Capsulas de Carreño

Wbeimar y la Medellín de la oreja parada.. Por Pablo Arbeláez Restrepo.

PREMIOS INTERNACIONALES DE PERIODISMO REY DE ESPAÑA: Madrid, 19-1-1994.- El rey Don Juan Carlos entregó los XI Premios Internacionales de Periodismo Rey de España 1993, instituidos por la Agencia EFE y el ICI, durante una ceremonia celebrada en el Palacio de la Zarzuela. En la foto, en la primera fila, Alfonso Sobrado Palomares (izquierda), José Luis Dicenta Ballester (detrás), Ana María Ruiz Tagle, María Augusta Silva (Premio de Prensa), Don Juan Carlos, Wbeimar Muñoz Ceballos (Premio Americano de Periodismo  por el programa de radio «500 años de deporte en América«, transmitido por Radio Caracol) y Miguel Ángel Nieto (Premio de Radio). En la segunda fila, Javier Sáenz Munilla (Premio de Televisión), Pisco del Gaiso (Mejor Fotografía), Carlos Reigosa, Lola García Paz y Ana Vaca de Osma. Arriba está Jorge Enrique Vanaegas, por esa época estudiante en España. Foto EFE/Barriopedro/

Por Pablo Arbeláez Restrepo.
Especial para Cápsulas.

 

*A la una de la tarde, Medellín era un radio prendido. A esa hora, la feligresía del fútbol y del deporte entraba en total recogimiento para escuchar, atentamente, lo que se emitía desde el púlpito de Wbeimar lo dice: una voz libre en el deporte.

Eran los años 80, y fueron después muchísimos más, en los que los antioqueños tuvieron un invitado de honor, con el que compartieron la hora del almuerzo. Ese espacio familiar en el cual se disfrutaba con los apuntes de un imaginario comensal, que siempre tuvo el puesto servido, y que marcó una historia de 45 años en la radio paisa.

Wbeimar Muñoz Ceballos, con varios de sus colegas de Caracol y otros medios, en la entrega de los Premios Simón Bolívar 1993 en Bogotá. De izquierda a derecha: Wbeimar Muñoz Ceballos, Juan Manuel Serna (Wbeimar lo dice), Guillermo Díaz Salamanca, Pablo Arbeláez R., Hernán Peláez R. y Juan Harvey Caicedo.

Como fenómeno masivo, Wbeimar lo dice se convirtió en un mensaje omnipresente. Si usted iba montado en el bus, no tenía nada de raro que el conductor llevara este programa sintonizado en su radio. Si a esa hora, usted andaba por la calle, era fácil encontrar al transeúnte con el transistor pegado a la oreja escuchándolo. Al pasar por el lado de los ventorrillos, también se podía oír el detallado comentario. En el argot de los medios, era un pito prendido que rondaba por la capital de la montaña, rememora Fernando Carmona. Se trataba de una voz que congregaba a la comunidad como poderoso mensaje de democracia radial que igualaba informativamente a ricos y pobres.

Si en algo se distinguió este espacio fue precisamente por la creatividad. Esa originalidad arrancaba desde las cortinas de presentación hechas amalgama con poderosas voces, como la del cubano John Gres y las de Armando Plata Camacho, Carlos Alberto Díaz, Juan Harvey Caicedo, Manolo Villarreal y Gerardo Mosquera.

Saque de honor de un partido del Envigado ante Atlético Nacional en homenaje a Wbeimar Muñoz Ceballos y Pablo Arbeláez Restrepo, cuota del periodismo paisa, ganaores de los Premios Simón Bolívar de Periodismo, julio de 1993. Foto El Colombiano – Jorge Zuleta.

Esta singular franja radial se identificó por la forma de hacer un periodismo deportivo marcado por el ingenio de sus integrantes. Muchas de las chivas del día surgían ahí, tanto así, que los comunicadores de la época hacían hasta lo imposible por vincularse, bien fuera para realizar las prácticas profesionales o para estar en la plantilla titular de periodistas, al lado de Wbeimar Muñoz Ceballos.

Dentro de esa nómina de figuras del medio, estuvieron, en diversas épocas, entre otros, Iván Mejía, Guillermo Montoya, Juan Manuel Serna, Pedro León Londoño, Néstor Armando Alzate, César Augusto Tobón, Leonardo Londoño, Camilo Sixto Baquero, Carlos Alberto Cardona, Eduardo Aristizábal, Carlos Freddy López, Freddy Erazo, Fernando Panesso, Luis F. Múnera (el actor), Santy Martínez, Javier Hernández, Mario Duque, Edgar Pegatina Montoya, Carlos Mesa, Rodrigo Alonso Barrera, Fabio León Naranjo, Mauricio González, John J. Agudelo «Tolú», Mauricio Agudelo, Jorge Enrique Vanegas, Gilberto Arenas, Eduardo Sánchez y Fernando Piolín Calle.

