano por supuesto fuera de lugar en la derrota, 2-1, ante Brasil que frenó su camino a las semifinales por decisión, ¿equivocada o no?, del árbitro español Carlos Velasco Carballo.

Las anécdotas…

El pasado se puede reconstruir y el mismo demuestra la labor del reportero, del comentarista y de un equipo de personas curiosas por lo que vivieron y por lo que existen.

Así que, a pesar de los años transcurridos, él se ríe de aquellas situaciones que enmarcan lo que es el fútbol más allá del fervor y de la fiesta de la gente que, en este tiempo, se convirtió en una mendiga de buen fútbol.

Por eso, Hébert Montoya Tascón, en esta historia, cuenta que vivió un gran susto en la sede campestre La Casona de Pance:

    “DE UN MOMENTO a otro el entrenamiento del Deportivo Cali se detuvo. En la mitad de la cancha estaba el técnico Fernando ‘El Pecoso’ Castro como si se hubiese desmayado. Los jugadores corrían y se llevaban las manos a la cabeza sin saber qué hacer. Unos pedían un médico; otros, gritaban llamen a una ambulancia. Miguel Calero no podía contener las lágrimas y gritaba: ‘El profe se nos murió. El profe se nos murió’. Era tanta la confusión que, en ese instante, ‘Pecoso’ abrió sus ojos y de manera lenta se levantó. Entonces, les dijo: ‘El entrenamiento de hoy fue horrible. Si siguen así o juegan de esta manera, me va a dar un infarto’. Piensen en lo que les digo. El miércoles jugamos contra Santa Fe en el Pascual Guerrero el partido que está aplazado’…”.

Y así fue. En la noche del 31 de julio de 1985 el Cali derrotó, 3-0, al Independiente Santa Fe con goles del defensa colombiano Luis ‘El Varón’ Murillo y los paraguayos Buenaventura Ferreira y Jorge Amado Núnez.

     El reportero, se dice, va al lugar de la noticia y con ello tiene patente para ver las cosas que luego cuenta. Y eso se hacía, en un tiempo, en la radio deportiva. Y se entrevistaban a los personajes que el oyente quería escuchar a través de aquellas grabadoras que se asemejaban, debido a su tamaño, a una panela, sí, de esas, de las grandes que ya no venden en las tiendas.

     “EN ESAS TRANSMISIONES de la Copa Libertadores que se iniciaban, el día del partido, a las 6 de la mañana y terminaban a las 12 de la noche, había que tener muchos personajes en el casete. Pues bien, el día que fui al hotel Aristi a entrevistar al chileno Ignacio Prieto, técnico de Universidad Católica, en la semifinal que enfrentaba al América de Francisco ‘Pacho’ Maturana, a la grabadora le hundí la tecla de grabar y no funcionó. Lo intento de nuevo y nada. El desespero me inundó mientras veía al señor Prieto. Entonces, él me dice: ‘Tranquilo. Tengo en el maletín un destornillador pequeño’. Me pide la grabadora y después de unos minutos, me la devuelve. Había solucionado el problema por lo que le pude realizar la entrevista hablando del momento que vivía el equipo. ¡Esos instantes, para mí, fueron todo un sufrimiento!”, contó Montoya Tascón.

En esa semifinal, Universidad Católica le ganó, 1-0, al América en el Estadio Nacional de Santiago. El único tanto fue obra del argentino Ricardo Lunari a los 29’. El arquero Diego Gómez no pudo detener el balón en aquella noche lluviosa del miércoles 5 de mayo de 1993.

El partido de vuelta, en el Pascual Guerrero, registró empate, 2-2, después de que América, iba en ventaja, 2-0, con anotaciones del paraguayo Javier Ferreira, de penal (13’) y Antony De Ávila (15’). Sin embargo, el equipo de Prieto logró la hazaña por intermedio de Juan Carlos Almada (34’) y Lunari (87’). Sobre la hora, Alex Escobar tuvo la clasificación a la final de la Copa Libertadores, pero el arquero chileno Óscar Wirth le atajó el penal que ejecutó con lo que 35.000 personas salieron del estadio en silencio como si fuesen a un cementerio.

Montoya Tascón, entonces, volvió al camerino norte que ocupaba el equipo chileno que llegaba por primera vez a la final del certamen continental. Y el primero que encontró, en su camino, fue al técnico Ignacio Prieto, quien lo miró y le preguntó:

─ ¿Cómo le fue con la grabadora?

En Paris, Darío Ángel Rodríguez y Hébert Montoya Tascón como enviados de Caracol al Mundial de Francia-1998.

