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«Ya usted nos habló claro, don Raúl…!!!»
- Actualizado: 11 septiembre, 2018
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Por María Victoria Zapata B.
El 14 de junio pasado, en columna escrita en género epistolar y titulada “Háblenos claro, don Raúl” hice una radiografía de la difícil situación por la que atravesaba el Deportivo Independiente Medellín al término del primer campeonato del año en curso y de su nublado futuro inmediato.
Sin técnico, sin refuerzos, sin presidente y con un penoso inventario de insensateces por parte del máximo accionista del equipo, en el mencionado artículo llamaba la atención sobre el futuro inmediato del Equipo del Pueblo y demandaba sinceridad de don Raúl Giraldo respecto de sus ambiciones, motivaciones e intenciones con el DIM.
La respuesta la recibí- y la recibimos todos los hinchas rojos- con otra sucesión de barbaridades que tienen a Independiente Medellín muy cerca de despeñarse por un abismo similar a aquel por el que rodó en las nefastas eras de Jorge “el diablo”Castillo y Jorge Osorio Ciro.
Con la venia del colega Alfredo Carreño Suárez, Director de Cápsulas, y de la feligresía Poderosa, me permito reproducir la citada columna y relacionar, además, los disparates más recientes y que tienen hoy al Deportivo Independiente Medellín sumido en un retroceso total, el peor desde la llegada de Giraldo al Rey de corazones.
¡¡¡…Háblenos claro, don Raúl…!!!
Como hincha Poderoso que es, usted debe saber, don Raúl, que los seguidores del DIM amamos hasta el frenesí. Para nosotros, este rojo y sin igual sentimiento es mucho más que pasión: ES RELIGIÓN…!!!
Por ello, hemos soportado con estoicismo las largas sequías, los interminables años sin mirar siquiera de lejos las copas en las que se paladea el néctar de la gloria, y hemos bebido con gozo infinito el elíxir de la dicha con los títulos alcanzados con sudor, esfuerzo y el apoyo de ese imprescindible jugador Nº 12, que es el hincha.
Hemos recibido la alegría a cuentagotas y la frustración en aluviones, y, no obstante la escasez de una y la abundancia de otras, hemos permanecido fieles a la causa roja, a una pasión que no se permuta ni se hipoteca al mejor postor.
También hemos sufrido la extenuante tortura de administraciones que han amenazado con poner punto final a la Poderosa historia que empezó a escribirse el 4 de noviembre de 1913.
Y ha sido justamente nuestro amor inconmensurable, en abierta contradicción con la ambición desmedida de aquellos mercaderes sacrílegos que han intentado profanar el altar de nuestra devoción, el que nos ha asignado otros roles esenciales en nuestro devenir de creyentes Poderosos: El de avezados centinelas, el de aguerridos defensores de nuestro más querido patrimonio inmaterial, afectivo y cultural: el Deportivo Independiente Medellín…
Cuando usted adquirió el paquete accionario del Equipo del Pueblo, en marzo del 2014, trajo consigo un aire de renovación, fe y esperanza a un DIM que intentaba dejar atrás uno de los capítulos más oscuros y oprobiosos de su centenaria historia. Su afinidad afectiva con la escuadra amada, la presencia en condición de presidente del carismático dirigente Eduardo Silva Meluk y la puesta en marcha del novedoso programa Todos en Uno, le dieron un vital impulso al equipo, lo llevaron a la disputa de dos títulos en forma consecutiva y le entregaron la sexta y anhelada estrella, el 19 de junio del 2016.
Pareciera, sin embargo, que dicha estrella fuera su única aspiración personal y dirigencial porque, desde entonces, usted, don Raúl, se encargó de acabar con todos los logros obtenidos desde su arribo al equipo, destruyó la confianza del hincha rojo, pulverizó su credibilidad, despedazó la comunión existente entre afición y dirigencia y, lo peor, desterró finalmente a la hinchada del DIM del estadio Atanasio Girardot.
Fueron muchos y reiterados los desaciertos que, desde las oficinas del DIM, minaron la fe del seguidor rojo hasta aniquilarla por completo: La vinculación del “asesor” Elkin Congote en marzo del 2014, cuyas excentricidades fueron siempre en contravía del sentir del hincha, la venta al Pachuca de México del goleador Germán Cano, el 21 enero del 2015, que se hizo oficial dos días después de la fecha de cierre en la recarga de abonos para el primer campeonato de dicho año, la polémica salida del técnico Hernán Torres en mayo del 2015 y la sorprendente no renovación del contrato del orientador campeón Leonel Álvarez, la transferencia de los jugadores Daniel Torres (julio 2016), Christian Marrugo y Andrés Felipe Mosquera ( ambos en julio del 2017) y pocas fechas después de iniciados los respectivos campeonatos, el injusto despido del médico José Fernando Arango en julio del 2017, la improcedente vinculación de los entrenadores Fabio Martínez – cuya designación se reversó 24 horas después por presión de la hinchada- y de Juan José Peláez, quien llevaba nueve años alejado de la dirección técnica, la extraña promoción del español Ismael Rescalvo, a la escuadra profesional, la renuncia del doctor Eduardo Silva Meluk con las consecuentes vacancia en la presidencia y ruptura del vaso comunicante entre hinchada y dirigencia, la venta del jugador Yairo Moreno en plena fase final del campeonato inmediatamente anterior y cargada de mentiras e inconsistencias directivas, la negociación de jugadores de primer nivel sin que éstos hayan sido reemplazados por otros ídem y la reciente desvinculación del DIM, por razones que aún no han trascendido, de los técnicos de categorías menores, Iván Arturo Corredor, Óscar Pérez y Edgar Cataño, entre otras cosas, no son más que la semblanza de una gestión que se mueve entre la ceguera, la ineptitud, la anarquía y la carencia de rumbo, metas y objetivos. Una gestión que desde hace dos años es sinónimo de burla, irrespeto, ultraje y desprecio al hincha.