Cada emisión guardaba semejanza con la elaboración de una fina y delicada obra de orfebrería. Era la manifestación del periodismo puro y duro; ese que estaba al servicio de la comunidad. Nunca faltó el oportuno llamado de atención o el merecido elogio al dirigente de fútbol, el reproche o la alabanza al futbolista o la voz de aliento al atleta. Y cuando el summum de los hechos lo exigía, todos los argumentos se reunían y Wbeimar, con una aquilatada expresión en su postura editorial, redactaba sus recordadas cartas a José Pueblo: «Dirección: calle de lo común…esquina del alma. Estimado José: …».

El trabajo hecho con excelencia llevó a Wbeimar lo dice y a su destacado grupo de periodistas, encabezado durante varios años por el jefe de redacción Guillermo León Zapata, a ganarse un premio de periodismo Rey de España, con el informe sobre los 500 años del deporte en América, que fue «un canto a la vida». De igual manera obtuvieron, entre otras distinciones, varios premios Simón Bolívar y Postobón.

Este espacio no era un nicho exclusivo para el deporte, pues traspasaba los linderos y como medio de comunicación también ejercía una función social, dándole cabida al acontecer ciudadano. Sus mensajes y propuestas, que llegaban a muchos públicos y sectores, también fueron bien recibidos por gobernantes, funcionarios, políticos, industriales y empresarios que atendían prontos las sugerencias o acudían solidarios al llamado del programa.

Una jornada de intenso periodismo en la sede Wbeimar lo dice. Mauricio González, izquierda, Fernando Carmona y Gilberto Arenas en proceso de producción. Foto Fernando Carmona M.

Wbeimar lo dice se convirtió en una marca con muchas expresiones y una de ellas se tradujo en la realización de las 20 ediciones de la Fiesta de los niños que se hizo en asocio con Comfama. Esa tesonera labor la premiaron los fieles oyentes con vinculaciones directas o voces de aliento, destaca ese peón de brega que fue el periodista Fernando Carmona Mejía. En uno de estos certámenes, a Wbeimar la emoción lo quebrantó al ver cómo un niño rompía la fila para decirles a sus compañeritos que iban a dar carne en el almuerzo y luego, estando en el comedor, observó que el mismo pequeño «empacaba» un pedazo de carne en una hoja de cuaderno, que le acababan de regalar, para llevárselo a su mamá. Otra oportunidad, en la que se sintió conmovido, fue cuando recibió un emocionado abrazo de un menor con Síndrome de Down, como gesto de agradecimiento. Esos detalles fueron una enorme recompensa para él; un preciado tesoro.

La marcada influencia de Muñoz Ceballos -quien también tiene título de entrenador de fútbol de la AFA- en el ámbito del periodismo lo llevó, incluso, a incursionar en el campo de la enseñanza al fundar la Escuela Colombiana de Comunicación Wbeimar Muñoz Ceballos, esa que impulsó una generación de comunicadores. Fernando Carmona, uno de los inseparables escuderos que laboró al lado de Wbeimar durante más de 32 años, cuenta que esta, y muchas experiencias más vividas al lado de su jefe, le sirvieron como poderoso acicate para llegar a ser cronista radial, profesor de la U de A y del Politécnico Jaime Isaza Cadavid.

Guillermo León Zapata fue, por muchos años, el jefe de redacción de Wbeimar lo dice. Otra poderosa fuerza, más allá del poder informativo de los micrófonos que comandaba Wbeimar Muñoz Ceballos. Foto Fernando Carmona M.

Lejano está el 2 de enero de 1976, fecha del inicio del prestigioso programa. Hoy, los micrófonos se apagaron. Jorge Eliécer Campuzano, Giovanni Valencia, Óscar Tobón, Camilo Andrés Botero, Juan Carlos Restrepo y Wbeimar Muñoz Ceballos, el director de orquesta, bajaron la batuta de esta bella historia. Pero el mensaje sigue latente: «el uno a la una; un mundo, un gol… Wbeimar lo dice, una voz libre en el deporte».


Con el apoyo de narradores, locutores y periodistas

Al igual que los radio periodistas de planta que pasaron por el programa de Wbeimar lo dice, también tuvieron importante papel narradores, locutores y periodistas de prensa, estos últimos como eventuales colaboradores. Allí estuvieron, entre otros, Jorge Eliécer Campuzano, Paché Andrade, Gustavo Tato Sanint, Edgar Gallego Orrego, Luis Guillermo Izquierdo, Oswaldo Speedy González, El Paisita Fernando Múnera Eastman, José Noé Salcedo, Rafael Linares, Héctor Jaime Posada, Roberto Urrea, César Giraldo Londoño, Alfredo Carreño Suárez, Ber-Buri (Bernardo Buriticá) y Carlos Giraldo.

Publicación del diario El Mundo de Medellín. Coincidimos en un desayuno y ahí nos empezamos a conocer. Me impresionó su profundidad conceptual.

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