 “FUE EN EL estadio de Toulouse con motivo del Mundial de Francia-1998. La misión era entrevistar al arquero camerunés Jacques Songo’s, quien jugaba con el Deportivo la Coruña y, por lo tanto, sabía que él hablaba español. Los jugadores africanos se bajaron del bus y mientras buscaba al personaje referido, de pronto se me aparece y me mira dejando ver, al tiempo, la blancura de sus dientes. Entonces, me dice:

─ Vos sos colombiano. No tengo tiempo para hablar.

“Y siguió de largo. Tenía que ir a prepararse para enfrentar a Austria que terminó, 1-1”, dijo, para esta crónica, el reportero de Bello que Cali y el Valle del Cauca adoptó, pero también consagró.

Aquella contienda se disputó el sábado 11 de junio de 1998 en el estadio referido con 33.500 aficionados en las graderías que celebraron las anotaciones del lateral derecho camerunés Pierre Njanka (77’) y del delantero austriaco Anton Polster (90+1’).

1988. En ese año llegó Óscar Washington Tabárez como técnico del Deportivo Cali. Unos meses antes había conquistado la Copa Libertadores dirigiendo a Peñarol en una final que perdió América, 1-0, gol de Diego Aguirre, faltando ocho segundos para terminar el partido, en Santiago de Chile, con el conjunto aurinegro uruguayo.

     Tabárez, en una etapa de su vida, había sido profesor de primaria y Hébert Montoya Tascón, después de que el técnico terminó un entrenamiento con el equipo verdiblanco, le preguntó:

     ─ Profesor Tabárez, ¿cómo analiza el plantel azucarero?

─ Perdóneme ─ dijo ─. No quiero hablar con una grabadora enfrente. Sin ese aparato le respondo.

El reportero apagó la máquina.

El técnico uruguayo, angustiado por el momento, no hizo ningún comentario, sino que se limpió la suela de los guayos que llevaba puestos en el césped.

─ Prométame que no se lo dirá a nadie. He sido profesor de primaria, pero con algunos de los jugadores que tengo en este momento va a ser muy difícil trabajar porque no entienden el aspecto táctico. Son muy limitados de acá arriba. Se quedan en las nubes y con sus ojos me preguntan, ‘¿de qué habla?’, cuando les explico en el pizarrón los movimientos que deben hacer en la cancha.

─ No se preocupe profesor. Quédese tranquilo. Los reporteros somos como tumbas, pero en este caso haga de cuenta que la tumba está abierta en el cementerio.

El técnico Tabárez dirigió, únicamente, 19 partidos en el Cali.

Oscar Washington Tabárez cuando dirigió al Deportivo Cali.

A MEDIDA QUE escribimos esta crónica se confirma que el pasado se puede reconstruir y que un reportero en su labor periodística simplemente observa, escucha y hasta discute con quien cree ser el ‘dueño’ de la noticia. Bueno, eso era en otro tiempo.

Hébert Montoya Tascón, en Caracol, era el encargado de conocer el más mínimo detalle de lo bueno y lo malo de lo que ocurría en el Deportivo Cali para luego informarlo tanto a la audiencia local como al resto de la nación.

Debido a la salida de Jorge Luis Pinto como técnico luego de dos temporadas deficitarias con los azucareros, en 1990 y 1991, la misión de los reporteros en general era saber quién iba a reemplazar al santandereano.

Esa situación, digámoslo, así, sin rodeos, permitía destripar las miserias de los directivos y los resortes psicológicos de los periodistas que andaban a la caza de la noticia.

Los ciudadanos de a pie o en sus vehículos, en la noche del jueves 21 de noviembre de 1991 e inclusive en la madrugada del viernes, cada vez que transitaban por la Avenida Vásquez Cobo y la calle 34, se sorprendían de ver un ejército de reporteros, apostados en tres ubicaciones previstas en las afueras de la Sede Deportivo Cali Alex Gorayeb como si temieran que la información que esperaban se filtrara con destino a los directores de los programas deportivos por ser clasificada y no fuese suministrada, primero, a quienes tenían la responsabilidad de darla a conocer en exclusiva.

─ Quiero decirles que aún no tenemos el nombre de quien será el nuevo técnico del Deportivo Cali ─ dijo Carlos Arcesio Paz, después de salir de la reunión con los demás integrantes de la junta directiva.

Las manecillas de los relojes indicaban que eran las 3:15 de la madrugada. Entonces, Hébert Montoya Tascón, debido a su olfato periodístico, antes de que interviniera Gonzalo Hernández, reportero de RCN, increpó al entonces presidente del conjunto verdiblanco.

─ Nosotros sabemos que ya hay humo blanco con respecto al reemplazo de Jorge Luis Pinto. Usted, por congraciarse con Óscar Rentería y Mario Alfonso Escobar, estoy seguro, los llamará, bien temprano, y les dirá la noticia sin analizar que nosotros aquí llevamos muchas horas haciendo nuestro trabajo, pero luego nos toca chuparnos el dedo porque a personas como usted le valemos menos que un huevo.

