Wbeimar Muñoz su canal, su libro, visita por San Nicolás -Rionegro.

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Protagonista: Wbeimar Muñoz Ceballos, canal YouTube y libro.
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«Con los ojos en la cancha y el corazón en el oyente», abre cada comentario en su canal YouTube.
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«Nacional acercó la estrella», titular del partido que Nacional empató en Ibagué, resultado bueno desde el punto de vista práctico para los Verdes.
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La gran final este domingo con Nacional buscando la estrella 18 que ha quedado cerca.
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A Wbeimar Muñoz se le vio en el Centro Comercial San Nicolás (Rionegro) en la promoción de su libro, en compañía del coequipero Andrés Ríos López.
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(Capítulo 8 – Libro Wbeimar lo dice)

NO SOLO DE FÚTBOL VIVE EL HOMBRE

Parados en los pedales

Después del fútbol, el deporte que más cubrí fue el ciclismo. Estuve en varias Vueltas a Colombia, en el Giro de Italia y el Tour de Francia. La primera competencia la viví como narrador en 1969 y fue una Vuelta de la Juventud. El ciclismo es muy bello y es, en realidad, el deporte por esencia de los colombianos, por encima del fútbol.

Una de las cosas más trascendentales que viví en el mundo de los pedales y las bielas fue ver en acción a don Carlos Arturo Rueda, el padre de la narración deportiva en Colombia.

Recuerdo que el Caracol Verde, que era uno de los transmóviles desde los que se emitía el relato de la Vuelta a Colombia, lo conformaban Carlos Arturo Rueda y Pastor Londoño. Y en Caracol Dorado , el que iba detrás de la competencia, del pelotón, tenía a Antonio Fernández (un muchacho que fue Viceministro de Comunicaciones) y a Álvaro Muñoz Cuéllar.

También estaba el Caracol Celeste, que daba las salidas, algunas metas volantes y las llegadas, y en ese estábamos Eucario Bermúdez y yo.  Cosa curiosa: ese vehículo tenía un conductor que se llamaba Actalibar, un encargado de la parte técnica Lizardo y dos locutores con los nombres de Eucario y Wbeimar. Fue el famoso «transmóvil de los sin tocayo».

En 1983 Caracol decidió transmitir el Tour de Francia por todo lo alto y me encargó de ser uno de los directores de la transmisión. Armamos una nómina de lujo que incluía a Édgar Perea, Jaime Ortiz Alvear y Juan Guillermo Ríos, entre otros. Fue la primera vez que fuimos con móviles en carreteras francesas, porque antes de eso se transmitía la salida y la llegada, nada más. Nosotros transmitimos en directo desde la carretera, cubrimiento con más de 60 personas.

Incluso nos tocó alquilar una avioneta para poder enviar la señal. Primero la Renault nos dio unos carros que transformamos en transmóviles y les adecuamos una especie de antenas parabólicas. De ahí la señal salía a la avioneta, la avioneta la mandaba a la torre Eiffel, de ahí botaba la señal al satélite y llegaba a Chocontá, y de Chcontá iba a Bogotá para que la distribuyera a todo el país. Fue un esfuerzo técnico descomunal.

Yo iba en uno de los carros junto a Juan Guillermo Ríos, otro amigo entrañable con el que he cultivado una relación de muchos años. Recorríamos cada pueblo al que nos llevaban las etapas del Tour y por lo general conducía él, quien a la vez también nos servía de traductor puesto que aprendió a hablar francés cuando en el gobierno de Alfonso López Michelsen lo mandaron a estudiar nueva técnicas de periodismo en Bélgica, en la década de los años setenta.
(Reproducción – Capítulo 8 – Libro «Wbeimar lo dice»).