
=======
Por María Victoria Zapata B.
Columnista Cápsulas.

No sé si habrá otra forma de definir el muy pobre fútbol, el bajísimo rendimiento de la mayoría de jugadores, el humillante resultado y el comportamiento en general del Deportivo Independiente Medellín, ayer, ante Atlético Nacional, en el partido de la décimo séptima fecha en Liga II, que terminó 5-2 a favor del cuadro verde.
Visto desde todos sus ángulos, fue una vergonzosa presentación del DIM, la peor en la presente temporada… y en mucho tiempo. Absolutamente nada funcionó en el equipo. Ni táctica, ni estrategia, ni defensa, ni ataque, ni movilidad, ni velocidad, ni titulares, ni suplentes, ni cuerpo técnico, nada.
Nublado de principio a fin, el Equipo del Pueblo también fue dominado durante la totalidad del partido, debido a una sumatoria de errores que lo dejaron expuesto individual y colectivamente y a merced de la velocidad y los letales contragolpes rivales. El 5-2 reflejó las muchas fortalezas verdes, que se gestaron desde la dirección técnica, y las múltiples carencias rojas en este clásico, que recayeron en alto porcentaje en las decisiones equivocadas del cuerpo técnico rojo.
Infortunadamente, la derrota se empezó a tejer desde el compromiso ante Santa Fe, el lunes inmediatamente anterior, con la incomprensible alineación en dicho partido de jugadores que para entonces contaban con 4 tarjetas amarillas. La acumulación de las mismas (que llegó a 5 en ese encuentro), dejó por fuera del clásico a Léyser Chaverra, Léider Berrío y Brayan León.
Ausencias, todas ellas, que de una forma u otra resintieron el funcionamiento de un equipo que, lo hemos repetido hasta el cansancio, es insolvente en su sistema defensivo y adolece de suplencia y de equilibrio entre su zaga y su ataque. Todas estas debilidades fueron explotadas y muy bien canalizadas por Atlético Nacional y se tradujeron en un 5-2 inmisericorde y doloroso.
Y a esa noche oscura del DIM se sumó la falta de claridad del cuerpo técnico para enderezar el camino. Ayer, el orientador Alejandro Restrepo estuvo tanto o más nublado que el equipo en el gramado del Atanasio Girardot. Su muy errático planteamiento y lectura del partido, la inclusión de Ménder García y Baldomero Perlaza en el onceno titular, el fallido experimento posicional de Esneider Mena, entre otros, igualmente hicieron parte de la gruesa cadena de desaciertos rojos.
A lo anterior se añaden la desconcentración y falta de reacción del equipo, tanto deportiva como mentalmente y el bajísimo rendimiento colectivo del DIM. Solamente el polaco Fydriszewski, aun en su orfandad en el ataque, volvió a destacar por su combatividad y esfuerzo. Dejó nuevamente el alma en la gramilla y también anotó un golazo.
De este amargo clásico nos queda como conclusión que el DIM hizo todo al revés, falló de un todo y por todo, no solo no pudo remontar sino que fue goleado, dejó una vez más al descubierto sus deficiencias en marca, defensa y suplencia, careció de fortaleza emocional y se sumió en 90 minutos de profunda amnesia futbolística. Una debacle total. Esperemos que para los juegos ante Bucaramanga, Pereira y América, recupere la memoria, el fútbol y el nivel.
[María Victoria Zapata B.]




Haz un comentario