El directivo guardó silencio, dio media vuelta y se subió al automóvil que estaba con el motor encendido y le dijo al conductor que lo llevara a la casa mientras en su rostro, oculto por las gafas, se dibujaba una sonrisa burlona.

TAN PRONTO COMO el vehículo de Carlos Arcesio Paz desapareció de la mirada de los reporteros, estos empezaron a abandonar el lugar pensando en aquella noticia que aún no conocían, pero que en su interior sabían que existía. Entonces, Gonzalo Hernández, en su moto, se ofreció llevar a Hébert Montoya Tascón hasta su casa, ubicada en el barrio El Jardín, porque esa era su ruta tradicional.

Mientras Montoya Tascón se acomodaba en su cama para dormir, al menos, dos horas, escuchó que tocaban a la puerta.

─ Mijo, no abra. Lo pueden matar ─ escuchó desde la otra habitación en la que dormía María Teresa Tascón, su progenitora.

Eran las 4:50 de la madrugada del viernes 22 de noviembre de 1991. Él, sin encender la luz, descorrió un poco la cortina, sin que lo vieran, y se sorprendió. Sin embargo, abrió la ventana.

─ ¡Qué pena, Hébert! Le traigo la noticia.

La fuga de información confidencial se había registrado. Montoya Tascón, sin dormir y sin desayunar, llegó a las instalaciones de Caracol Radio, ubicada en el barrio Centenario, en Cali, a las 5:30 de la mañana y llamó a Hernán Peláez Restrepo, a Bogotá.

─ ¡Buenos días, doctor Peláez!, le tengo el nombre del nuevo técnico del Deportivo Cali.

Treinta minutos después, Peláez, como era su costumbre, saludó a Guillermo Montoya Callejas al igual que a Hugo Illera, pero antes de abordar el primer tema deportivo de aquel viernes, les dijo:

─ Un momento, Guillermo y Hugo. Saludemos a Hébert Montoya Tascón, quien se encuentra en Cali con una información que es primicia de Radio Deportes…

─ Así es, doctor Peláez, Guillermo, Hugo y oyentes. En la madrugada de hoy se determinó que el nuevo técnico del Deportivo Cali es el peruano Miguel Company, quien dirigió a la selección de su país en la temporada anterior. Su trayectoria incluye equipos, entre otros, como Sporting Cristal, Alianza Lima y Sport Boys.

La noticia guardada en secreto durante las horas recientes se había convertido en primicia del reportero Hébert Montoya Tascón. Entonces, Félix Vargas, ingeniero de sonido en aquel día, le informa por el interno, que tiene una llamada.

─ Buenos días. Habla Hébert…

─ A usted, ¿quién le dijo la noticia que acaba de dar? ─ gritó la otra persona que estaba al otro lado de la línea ─ Soy Carlos Arcesio Paz…

─ Y, ¿qué?

Entonces, Hébert le colgó el auricular y Félix Vargas se asustó por la carcajada sonora que le dio la sensación de ser de ultratumba, pero era la satisfacción del deber cumplido que había tenido el reportero de Bello, Antioquia, y que Cali y el Valle del Cauca adoptó.

─ Mi querido Félix, en ocasiones somos como tumbas en ciertas informaciones. Sin embargo, en este caso, la tumba se abrió.

El ingeniero de sonido, al escuchar aquellas palabras, se persignó.

El técnico peruano Miguel Company dirigió al Cali durante 52 partidos durante la temporada 1992 y de ellos ganó 25, empató 11 y perdió 13. Convirtió 66 goles y le hicieron 43. Fue tercero. El campeón fue América, Atlético Nacional subcampeón y Junior cuarto.

En la noche del miércoles 20 de enero de 1993, Company fue despedido de su cargo, como lo informó este cronista en el diario El Tiempo, después de calificar de “dictador y tacaño a Paz” por no aceptar la tabla de premios que exigía en compañía de un grupo de jugadores.

Ahora podemos confirmar que el pasado se puede reconstruir por lo que anticipamos que las vivencias de un reportero tendrán un segundo capítulo, pero si esas noticias se produjeran en este momento los maestros del periodismo dirían que lo que tiene un verdadero impacto en la sociedad es una gran historia, no un tuit.

Un comentario

1. Ismael Hurtado Cardozo

   25 abril, 2023 at 6:55 am

   POR LA CRÓNICA A HÉBERT MONTOYA
   Excelente crónica la realizada a Hebert Montoya Tascón, quien alguna vez dijo de mi al aire, «me fui para Brasil, a la Copa América, con un colega, compañero de trabajo y regrese a Colombia, con un Amigo, éxitos Director, te lo mereces.
   Ismael Hurtado Cardozo

   Hincha de N
   Cali

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