Hoy, el proceso del que tanto se habló desde su llegada no es más que un embeleco. El posicionamiento institucional tras los logros obtenidos entre el 2014 y el 2016, se derrumbó como castillo de naipes. La soledad en las graderías del Atanasio es desconcertante y dolorosa. La ilusión de la hinchada brilla por su ausencia, el maravilloso Todos en Uno se extingue irremediablemente y su desgastado discurso no augura el regreso del fútbol, de la fe, ni de la hinchada al máximo coliseo deportivo de la capital antioqueña.
Como si ello no fuera suficiente, las noticias en torno a la contratación de un director técnico para el Deportivo Independiente Medellín no son alentadoras en ningún sentido. Ninguno de los técnicos que se mencionan como sucesores de Ismael Rescalvo cumple los requisitos que se requieren en la actual y difícil coyuntura. Respecto de la vinculación de jugadores el panorama es más incierto todavía: la nómina de jugadores para asumir el campeonato que se avecina está reducida a su mínima expresión, y no se percibe movimiento alguno en materia de refuerzos que devuelva la arrebatada esperanza. Y en cuanto al horizonte institucional, peor no podemos estar: No contamos con presidente, gerente deportivo, técnicos de inferiores ni de la escuadra profesional. Tampoco con una dirigencia idónea para asumir los retos que se deben afrontar y las tareas que hay que cumplir. En la actual, no se vislumbran capacidad ni voluntad para acometer unos y otras.
Infortunadamente, el Deportivo Independiente Medellín lleva dos años de tumbo en tumbo, de fracaso en fracaso, de yerro en yerro, de improvisación en improvisación. Dos años deambulando por un camino brumoso que cada vez lo acerca más a una época que, le reitero, no queremos repetir ni volver a vivir. Por ningún motivo.
Por eso, don Raúl, es imperativo que usted defina de una vez por todas sus expectativas frente al DIM y frente a su hinchada. El equipo merece unas directrices de las que en el momento carece y la hinchada el respeto que, hoy por hoy, no se le brinda. Su desgaste es total, la mayoría de seguidores rojos ya no lo queremos ni le creemos y la distancia entre usted y nosotros es insalvable..
Como hincha rojo que es – así lo ha manifestado públicamente- usted debe entender, entonces, el alcance de nuestra Poderosa pasión. ¿Está en capacidad, también, de comprender la magnitud del deterioro institucional actual del DIM ? ¿El gravísimo peligro que se cierne sobre el Equipo del Pueblo, bajo su hoy disparatado mandato y desatinada gestión?
No condene a la hinchada nuevamente al exilio, no empuje al Deportivo Independiente Medellín hacia otro profundo y oscuro abismo. No pisotee más nuestro sentimiento. Háblenos claro, de una buena vez…!!!
Y hoy…
Han transcurrido tres largos meses desde el envío de esta carta a usted, don Raúl. Sus ejecutorias desde entonces no son más que la semblanza de su estrechez dirigencial y de su carencia de propósitos institucionales.
La contratación de Déinner Quiñones a sabiendas de su negociación previa con el mexicano Santos Laguna, el préstamo al Deportivo La Coruña, por una suma irrisoria, del pulmón del medio campo rojo, Didier Moreno, como es usual en usted, después de iniciado el campeonato y con graves repercusiones tanto para el trabajo del director técnico Octavio Zambrano como para el rendimiento del equipo, la vinculación de los volantes Luis Luna y Jonathan Barboza del DIM, con un nivel de juego tan precario como su gestión administrativa, don Raúl, y del mediocampista argentino Alejandro Barbaro no obstante su falta de continuidad en el presente año y los requerimientos del DIM en zona defensiva.
La muy pobre respuesta en la recarga y venta de abonos, que no alcanzó siquiera la cifra de 15.000 a pesar de que se contó con dos meses para realizar dicha gestión, son también señal inequívoca de su divorcio total con la afición poderosa del despojo de sus sueños e ideales, como del declive del maravilloso programa Todos en Uno, al que usted conduce hacia su inminente desaparición.
Hoy, tres meses después de los muchos desatinos de parte suya, usted nos ha respondido con toda claridad a todos los hinchas del DIM. Nos ha manifestado, con incuestionables hechos, que su afinidad afectiva con el Equipo del Pueblo es tan falaz como el proceso del que tanto ha hablado en los dos últimos años, y nos ha señalado, con el desmantelamiento total del DIM, que su única aspiración es de tipo económico.
Nosotros, los hinchas del DIM, ya tenemos todas las respuestas que precisábamos de usted. Y por el bien de este equipo que amamos hasta el frenesí- ya se lo había dicho- esperamos que aparezcan pronto nuevos inversores o un grupo empresarial identificado con la causa roja, que nos devuelva la mancillada esperanza y que nos salve de caer otra vez en el profundo abismo al que usted, don Raúl, irremediablemente nos conduce en la actualidad.
(María Victoria Zapata B.)
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